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Cada momento son muchos momentos

Viernes, 6 de diciembre 2024, 01:00

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Pablo Martín Sánchez (Reus, 1977) se encaramó en el púlpito de la literatura contemporánea con la novela 'El anarquista que se llamaba como yo' (Acantilado, ... 2012), un ejercicio exitoso de funambulismo literario en el que el autor y el protagonista caminan de la mano sobre el abismo que separa (o confunde) la ficción y la realidad. En la siguiente novela 'Tuyo es el mañana' (Acantilado, 2016) escribió Pablo Martín la música de un país que estaba de parto y que empezaba a reconstruirse a base de puntos de vista y que (también) avanzaba sobre la peligrosa y doble cuerda de las certezas y las incertidumbres. Pero antes de estas novelas había escrito el profesor Martín un libro de relatos, 'Fricciones', que es el que ahora, en una edición ampliada y revisada, publica Acantilado. En estos relatos ya se mostraban las características más notables de la brillante literatura del escritor de Reus: los apasionantes motivos argumentales y su pericia en el planteamiento de los enredos; su tino y su osadía a la hora de dotar a las vidas mediocres de los perdedores de un interés perdurable y sobresaliente; su incontenible ambición a la hora de elegir los temas, en los que no duda en incorporar determinados acontecimientos históricos; la utilización de la emoción, el asombro, la ironía y el sentido del humor como ingredientes esenciales de la narración; el lenguaje contenido y correcto puesto al servicio de la persuasión y la puesta en escena, ágil y arriesgada, de coros de voces narrativas muy diferentes. El libro está plagado de maravillosos equívocos: la animación de los objetos, los espejos que increpan, las gafas que anticipan la visión, el patíbulo del dentista, el maquillaje de los muertos, la poesía como necesidad orgánica, las palabras que se eructan o mastican y se convierten en fantasmas, los defectos del amor o ese tiempo interminable entre el rojo y el verde de un semáforo. Cada momento narrativo de 'Fricciones' son muchos momentos, desde el cubo de Rubik hasta el análisis de un suicidio. Manejando a su antojo las ya de por sí caprichosas leyes del azar, Pablo Martín Sánchez, compone fábulas imposibles y convierte hasta los sueños más absurdos en historias graciosas, inteligentes y creíbles. Como bien queda reflejado en sus novelas, la memoria es una forma de resistencia y la amnesia es la peste que propagan los culpables. En la literatura de Pablo Martín Sánchez, como en la vida, nada ocurre que no tenga que ver con la totalidad. La lectura de 'Fricciones' es una aventura fascinante salpicada de sorpresas agradables.

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