Las postales rotas de Zig Zag Danza se bailan ya
Mañana se estrena el montaje ganador del Premio Jovellanos de producción, que narra el fenómeno de la emigración con una mirada femenina
Ha sido un proceso largo que está a punto de culminar, de subirse a las tablas, de recibir el calor del público. Zig Zag Danza ... ultima ya sobre las tablas del Teatro Jovellanos los ensayos de 'Postales rotas', un espectáculo absolutamente poético en sus formas y contemporáneo en sus movimientos que reflexiona en realidad sobre un fenómeno muy antiguo, el de la emigración.
Estrella García y Miguel Quiroga, a las órdenes del Premio Nacional de Danza Miguel Oller, con quien ya habían trabajado en ocasiones anteriores, nos plantean una mirada bailada sobre la emigración con una perspectiva de género, con la mujer como sujeto migrante. Estrella García relata cómo ellas han emigrado siempre, pero no siempre ellas han escrito el relato. El que ahora se narra sí tiene esa perspectiva ausente. Es una mujer la que emigra y es un hombre el que se queda esperando en la tierra de origen. Y lo que empezó siendo una historia de amor en su origen se ha transformado con el devenir de los ensayos en la peripecia de una mujer sola que quiere mejorar, crecer, vivir... «Se trata de hablar de la emigración como algo que ocurre ahora, aunque nos hemos basado en las migraciones de principios del siglo XX, en las que participaban muchísimas mujeres, un 40%», releva García.
Ellas desarrollaron sus proyectos vivenciales al otro lado del charco en muchas ocasiones, como ocurre en este caso, y aquí dejaron mucho. Apela su peripecia al ayer y al hoy, apela incluso a la propia danza, puesto que es común que los bailarines emigren para formarse, para actuar. El suyo es también un continuo viajar por el mundo y por los escenarios. Y ellos, como los emigrantes, también vuelven a casa. «Esta mujer que emprende ese viaje sola está arropada por todas las mujeres que son las que se quedan en el pueblo», añade Estrella García.
Incluso el tipo de suelo en el que bailar ha llevado una larga trabajera
Nace el proyecto de una imagen, de una escultura en realidad, la de la 'Madre del emigrante', la lloca del Rinconín que mira con pena al mar en Gijón. A Ramón Oller le impactó esa imagen y siempre pensó en hacer algo con ella. Estrella y Miguel querían volver a trabajar con él, presentaron su proyecto al Premio Jovellanos a la producción escénica, obtuvieron el galardón y desde entonces no han cesado de transitar el camino. Ya en julio Oller estuvo en Gijón para ir echando a andar esta criatura que ha pasado por diferentes etapas de búsqueda y que está ya por fin en la fase de encuentro, con las coreografías sabidas e interiorizadas, la dramaturgia entendida y todos los demás acompañamientos listos para escuchar el 'prevenidos'.
Incluso el tipo de suelo en el que bailar ha llevado una larga trabajera, tanto como perfilar los personajes y darle forma a la narrativa. «Es algo muy teatral, tiene mucho peso la dramaturgia», señala Estrella García, sabedora del hándicap y el placer al tiempo que es contar sin disponer de la herramienta de la palabra. «El espectador nos tiene que acompañar, el cuerpo es la herramienta que hemos elegido, alguien dijo 'no lo bailaría si lo pudiese contar con palabras' y es porque lo que transmite el cuerpo va más allá de lo que transmiten las palabras, deja más espacio al artista, tienes que interpretarlo y el público debe estar dispuesto a hacer ese trabajo complejo», señala la bailarina y coreógrafa gijonesa, que dirige también su propia escuela de danza.
Con una danza muy del siglo XXI y una estructura muy contemporánea en el plano escénico se sirve un espectáculo que contará con música en directo, la de la catalana Marina Rossell y el asturiano José Ramón Feito. Ella estará interpretando con la guitarra y cantando y él con el piano, habrá partes que hagan juntas y otras en solitario y habrá músicas compuestas expresamente para el espectáculo y todas arregladas para la ocasión. Huelga decir que la banda sonora juega un papel crucial en 'Postales rotas'.
El Premio Jovellanos a la producción escénica, dotado con 21.000 euros, elige cada año un proyecto que ha de ser estrenado en el coliseo gijonés cuando llega septiembre. Así será este sábado.
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