Pelayo Sánchez | Ciclista del Movistar Team

«Me gustaría otra victoria en la 'Vueltina', pero por qué no ir a por la general»

–¿Cuántas veces ha subido esta cuesta en bicicleta?

–Todos los días me toca subir, siempre hay que guardar un poco de fuerza para el final y gracias a ella soy escalador hoy en día.

–Imagino que lleva peleando con ella desde muy pequeño.

–En el pueblo, o para moverte por los cercanos, lo mejor es la bicicleta. Para ir a jugar al fútbol con los amigos de aquí o de otro sitio era el vehículo ideal. Así empecé a andar en bici, porque jugando al fútbol era bastante malo. Me apunté con diez años y hasta hoy.

–¿Jugó en algún equipo?

–No. Donde lo pasaba realmente bien era reventándolos hasta llegar a los partidos. Luego me tocaba sufrir.

–¿Dónde empezó?

–Empecé con diez años en la peña ciclista Manzanillo, en Oviedo, con Monchi. Un vecino corría allí y teníamos pique. Me dijo que había niños que corrían más que yo y le dije que había que ir.

–Estuvo en la MMR Academy con Bejamín Noval y Samuel Sánchez. ¿Cómo de importante fue ese paso?

–Para mi paso a la etapa juvenil, también de cadete de segundo año, estuve allí. Desde que se fundó. Sigo manteniendo relación con ellos, fue un antes y un después en cuanto a material y calendario. Pude mejorar y aprender mucho.

–¿Qué le enseñaron?

–Estás muy perdido, eres un chaval y no tienes ni idea de nada. Ellos ponen orden y las ideas claras en esa cabeza de adolescente. Benja es un gran director, sabe mucho y sigue formando corredores. Ya han sacado cuatro o cinco profesionales. Y Samu es un grandísimo campeón y sigo entrenando con él día a día. Como en todos los deportes, hay lectura de carrera y algo innato, tienes que aprender a afinar ese olfato. Tener un director como Benja te ayuda, pero al final es la intuición.

–¿Cuándo se ve escalador?

–Desde bien pequeño era de los más menudos. Di el estirón con 18 o 19 años y no me quedaba otra que aprovechar la oportunidad cuando la carretera se ponía para arriba. En el llano tenía que ir escondido entre el pelotón y que me diera poco el aire.

–¿Qué supuso su estancia en el Burgos-BH?

–Pasas de amateur a profesional, calendario pro, corres carreras con esa gente que veías por la tele y al principio estaba un poco con síndrome del impostor. No te lo acabas de creer, no quieres molestar, vas un poco atrás, dejando huecos y poco a poco vas metiéndote en carrera y compitiendo. Esos equipos tienen una labor fundamental en darles una primera oportunidad a los corredores jóvenes.

–Ahora está en el mejor equipo español.

–Tuve la fortuna de hacer un buen año y poder fichar por un equipo de élite. Es un paso más: calendario más internacional, compañeros mejores que te hacen exprimirte un poco más, entrenadores que saben mucho, directores... todo está elevado un poco más.

–Esta vez ya no dejaba huecos.

–Correr de azul ayuda un poco a ir más uniformados y en cabeza.

–Su primera victoria fue el pasado año en la Vuelta a Asturias.

–Fue mi primera victoria como profesional, pero tiene un componente emocional importante por conseguirla en casa. Siempre digo que es muy especial. No sé lo que vendrá en el futuro, pero esa nunca la voy a olvidar.

–¿Con qué expectativas llega a la ronda asturiana?

–El año pasado la victoria fue un poco de sorpresa. Me gustaría repetir victoria de etapa, pero por qué no intentar la general. Eso sí, consciente de que todo el mundo va muy rápido y va a ser difícil.

–¿Le gusta el recorrido?

–Excepto Ribadesella, es la zona por la que entrenamos. La primera etapa es la más dura, otros años era el Acebo. Dureza no le falta, con esa ascensión al Cordal y todo lo que viene antes. Para sorprender, cualquier etapa es buena. Tenemos terreno duro y sinuoso.

–Una de las salidas es desde Ribera de Arriba, su concejo.

–Correr en Asturias siempre es especial, pero si sales de casa es un componente extra de motivación.

–Este año corre el Giro. ¿Cuál será su rol?

–Llevamos un equipo pensado en torno a Fernando Gaviria, esprinter de nivel mundial, y un grupo un poco más de escaladores. Nairo Quintana sería un líder muy sólido, pero una lesión no sé si le permitirá estar al 100%, aunque corredores de esa calidad siempre lo hacen bien. Siempre está la incógnita de si estará para la general o ese grupo de escaladores tendremos más libertad para intentar ir a por fugas.

–¿Se ve ganando una etapa?

–Es la idea de los 180 corredores que tomamos la salida. Soñar es gratis, hay que ir a por ello.

–¿Volverá a la Vuelta a España?

–El calendario va por bloques y en mi equipo estamos teniendo un montón de bajas. Siempre hay que estar abierto a cambios, veremos al final lo que ocurre.

–Sería una pena para el público. El pasado año hizo una gran carrera, sobre todo en el norte.

–Correr en Asturias me presta, es siempre lo máximo. La Vuelta se me da bien, es dureza, calor, tres semanas, la última semana siempre me encontré bien. Me gustaría hacerla, pero teniendo ahora el gran objetivo del Giro, una nueva grande para mí... Ver veremos si el equipo cuenta conmigo y si tengo piernas para hacer una segunda grande, que esa es otra.