La melodía como drama y pasión
'Norma', de Vincenzo Bellini, segundo título de la 75 Temporada de Ópera de Oviedo, regresa al Campoamor a partir del día 6 de octubre
RAMÓN AVELLO
OVIEDO.
Domingo, 2 de octubre 2022, 01:53
Escuché en una entrevista que para la Reina Sofía, mujer culta para la que una partitura no es un papel indescifrable, 'Casta diva', de ' ... Norma', es su música preferida. Lo curioso es que esta predilección por Bellini (1801-1835) coincide con la de muchos y diferentes compositores, que le consideran como una de las cimas melódicas de toda la música. 'Norma' influyó en las óperas patrióticas del ochocientos italiano, de una manera muy singular en el 'Nabucco', de Verdi. Sin ser autor de óperas, el ideal melódico que Chopin intentó llevar al piano estaba en Bellini. De hecho, su 'Estudio en do sostenido menor, op. 25, n.º 7', se inspira en 'Teneri figli' del acto II de 'Norma', cuya melodía recrea el compositor polaco. Un músico radicalmente distinto a Chopin, Wagner, cuya concepción vocal está en las antípodas de Bellini, reconocía su deuda con 'Norma'. Para Wagner, la idea de «melodía infinita», unificadora de un drama, se encuentra al final del segundo acto de 'Norma'. Decía Stravinski que el cielo «le dio a Bellini el don melódico sin haberlo pedido». Gracias a ese don, su obra sigue representando la belleza de la música plasmada en melodía. Sin duda, por encima de sus valores patrióticos, románticos y pasionales, 'Norma' es una ópera en la que la melodía vocal es la dueña y señora del drama.
'Norma', tragedia lírica en dos actos puesta en música por Bellini con libreto de Felice Romano, se estrenó en la Scala de Milán en 1831. La ópera está inspirada en una leyenda celta sobre la lucha y la resistencia gala a la conquista romana. Norma, hija del jefe galo Oroveso, es la suma sacerdotisa de los druidas, y lideresa de los galos, quienes aguardan una señal suya para rebelarse contra los romanos. La sacerdotisa demora esta señal, debido a las relaciones amorosas que mantiene con Pollione, procónsul romano en las Galias y padre de sus hijos. Sin embargo, Pollione se siente atraído por Adalgisa, sacerdotisa del templo. Norma, enfurecida por la traición de su amante, conduce a su pueblo a la guerra contra los romanos. Pollione es apresado y se le condena a morir quemado en la hoguera. Pero no irá solo. Norma le acompañará en la pira, como purificación y catarsis de una vida llena de contradicciones.
Más allá del triángulo amoroso -Norma, Polione, Aldagisa-, esta ópera de Bellini, prototipo de drama romántico, posee una gran complejidad en los perfiles de sus protagonistas. Mientras que Aldagisa simboliza la pura inocencia, Norma es un personaje con muchos recovecos. Norma es la mujer religiosa y la guía severa de un pueblo, pero, cuando ama a Pollione, olvida sus votos y sus obligaciones patrióticas. El drama psicológico de una mujer dividida entre el amor y el deber no hace olvidar, aunque quede en un segundo plano, el anhelo romántico de libertad de un pueblo.
Musicalmente, Norma es un prototipo del belcantismo italiano de la primera mitad del ochocientos. Y este belcantismo está representado por 'melodías largas' que se desarrollan o expansionan progresivamente, que cambian suavemente como si estuviesen coloreadas por diferentes luces y que expresan el drama interior de la ópera. 'Ah! bello a mi ritorna', los dúos entre las dos mujeres y, especialmente, el aria 'Casta diva' son quintaesencias del lirismo belliniano.
El coro juega un papel esencial en la ópera. El tono épico preludia los corales patrióticos que culminarán en Verdi. Técnicamente, la escritura vocal de Norma, un personaje que a veces es agresivo, otras implorante y otras místicamente extático, exige, sobre todo en su heroína, dramatismo, agilidad, amplia tesitura con agudos claros, pero, al mismo tiempo, una densidad sombreada en los registros medios.
Esta cima del belcantismo italiano se ha representado en Oviedo en ocho temporadas. La última, en el 2011, en una versión 'semiescenificada' por Susana Gómez, con Sondra Razvanovsky como Norma, y Aquiles Machado en el papel de Pollione. Los próximos, 6, 9, 12, 14 -función 'Viernes ópera', fuera de abono- y 15 de octubre, volverá la gran ópera de Bellini al Teatro Campoamor, en una nueva producción de la Asociación de Amigos Canarios de la Ópera. Contará con la dirección escénica y diseño de vestuario de Mario Pontiggia, director artístico de la Fundación Alfredo Kraus, y la dirección musical de Renato Balsadonna, al frente de Oviedo Filarmonía y el Coro Titular de la Ópera de Oviedo (Coro Intermezzo). Estará interpretada por la soprano Francesca Sassu, que debuta en la Ópera de Oviedo en el papel de Norma, el tenor José Bros en el papel de Pollione, la mezzo Paula Gardina como Adalgisa, el bajo Giacomo Prestia en el papel de Oroveso, la mezzo Serena Pérez como Clotilde y el tenor Facundo Muñoz en el papel de Flavio. El viernes 14, los protagonistas serán Berna Perles, Moisés Marín, Anna Pennisi y Luis López Navarro como Norma, Pollione, Adalgisa y Oroveso, respectivamente.
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