La asturiana Alana Romero, doble campeona de España de tiro con arco

Del prolijo botín medallista astur, dos de los oros llevaron la rúbrica de una de las mayores exponentes de la cantera regional, Alana Romero (Avilés, 2011), doble campeona de España en esta edición. Individualmente se abrió paso hasta el oro en la especialidad de arco recurvo sub 15, y, a nivel colectivo, alcanzó igualmente el más preciado metal en la prueba por equipos femeninos sub 15, concluyendo su participación con la plata por equipos mixtos sub 15. Unos resultados que alimentan su ya nutrido palmarés de medallas nacionales, del que ya dan fe las seis preseas que hasta la fecha adornan su laureado currículo: tres oros, dos platas y un bronce.

Unos éxitos que son el resultado de los más de ocho años de viaje en la práctica del tiro con arco y de las muchas horas de dedicación en su club, el Arkeros Corvera, al que pertenece desde hace más de seis años. Alana recuerda haber empezado «un poco por casualidad», cuando una amiga y su padre la animaron a ir con ellos a probar a practicar un nuevo deporte, y pone en valor los notables resultados obtenidos por la representación asturiana. «Es un orgullo ver a mi comunidad, pese a ser tan pequeña, demostrar que tiene el nivel suficiente para estar entre las tres mejores de España».

Su desempeño en la competición estuvo muy por encima de cualquier expectativa inicial que pudiese albergar y su cosecha de metales fue inesperada. «Salió de cine», asegura, emocionada, esta tiradora, que se define como «más de recurvo que de compuesto» y que, en mixtos, no se esperaba ni tirar. Una humildad que no está reñida con dejar volar sus sueños hacia lo más alto: «Me gustaría formar parte del equipo nacional y acudir a algún Campeonato de Europa o a una World Cup, así como tener la oportunidad de estar en un centro de alto rendimiento».

Ilusiones por doquier para este talento emergente, que, además, con una madurez impropia para su edad, ha hecho del tiro con arco una filosofía de vida, dándole el significado de ser «un deporte con el que aprendes a controlar tu mente ante cualquier situación de tu vida, a controlarte a ti y a tu cabeza, y evitas que sea al contrario y te controle ella a ti».

Por ahora, quien tiene de su mano dicho control es la propia Alana y, mientras sea así, los metales y distinciones irán acompañando la trayectoria deportiva de una excelente tiradora cuyo techo en este deporte aún se está por descubrir.