«Mi primera temporada en Gijón fue alucinante»
Vive su segunda temporada en los Rizing Zyphers Fukuoka de la segunda división japonesa, pero mantiene vivo el recuerdo del Gijón
Fran Gayo
Gijón
Miércoles, 27 de diciembre 2023, 00:59
El nombre de Moncho López (Ferrol, 1969) va indisolublemente ligado al del desaparecido Gijón Baloncesto. En la temporada 1998-99 logró el segundo ascenso del ... club gijonés a Liga ACB. Luego estuvo tres temporadas más en la máxima categoría. Y, posteriormente, dirigió a varias selecciones como España, Portugal y Angola, además de a conjuntos como Breogán, Caja San Fernando y Porto. Actualmente llevas las riendas de los Rizing Zephyr Fukuoka, conjunto de la B2, la segunda división del baloncesto nipón, donde cumple su segunda campaña. Su equipo marcha líder de la Conferencia Oeste, con la intención de meterse en los playoffs y luchar por el ascenso a la máxima categoría.
-¿Cómo surgió la opción de ir a Japón?
-En 2018 ya tuve una oferta de la Federación Japonesa por tres temporadas. Aquí querían un entrenador con experiencia en selecciones. De aquella yo tenía contrato en Oporto y no llegamos a un acuerdo. Pero mantuve el contacto con Japón y hace un par de años me hablaron de este club de segunda división. Al principio tenía alguna reticencia por desconocimiento. Hice una entrevista con el presidente y el general manager en la que me explicaron el proyecto. Me gustó mucho, les vi mucha ambición, me conocían mucho y, cuando ya vi que no seguía en Oporto, hablé con ellos y firmé un contrato por 2+1 años.
JUGADOR JAPONÉS«Es muy trabajador y disciplinado, pero tiene un ego fuerte y hay que manejarlo bien en el tiempo» ETAPA EN GIJÓN« Me transmitieron mucha ambición. Les propuse fichar a Scola y a Townes y lo hicieron»
-¿Cómo se siente?
-El año pasado fue muy duro. Pagué la novatada de llegar a Japón. No había hecho yo el equipo, estaba poco estructurado y perdimos muchos partidos. Este año el presidente me dio mucha capacidad de contratación y yo fiché a los tres extranjeros y traje cinco nacionales nuevos. El equipo está muy bien. La verdad es que estamos por encima de las expectativas.
-¿En qué le está influyendo su paso por Japón?
-Me ha cambiado la manera de pensar en muchas cosas, porque se juegan muchos partidos en la temporada, lo que conlleva muchos análisis tácticos y pocos entrenamientos, y se piden muchos tiempos muertos. El sistema de competición me obligó a cambiar mi microciclo de trabajo. Hay que trabajar mucho como entrenador la cabeza y las emociones. Aquí no hay que ser muy temperamental. Tienes que tener una comunicación con mucho control emocional. El jugador japonés es muy trabajador y disciplinado, pero tiene un ego fuerte y hay que manejarlo bien en el tiempo y momento.
-Incluso tuvo una experiencia diferente con los árbitros.
-En Japón tienes que ser muy respetuoso con los árbitros. El año pasado me pitaron tres técnicas: una insospechada por reñir a un jugador mío y dos en otro partido que me descalificaron. Por esa descalificación me sancionaron un partido y además tuve una reunión por Zoom con el Comité de Disciplina de la Federación para pedirme explicaciones. Obviamente me arrepentí.
-Se ha convertido en un apasionado de la cultura japonesa...
-Sí, estoy muy contento deportivamente, pero sobre todo a nivel social. Mi mujer y mi hija son muy felices aquí. Yo solo vi a mi mujer tan feliz en otro sitio, que fue en Gijón. Nos gusta mucho el orden y la armonía que hay aquí, es un país muy limpio, sin delincuencia y con ciudades muy humanizadas. En una cafetería puedes dejar el móvil o el ordenador en la mesa e ir al baño, que no pasará nada. Luego el tema cultural es muy interesante y el país a nivel geográfico es precioso. Y luego está el tema de la comida, que me encanta.
-Trece años en el FC Porto. ¿Qué significa para usted?
-Es el club de mi vida. El Gijón Baloncesto fue muy importante en mi carrera. Fue una experiencia fabulosa a todos los niveles, logrando el ascenso con el presupuesto más bajo de la LEB Oro. Pero el Porto es otra dimensión. Soy muy fan del club en otras secciones. El club, en un momento dado, suspende su equipo profesional y cojo un equipo sub 20 con el que logramos el ascenso a Primera División. Luego somos campeones en Primera con la base de ese equipo. En el Porto tuve contacto con gente preparadísima. He tenido la experiencia de entrenar a un club con el mismo nivel de estructura de un Real Madrid o un Barcelona. Su presidente, Nuno Pinto da Costa, es uno de los mejores presidentes de la historia del deporte mundial. Creo que gané 17 títulos con el Porto.
-Lleva desde el 2007 sin dirigir en España. ¿Lo echa de menos?
-No. Cuando estaba en España me parecía lo único que había. Obviamente el baloncesto de España es el mejor, la ACB es la Liga más táctica del planeta. Y sigo mucho la LEB Oro, que es una Liga que me fascina. Pero yo no he parado, he competido en Europa, he entrenado a la Selección de Angola y jugado la final del campeonato africano contra Nigeria, estoy jugando ahora en Japón contra jugadores de la NBA. Tuve mucha suerte, entrené muy joven en la ACB, luego en la Selección Española. Le soy honesto: hay baloncesto en otros sitios y estoy muy feliz. Obviamente me gustaría volver a la ACB o incluso a la LEB Oro, donde hay proyectos a los que les guiño el ojo.
-¿Qué recuerdos tiene de Gijón?
-Me ficharon porque iban tarde, con el presupuesto más bajo de la categoría. Recuerdo una entrevista con el presidente José Ramón González y otros directivos. Me transmitieron mucha ambición e ilusión. Yo les propuse fichar a Scola y a Townes y lo hicieron, confiaron en mí. Mi primera temporada en Gijón fue alucinante. Nadie daba un duro por nosotros, pero logramos jugar un baloncesto tremendo en la recta final de la temporada. Luego están las permanencias dos años seguidos en los últimos partidos contra Manresa y Alicante. Mucho cariño de los aficionados. El último año sobre todo vi que el equipo no nos daba para salvarnos. Y de allí me voy para la Selección Española como ayudante de Javier Imbroda.
-¿Sigue el baloncesto asturiano desde la distancia?
-Fundamentalmente al Alimerka Oviedo. Tengo mucho contacto con Javi Rodríguez. Me parece un entrenador brillantísimo. Es una pena lo que me llega del baloncesto en Gijón.
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