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Un Unicaja desnortado cae con estrépito ante el Alicante
La marcha de Frey le pesó como una losa a un Unicaja voluntarioso pero muy desacertado
fran gayo
Sábado, 29 de enero 2022, 20:24
El Unicaja Banco Oviedo acusó en demasía una semana complicada con la marcha de Harald Frey y los problemas físicos de Hervé Kabasélé y Mathieu Kamba, para verse arrollado por el HLA Alicante en el primer partido de la segunda vuelta. Ni siqueira el refuerzo de última hora de Paul Jorgensen sirvió para tapar las carencias del equipo ovetense, que vio como entre Simmons y Matulionis (46) metían casi tantos puntos como todo el Unicaja (58).
El base es un puesto clave y determinante en el baloncesto. Sin Harald Frey, ya en Göttingen, el Unicaja se vio sin rumbo, deambulando por momentos por el parqué de Pumarín. Los jugadores le pusieron todas las ganas del mundo, pero ya no estaba el destronado rey noruego. Alonso Meana no tuvo fortuna ni en sus lanzamientos ni en sus decisiones, mientras que Alberto Martín ofreció unos minutos horrorosos antes de poner rumbo probablemente a Orense.
Unicaja Banco Oviedo
A. Meana (2), M. Kamba (9), H. Kabasélé (1), J. Xavier (10) y S. McDonnell (14) – cinco inicial – P. Jorgensen (5), A. Martín (0), O. Arteaga (9), A. Bartolomé (3), A. Elechi (1) y R. Lobaco (0).
54
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77
HLA Alicante
W. Cabral (8), J. Van Zegeren (5), O. Matulionis (20), G. Simmons (26) y C. Noguerol (0) – cinco inicial – G. Arcos (5), F. Pilepic (3), P. Llompart (3), J. Pitts (4) y A. Menzies (3).
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Parciales 16-26, 12-14, 19-17 y 7-20.
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Árbitros Paula Lema, Jesús Martínez y Jorge Caamaño. Eliminado por personales Van Zegeren.
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Incidencias 1.100 espectadores en el Polideportivo de Pumarín.
El propio Meana y Xavier salieron en el quinteto titular en lugar de Frey y Martín. Precisamente el caboverdiano anotó su primer tiro, un triple, importante para coger confianza. Pero el Alicante también mostraba los dientes con las muñecas diabólicas de Matulionis y Simmons (5-13). Natxo Lezkano pedía un obligatorio tiempo ante la pasividad de sus hombres, realmente aletargados. La reacción azul no se hizo esperar con un parcial de 5-0. Arteaga llevaba el bastón de mando en el ataque ocebista, mientras McDonnell comenzaba a sacar petróleo en el rebote ofensivo. De todos modos, faltaba aún consistencia en ambos lados de la canasta, lo que le permitía al Alicante seguir mandando en el tanteador (12-20). Gerel Simmons, máximo anotador de la segunda división alemana la pasada temporada, demostraba el porqué de su peligro frente al aro contrario. Un triple de Llompart servía para que el Alicante doblara en el marcador al Unicaja en un primer cuarto con claro color levantino (13-26).
Natxo Lezkano buscaba una chispa que hiciera revivir a su equipo. Para ello metió a jugadores que, por unas causas u otras, apenas han disfrutado de minutos en lo que llevamos de curso como Raúl Lobaco o Anthony Elechi. Los porcentajes de tiro del Alicante descendieron, pero al Unicaja le costaba encontrar referentes ofensivos, hasta el punto de que el parcial del segundo cuarto era ridículo: 3-2 en casi 6 minutos jugados (19-28). Los locales seguían totalmente reñidos con el aro, si bien es cierto que tampoco salía nada con un balón esquivo con las intenciones del Unicaja. Arteaga, como buen capitán, intentaba que el barco siguiera a flote, pero había demasiadas vías de agua (22-34). Debutaba Paul Jorgensen, que recibía la alternativa de Jeff Xavier a 2:44 para el descanso. Un triple suyo, ya en el último minuto del primer tiempo, hacía que la desventaja bajase de los 10 tantos, aunque Simmons, con un nuevo acierto desde 6,75, dejaba las cosas en el 28-40 que campeaba al intermedio.
Comenzaba la segunda mitad con un Unicaja aún más metido en defensa, la única fe a la que agarrarse para remontar partidos de esta enjundia. Un par de acciones de Arteaga y Kamba eran seguidas por un triple de Xavier para un parcial de 7-0 que ponía a los carbayones a tan solo 5 puntos (35-40). Pero la fortuna seguía favoreciendo al Alicante como en un triple sobre el final de la posesión de Matulionis o en balones sueltos que caían en manos de los hombres de García de Vitoria. Los visitantes devolvían el parcial, en esta ocasión un 0-8 a favor de sus intereses. Hasta Cabral se sumaba a la fiesta del triple de Alicante, evidenciando que no era un día propicio para el Unicaja (40-54). Los ovetenses cuentan con un gladiador llamado Sean McDonnell, que se siente muy cómodo en situaciones hostiles. Cinco puntos suyos insuflaron nuevas esperanzas a una afición que animaba como siempre (47-57).
Las ganas del ala-pívot californiano y los buenos detalles dejados por un Jorgensen recién aterrizado, fueron de largo lo mejor de un partido para olvidar por parte del Unicaja, que se vio ametrallado por el Alicante (17/31 en triples para los visitantes). Toca levantarse mientras se espera por la llegada de dos nuevos fichajes, ya que el calendario no se detiene y el próximo miércoles el Unicaja visita al Juaristi ISB.