«Quiero hacer ver que los conciertos de música clásica no son aburridos»
Antonio Hedrera Presidente de la Sociedad Filarmónica de Gijón ·
El pediatra gijonés acaba de tomar el relevo de Ramón Avello al frente de esta entidad musical, que quiere que sea «muy abierta a Gijón»ANA RANERA
GIJÓN.
Martes, 5 de octubre 2021, 01:18
Antonio Hedrera (Gijón, 1986) no sabe si empezó antes a cantar o a hablar porque, para él, la música siempre fue su particular válvula de ... escape. Pediatra de profesión, en el año 2008 acabó el grado profesional de Piano y, después de vivir lejos de Asturias, en 2018 regresó y comenzó su andadura en la Sociedad Filarmónica de Gijón. Ahora, tres años más tarde, le toma el relevo a Ramón Avello y se pone al frente de una entidad histórica, que necesita mirar al futuro con decisión.
-Lleva ya tres años vinculado a la Filarmónica, pero ¿cómo empezó a fraguarse su candidatura a la presidencia?
-Cuando regresé a Asturias en 2018, me empecé a interesar por la actividad de la Filarmónica y, desde el principio, Avello quiso que entrara en la junta. Me uní como vocal, aprendiendo de los compañeros, y luego empecé a aportar algunas ideas nuevas porque, por ejemplo, me parecía relevante utilizar medios como las redes sociales para difundir nuestras actividades. Fui así aprendiendo el oficio y, como Avello llevaba ya dos años queriendo dejar la presidencia, fue él quien me propuso que tomara las riendas. La nueva junta que hemos formado está constituida prácticamente por los mismos miembros que ya estábamos, de tal manera que el equipo sigue siendo el mismo y la filosofía es la misma.
-¿Con qué objetivos afronta esta nueva etapa?
-Quiero mantener la esencia de la sociedad porque recibimos un legado que no es de ayer, que viene de 1908, y que pudo traer a los músicos más excepcionales de cada momento. Aquí estuvieron Manuel de Falla, Alicia de Larrocha, Enrique Granados... Siendo conscientes de esto, tenemos que mantener ese nivel de excelencia musical en nuestra programación, así como orientarla a la música de cámara y a prestar una atención especial a los jóvenes intérpretes. También quiero tener una mirada local hacia la música española y asturiana tanto en compositores como intérpretes porque, en muchas ocasiones, las filarmónicas se llenaron de artistas de Europa del este, sobre todo, y en nuestra región y en nuestro país hay artistas sumamente buenos. Debemos saber adónde vamos porque somos los responsables de mantener con vida una institución tan antigua y tenemos que intentar dirigirnos a las generaciones más jóvenes.
-¿Cuesta especialmente llegar a los más jóvenes?
-Sí, y eso que vemos que la música interesa porque en el conservatorio no hay una plaza libre, pero tenemos que saber llegar a ese público para que acuda a nuestros conciertos y se hagan socios. Lo estamos haciendo con un lenguaje más cercano y manteniendo una Filarmónica abierta. Nuestras actividades son para todo aquel que quiera adquirir una entrada.
-¿Por qué cree que es tan difícil ver jóvenes acudiendo a conciertos de este tipo?
-Se tiene una idea de que pueda ser más para gente mayor, o que pueda a ser algo aburrido o hay quien incluso llega a pensar que es elitista. Nosotros estamos en contra de ese criterio, de hecho, tenemos una promoción joven, para menores de treinta años, en la que la cuota de socio sale por 50 euros para disfrutar de los dieciséis conciertos. Queremos hacer ver que los conciertos de música clásica no son algo aburrido. El año pasado, pusimos unas notas habladas al programa y un narrador hacía las presentaciones de los recitales y a la gente le encantaba porque no solamente escuchaba la música, sino que entendía el contexto de esa música, detalles sobre los instrumentos... Conocer más hace que la gente lo disfrute más.
-¿Falta educación musical?
-La educación musical es indispensable. Para el desarrollo neurológico de los niños, tener una exposición a la música, del tipo que sea, y conocer el lenguaje musical ayuda al desarrollo y ayuda a disfrutarla de mayor. Quizá nuestro sistema educativo siempre ha estado de espaldas a la música, de hecho, el currículo solo incluía cosas tediosas como tener que aprender a tocar la flauta de pico, en vez de centrarse en hacer disfrutar de las melodías y en enseñar cosas divertidas como hay dentro de la historia. Más bien, se enseñaba una cosa mecánica y eso habrá desmotivado a cierta gente.
-Su predecesor decía que hacían falta cien socios más para que la entidad se estabilizara, ¿cómo pretenden conseguirlos?
-Queremos hacer una programación atractiva y variada, como este año, para todos los gustos. Además, queremos darle mucha difusión a nuestra actividad porque, durante mucho tiempo, la actividad de la Filarmónica se redujo a la comunicación con los socios y ahora queremos que sea todo muy abierto como ya empezó a hacer Ramón Avello. Desde que anunciamos la temporada, llevamos unos treinta nuevos socios, ya rondamos los 240, así que ese objetivo está cada vez más cerca.
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