Marco de la Rasilla, profesor de Prehistoria: «En el grupo de Sidrón había una relativa división sexual del trabajo»
El responsable del yacimiento neandertal habló en Gijón sobre el papel de la mujer en los grupos paleolíticos
El profesor Marco de la Rasilla disertó ayer en el Ateneo Jovellanos de Gijón de la mujer en los grupos de recolectores y cazadores paleolíticos, ... a la luz del ejemplo del Sidrón. Antes quiso compartir con este diario sus reflexiones.
–¿Hoy en día podríamos decir que mujeres y hombres paleolíticos realizaban tareas similares en la supervivencia?
–En general sí. Lo que pasa es que es probable que en algunas actividades, tampoco sabemos exactamente cuáles, podía haber una actividad preferente en mujeres y otra en hombres. En El Sidrón hay algún dato que nos permite afirmar por las huellas que aparecen en la dentición, que algunas actividades las harían más las mujeres y otras los hombres, pero en general lo más probable es que fueron diversificadas en ambos casos.
–Concretamente , ¿en la recolección o en la caza participaban todos los individuos?
–Probablemente fuera así. Es cierto que a lo mejor, aunque no podamos demostrarlo taxativamente, en algunas labores puede que la mujer o el hombre, depende de su vida, mostrara una preferencia de acción. Pero si yo quiero cazar y tengo que acorralar a las presas, aquí tiene que estar todo el grupo actuando. Da igual el sexo y la edad
–¿Qué más información aporta el yacimiento de El Sidrón sobre las mujeres?
–Hemos detectado cinco, cuatro adultas y una adolescente. Es interesante desde la genética lo que se ha descubierto de patrilocalidad: los hombres son más estables en el territorio y las mujeres se mueven más. Hay cinco individuos masculinos vinculados a una mujer. También información sobre la alimentación de las mujeres, su altura, O la relativa división sexual del trabajo a la que antes me refería.
–En su charla citó también lo hallado en otros yacimientos de Cantabria ¿Podría recordarlo?
–Sí, en una cueva de un periodo muy interesante, el magdaleniense, de unos 15.000 años antes del presente hay una mujer cubierta de óxido rojo, la llaman La Dama, que fue enterrada ahí y que tuvo que tener una importancia singular para el grupo al que pertenecía para enterrarla ahí sola y cubierta de ese óxido de hierro rojo. Los colores siempre han tenido un simbolismo, aunque saber cuál era aquí eso sería ya otro tema. Además de ese enterramiento estaría todo lo referente al arte rupestre donde, lógicamente, ahí hay mucho que decir
–La perspectiva de género aplicada a investigaciones sobre la prehistoria no solo aporta estos datos, también a la visibilidad de las mujeres en la divulgación, ¿no?
–Claro y podríamos afirmar que ha sido a partir del Sidrón cuando se ha incorporado a la mujer en contextos de difusión pública. Es el caso de museos como el Arqueológico de Asturias, el Nacional, también la réplica del Museo de Düsseldorf o la mujer en la exposición sobre el neandertal en París de 2018. Hasta entonces solo había representaciones masculinas y eso está cambiando.
–¿Y en general, quedan aún preguntas abiertas en El Sidrón?
–Aunque se hayan desvelado muchas, siempre las hay, porque además se siguen estudiando algunos restos, huesos o herramientas utilizadas. Y me imagino que igual surge alguna cuestión a partir de los datos paleogemónicos.
El Ateneo recupera de la desmemoria la figura de María Moliner
El próximo año se conmemorará el 60 aniversario de la publicación del 'Diccionario de uso del español' de María Moliner, «el más completo, útil y divertido de la lengua castellana», en palabras de Gabriel García Márquez. Conocida básicamente por esa magna obra, un mérito que ya le reserva un lugar primordial en la historia de la filología hispánica, fue también bibliotecaria, archivera, profesora universitaria (la primera de Murcia) y divulgadora. Su figura, relegada durante décadas, comienza a ser reconocida en toda su magnitud intelectual y el Ateneo Jovellanos ha querido sumarse a ese tributo. El pasado lunes lo hacía en su Club de Lectura analizando de la mano de la catedrática Socorro Suárez Lafuente la novela 'Hasta que empiece a brillar' de Andrés Neuman, inspirada en la insigne lexicógrafa, y hoy lo hará en el salón de actos del Antiguo Instituto (19 horas) con una nueva charla de Suárez Lafuente y la representación de la obra de teatro 'En el alto balcón de tu silencio (Homenaje a María Moliner)' de Concha Fernández Soto.
La autora de la pieza escénica ha consagrado buena parte de su trayectoria literaria y también como investigadora a la reivindicación de mujeres con un especial relieve en el ámbito del pensamiento y la creación, entre ellas María Teresa León o Gertrudis Gómez de Avellaneda, y en concreto, en el texto que ayer interpretaban las actrices Mari Carmen Moya Rico, Puri Cobo y Mari Lo Jiménez, evoca a María Moliner en todas sus facetas, desde su implicación en la Institución Libre de Enseñanza y las Misiones Pedagógicas, a su trabajo de difusión de las bibliotecas, el diccionario, su exilio interior en la dictadura franquista y su compromiso ético con la cultura, fruto de un humanismo integral al que fue fiel durante toda su vida mientras su salud se lo permitió.
Entre los agravios que Moliner vivió por su condición de mujer se recuerda el rechazo a ser admitida en la Academia Española de la Lengua en 1972, una candidatura que no prosperó, siendo elegido en su lugar el gramático Emilio Alarcos Llorach. En el presente, pocos ponen en cuestión su categoría intelectual y su rigor filológico, pese a su formación como historiadora. Hoy el Ateneo la recordará así.
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