«Estoy arrepentido y me gustaría pedir disculpas al árbitro por la agresión»

El partido de Primera Regional entre el Guillén Lafuerza y el Real Juvencia, disputado en el Díaz Vega en la tarde del domingo, se vio interrumpido por la agresión de un jugador local al colegiado. Álvaro González, árbitro de la Delegación de Nalón, se recupera en su domicilio del puñetazo recibido en la cara, pero sobre todo del susto. El colegiado, tras el golpe, tuvo que ser trasladado a Urgencias del HUCA, servicio que abandonó pasadas las nueve de la noche. Sin embargo, en la mañana de ayer, volvió a ser atendido en un centro hospitalario, puesto que sentía molestias en el lado izquierdo de su cara, en el que recibió el puñetazo, según explicó Marco Santurio, presidente del Comité Técnico de Árbitros. Ya se encuentra descansando en su casa, «aunque todavía un poco dolorido».

Gabriel Isaías Alegre, el jugador del Guillén Lafuerza autor presuntamente de la agresión, asegura que se dio cuenta del error «en el momento que le di». «A continuación me giré y me fui», explica. La acción se produjo «después de que nos expulsaran a dos jugadores por protestar», dice. El tono de la discusión se elevó: «Me calenté y le solté un manotazo». Está arrepentido de la acción. «Cometí un error y no hay justificación posible. Me gustaría pedirle disculpas al árbitro porque las cosas no son así», subraya.

Gabriel Isaías llegó a Asturias en edad cadete, es de nacionalidad paraguaya y tiene 24 años. Ha lucido la camiseta de equipos como el Vallobín, Lugones, Madalena Morcín, Beredi y Guillén Lafuerza. En este último club lleva casi cuatro años. Asegura que nunca ha protagonizado un incidente que se pudiera asemejar a este. De hecho, varios excompañeros consultados mostraron su sorpresa con lo ocurrido, ya que aseguran que es un chico callado y tranquilo. De todos modos, coinciden en que cometió un error.

El Guillén Lafuerza dio la baja al jugador tras el partido. Gabriel entiende que «es la decisión correcta porque eso no se puede permitir». «Hablé con el presidente y le dije que lo entendía», reconoce. Sabe que no podrá volver a jugar, por lo menos, hasta la temporada que viene. Le gustaría volver a los terrenos de juego como futbolista, aunque es consciente de que le caerá «una sanción gorda». Por el momento, el colegiado de la Delegación del Nalón no ha recibido por ahora la llamada de Gabriel.

Marco Santurio confirma que el acta del encuentro, el parte médico del colegiado y la denuncia interpuesta a título personal por Álvaro González ya están en manos de la Federación Asturiana de Fútbol. «Es a quien le corresponde decidir la sanción para el jugador», apunta. De esta forma, hay dos vías. Por un lado, se tomarán decisiones desde la justicia federativa y, por el otro, desde la ordinaria.

Álvaro González tardará en olvidar la agresión. Todavía prefiere no hablar «ya que se encuentra convaleciente de la agresión», explica el presidente del Comité Técnico de Árbitros. «Emocionalmente está un poco afectado, es normal. Pero está recibiendo muchos ánimos por diferentes partes y seguro que no se le olvidará, aunque se le pasará pronto», afirma. De todos modos, Santurio tiene claro que el colegiado seguirá ejerciendo: «No tiene ninguna duda, me lo dijo tras el golpe. Yo tampoco lo dudaba».

«De vez en cuando suceden este tipo de hechos lamentables. Yo creo que en Asturias podemos decir que se trata de algo aislado. Siempre estaremos expuestos a que ocurran estas cosas. Lo que necesitamos es que se espacien en el tiempo y que poco a poco lo vayamos desterrando», reflexiona. «La inmensísima mayoría del fútbol asturiano son personas comprometidas que destierran este tipo de actos, pero aisladamente, de vez en cuando, nos encontramos con estas circunstancias», puntualiza Marco Santurio.

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