«El turismo masivo no trae nada bueno para nadie, nos da miedo a todos»

Últimamente Rodrigo Cuevas está en todas partes y, en todas ellas ,va ganándose fans y amigos que lo acompañan allá adonde va. Ya son legión y son tan fieles que, cada vez que salen a la venta las entradas para alguno de sus conciertos, se agotan en cuestión de horas. O de minutos. Mañana, el viernes y el sábado se subirá a las tablas del Centro Niemeyer –con todo el papel vendido por partida triple– para montar una de esas verbenas suyas que despegan al público de los asientos y lo hacen soltarse la melena.

A falta de horas para que comience la fiesta, este agitador folclórico mata el tiempo «haciendo ganchillo» para intentar relajarse. Con aguja e hilo,apacigua los nervios y consigue la calma que exigen los días previos a una actuación. «Debo cuidar la voz, así que tengo que estar muy callado estos días. Se vienen tres noches seguidas y tengo que estar muy en forma», se ríe.

Necesita que su garganta lo dé todo y también el resto de su cuerpo porque, tal y como él mismo confiesa, «en el espectáculo bailo mucho, así que tengo que estar preparado físicamente». Hay que coger el escenario con ganas como lo hizo en diciembre en el Teatro de la Laboral. Aquella noche subió por sorpresa a cantar a Rozalén y a Víctor Manuel y ya avisa: «En el Niemeyer alguna sorpresina habrá, pero no se puede desvelar nada».

Habrá que esperar para ver qué se trae Cuevas entre manos, aunque sí adelanta que el viernes, Día de la Mujer, habrá algún guiño. «Voy a tener en cuenta el día que es y vamos a hacer algo muy especial». Habrá mucha emoción durante este concierto, en el que la asturianía campará a sus anchas. Falta hace que así sea para no perder la esencia de nuestra tierra, en estos tiempos en los que los pisos turísticos invaden las calles, para disgusto del cantante. «El turismo masivo no trae nada bueno para nadie, yo creo que nos da miedo a todos», se lamentaba. Y además él cree que recibir a miles de personas tampoco es bueno para los pequeños empresarios del turismo. «La gente que tiene casas rurales debería ver ese tipo de turismo como la mayor amenaza porque es horrible que vengan aquí las grandes empresas, los fondos de inversión y la gente que no tiene ningún vínculo con Asturias a montar el negocio».

Es mejor que el turismo siga siendo cuidadoso con nuestro entorno como ocurre en Piloña, donde «no es masivo como en otros sitios». Y donde, además, tienen el espacio cultural La Benéfica, que Cuevas capitanea y que está a punto de incorporar un nuevo trabajador, que tendrá que irse a vivir al concejo. «Tenemos ya más de cien personas apuntadas que postularon para incorporarse», cuenta orgulloso. «Lo difícil va a ser escoger, porque solo recibieron más postulantes que nosotros algunas asociaciones de Madrid, lo que quiere decir que mucha gente quiere quedarse aquí a vivir o venir de fuera».

Salta a la vista que cada vez son más los que quieren huir de las ciudades y disfrutar de las bondades del mundo rural, que incluye la celebración del festival Una Señora Fiesta, cuyo cartel todavía no se ha anunciado. «Es que es un secreto que no se puede contar», se ríe Rodrigo Cuevas, su responsable. «Todavía no sabemos qué vuelta le vamos a dar para este año, así que no se puede decir nada». Lo que está claro es que volverá a celebrarse y a llenar Piloña de la música que empezará a sonar mañana mismo en el Centro Niemeyer de Avilés y que convierte días y noches en romería.