«El teatro vive una adolescencia romántica»
El viernes llega al Palacio Valdés para dar vida al 'Edipo, a través de las llamas' de Paco Bezerra, dirigido por Luis Luque Alejo Sauras Actor
M. F. ANTUÑA
GIJÓN.
Jueves, 10 de noviembre 2022, 01:15
El Palacio Valdés de Avilés da la bienvenida este viernes a 'Edipo, a través de las llamas', una revisión del clásico griego obra de ... Paco Bezerra, con dirección de Luis Luque y que sube al escenario a Alejo Sauras en el papel protagonista. Mina El Hammami, Julia Rubio, Omar Zaragoza, Jiaying Li, Alejandro Linares, Diego Rodríguez y Eduardo Mayo completan el reparto de una propuesta joven y singular.
-¿Qué tiene de clásica y qué de contemporánea esta función?
-De clásico tiene el germen de la obra y de contemporáneo, que es una adaptación que está escrita de una forma muy actual. Paco Bezerra no sé como se las ha arreglado pero es clásico y contemporáneo a la vez, es algo muy curioso. La puesta en escena, la escenografía, el vestuario son también muy actuales.
«Esta profesión es tan efímera y con tantos altibajos que el miedo a que no suene el teléfono está en el ADN»
-¿Es muy cercano al lenguaje de los jóvenes?
-Sí. Cada vez que estamos en el escenario pienso cómo esto puede estar escrito hace 2.500 años y que sea tan contemporáneo a la vez, tanto en el texto como en la forma de expresarlo y hacerlo. En esta función le estoy cogiendo mucho más respeto a la dramaturgia del que ya le tenía.
-¿De qué manera nos apela a todos este Edipo?
-Cuando los textos sobreviven tanto tiempo es por el trasfondo que tienen, es por lo que cuentan, y esta función habla de asuntos vigentes, el hecho de defender a los tuyos, de sentir la responsabilidad de cuidar a tu gente, eso es algo universal. Y también lo es la búsqueda de la verdad, de por qué ocurren las cosas, de quién soy yo, de quiénes somos nosotros. Todo eso es algo que se planteaban mucho más los griegos de lo que lo hacemos nosotros ahora, pero que siempre ha estado vigente.
-Todos los personajes dejan mochila. ¿Este más?
-Deja mucha mochila porque es un personaje muy limpio, es un héroe y los héroes te hacen plantearte que tú no lo eres y eso siempre deja huella. Edipo llega hasta el final por conocer la verdad básicamente y hoy en día la verdad es algo que nos preocupa relativamente poco. De repente interpretar un personaje que lo que quiere es la verdad incluso aunque le perjudique a él o le pueda matar es algo que te hace reflexionar sobre ti mismo, hasta dónde llegar por el bien de tu gente.
-¿Qué pasó cuando le llamaron para ofrecerle un papel como este?
-Fue como 'vale, a ver, vamos a leerla'. Y sí, da muchísimo miedo. Cuando terminé de leerla, pensé 'dónde me estoy metiendo', hubo ahí un momento de '¿lo hacemos?' Y entonces pensé 'si no hacemos esto es que no somos actores, si has decidido dedicarte a esto es por este tipo de cosas, esto es por lo que has elegido esta profesión'.
-¿Cómo fue el proceso para crear el personajes?
-Es responsabilidad casi absoluta de Luis Luque.
-Algo habrá hecho usted.
-Todos ponemos nuestro granito de arena, pero para mí era tan grande el personaje y tan grande la función que nunca había hecho algo de esta envergadura, de modo que fui sincero y se lo dije: «Yo voy a declinar la responsabilidad de la creación del personaje en ti porque no estoy seguro de poder hacerlo. Me voy a aprender el texto y de lo demás te encargas tú' y así lo hice'. Luego aprendí que el proceso puede ser algo precioso y Luis supo llevarlo por un sitio muy bonito que era más de disfrute que de otra cosa. Pero hay momentos duros, claro, en los ensayos, porque Edipo pasa por momentos complicados y tienes que vivirlos con él. La función dura hora y cuarto, pero los ensayos son seis horas y los días que tocan escenas duras son seis horas de escenas duras y acabas exhausto, sobre todo si no sale.
-¿Cuál es la sensación ahora?
-Es una gozada. Es un placer llegar a cualquier plaza y hacer la función, ahora es cuando compensa y sientes que todo ha merecido la pena.
-¿El teatro siempre compensa?
-Sí, para mí es el trabajo más maravilloso del mundo. Lo único el horario... Si pudiera ser por la mañana sería mejor. Además ocurre que yo siempre he tenido unos compañeros maravillosos.
-¿Cambia mucho el chip del teatro a la pantalla?
-La creación es igual, cambia cómo lo pones en práctica. Pero en meterte en su piel, saber cómo piensa, intentar aportarle gestos, una personalidad propia más allá de la que te han dado en un papel para que coja vida, es lo mismo, no hay una gran diferencia. Pero sí que a la hora de rodar vas más a lo concreto, la cámara no está sentada en una butaca a cinco o diez metros, a la hora de interpretar la gestualidad cambia. Cada uno tiene cosas buenas y malas.
-¿En qué más anda metido?
-Ahora mismo poco más me puedo permitir. Tengo preparada otra función que estrenaremos el verano que viene y que es una comedia. Cambiamos un poquito de tercio, el cuerpo me lo pedía.
-¿Series?
-Tengo pendiente de estreno 'Express', que he rodado este verano y en la que interpreto al malo. Me gusta, lo he disfrutado mucho y creo que ha quedado muy bien.
-¿Dónde están las series españolas en este momento?
-Todo lo que estamos viviendo ha sido para bien, que haya más proyectos y trabajo para actores y actrices es estupendo. No sé cómo nos apañábamos con tres canales antes, esto es una maravilla, hace que se genere competencia y que los productos tengan que ser mejores. Sí me gustaría que algunas de esas plataformas fueran más locales, que no viniese todo del mismo sitio, que no todo fuera americano.
-¿El cine, qué?
-Imagino que sobrevivirá. Cuando se inventó el cine la gente se hizo esta misma pregunta sobre el teatro. El cine es una experiencia inigualable pero nos hemos acostumbrado a ver la ficción de otra forma. Los hábitos y los conceptos cambian, pero sobrevivirá.
-¿El teatro rejuvenece?
-Yo creo que el teatro vuelve a vivir una adolescencia romántica. Hay oleadas, de repente de comedia, de musical, de tragedias, pienso que está viviendo una época preciosa, las salas están llenas y se están haciendo muchísimas funciones.
-Con tanta oferta, ¿han superado los actores el miedo a que no suene el teléfono?
-El miedo está siempre. Cuando te dedicas a una profesión tan efímera, con tantos altibajos y con tanta y tan buena competencia, el miedo a que no suene el teléfono está en el ADN, es inherente a la profesión.
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