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José Fernando Galán
Lunes, 14 de marzo 2016, 16:42
"Todos estamos destrozados". Ese es hoy el sentir del fútbol asturiano y de todo el deporte regional. Numerosos jugadores, técnicos, y directivos se dieron cita hoy en el Tanatorio Avilés, en la sala número 7, para despedir a Hugo Suárez, el joven de 28 años que ayer falleció de forma repentina de un ataque al corazón mientras su equipo, el Llaranes, disputaba un partido de Primera Regional contra el Miranda.
En contexto
El triste suceso ha dejado desolada a la familia, que hoy se ha sentido incapaz de recibir a amigos y conocidos, por lo que ha sido Gonzalo Peral, presidente del Llaranes, quien se ha encargado de atender a las visitas y les ha trasladado el estado de abatimiento del entorno de Hugo.
Por el lugar se pasaron numerosos rostros conocidos como Maximino Martínez, presidente de la Federación Asturiana de Fútbol, y el exárbitro Manuel Enrique Mejuto González. Por su parte, el responsable de Relaciones Instituacionales del Sporting, Enrique Castro 'Quini' se acercó al tanatorio por la tarde. El exfutbolista se mostró especialmente afectado, ya que Hugo Suárez jugaba en el Llaranes, barrio en el que el mítico exjugador rojiblanco dio sus primeras patadas al balón y en el que pasó su infancia y adolescencia. Además fue donde comenzó su trayectoria como futbolista cuando el club se llama Bosco Ensidesa. A Avilés también llegó el pésame del Real Madrid, a través del homólogo de Quini en la entidad blanca, Emilio Butragueño.
El entrenador del Miranda, Juanjo Angulo, compañero de trabajo del joven, continúa sin creérselo. Le tocó vivir la tragedia de su amigo muy de cerca. Lo vió acercarse al banquillo a pedir ayuda y luego desplomarse. "Hicieron todo lo que pudieron por él y lo hicieron muy bien, pero por desgracia no había nada que hacer", aseguraba hoy. Al margen del aspecto deportivo, Angulo era compañero de trabajo de Hugo en la planta de Fertiberia de Trasona. "Allí era como en el campo, un chico alegre y metódico, un chaval que se hacía querer. Le tocaba trabajar anoche y me tocó a mi llamar al director, Jesús Alberto González, y dar la noticia a los compañeros. Todos estamos destrozados", concluyó.
El de Hugo, un previsible problema de corazón «indetectable» previamente
La muerte de Hugo Suárez se produjo de manera casi repentina, sin que nadie de los presentes en el campo del Miranda tuviera tiempo a reaccionar, ni siquiera los médicos que llegaron en apenas cuatro minutos. Según el responsable de la Unidad Regional de Medicina Deportiva, Nicolás Terrados, los fallecimientos súbitos en el deporte suelen estar relacionados con el corazón, aunque también puede deberse a problemas arteriales o cerebrales. Terrados, que ha lamentado la tragedia, explica que en los casos en los que tras la muerte se debe a un fallo del corazón éste puede deberse a un componente genético, pero también a una infección previa o a una malformación. En todo caso, recalca, se trata de complicaciones muy difíciles de detectar. Aún así, un electrocardiograma puede alertar de la situación e incitar a un médico a solicitar la realización de pruebas de mayor profundidad.
Según Terrados, aunque el porcentaje de casos indetectables es pequeño, es aconsejable, para las personas que hacen deporte y, sobre todo, de competición, que realicen reconocimientos médicos que incluyan un electrocardiograma. A pesar de que la edad no es determinante, sostiene, a partir de los 40 años, estos controles deben llevarse a cabo con mayor frecuencia.
El funeral por Hugo Suárez es mañana martes a las 17:00 horas en la iglesia parroquial de Trasona.
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