Ana Cristina Aguado: 63 años sin freno

«La primera competición fue de diez kilómetros cuesta arriba, que me prestaron muchísimo. No pude adelantar a mi rival italiana hasta los últimos kilómetros, pero al final lo conseguí y llegué primera a meta. La verdad un fue una carrera que me encantó», afirma la veterana corredora del Principado. Pero no se quedó ahí. Solo dieciséis horas después, esta médica de profesión arrancaba la prueba más exigente. «Pagué el esfuerzo, no me dio tiempo a recuperar», reconoce. «Fui controlando todo el tiempo porque me encontraba con fuerzas, pero no pude seguir el ritmo de la francesa. No pude con ella», añade.

Los resultados alcanzados en este 2022 no son una anécdota. De hecho, el año pasado, en Val Tramontina, la atleta asturiana logró el oro en el Europeo de trail y la plata en el Campeonato de Europa de carreras de montaña. Ana Cristina Aguado fue, en esta ocasión, la única representante asturiana en el Europeo, a la que acompañaron otros veinticuatro corredores españoles, procedentes principalmente de Cataluña, Madrid, Murcia y Castilla y León.

Nadie atina a descubrir en la calle que esta mujer que pasa desapercibida mientras se entrena, cuyo rostro apenas trasluce el cansancio acumulado, vive su pasión y traspasa cada día sus límites. Su agenda está repleta. El pasado fin de semana ganó la Resistencia Reino Astur de Nembra en la categoría de Veteranos C y su próximo reto está marcado este domingo con el Trail Monte Naranco, en Oviedo, justo antes de afrontar el Mundial de montaña, que tendrá lugar en la primera semana de septiembre en Irlanda.

Una carrera que ya prepara bajo la supervisión de su entrenador Marcos Peón. «Entrenó todos los días una hora u hora y media. Tengo claro que se necesita una constancia. No vale trabajar un día sí y otro no», asegura. Sin embargo, la ola de calor que Asturias ha experimentado estas últimas semanas no le ha puesto las cosas nada sencillas. «Estos días estoy procurando levantarme pronto. A las 5.30 ya estoy en pie para ir a correr antes de marchar a trabajar».

Porque tampoco su trabajo de médica de familia le impide perderse la rutina habitual. Eso sí, lo hace de una manera un tanto diferente. «Cuando tengo guardias de 24 horas es imposible salir a correr, por lo que en las visitas a domicilios procuro subir escaleras y hacer otra tipo de cosas. Hay que adaptarse». Ni la edad, ni el calor, pueden frenar el ímpetu de esta deportista turonesa.