Gijón marca distancia en La Llorea
Los jugadores locales lideran la clasificación en el Desafío Gijón-Oviedo de categoría sénior, en el que aspiran a repetir victoria
El Desafío Gijón-Oviedo, de categoría sénior lleva camino de convertirse en un clásico, ya que pocos torneos son tan seguido por los aficionados asturianos ... como este. Una prueba en la que desde 2000 y, gracias al Club Albatros, organizador del trofeo, el deporte asturiano añade una nueva disciplina a la ya de por sí importante lista de competiciones en las que rivalizan las dos principales ciudades del Principado.
Ayer arrancaba su cuarta edición, que cuenta el patrocinio del Ayuntamiento de Gijón, Coral Golf y EL COMERCIO, en el campo municipal de La Llorea. Como en anteriores ediciones, la formación de Gijón, capitaneada por Jorge Medina, tomaba distancia sobre su rival, abriendo el camino para mantener su hegemonía en el torneo, en el que se mantienen invictos. Al término de la primera jornada, la formación local manda en la clasificación provisional haciendo buenos los pronósticos y aventaja al equipo visitante en ocho puntos (11-3).
La lluvia recibió a los participantes a primera hora de la mañana en La Llorea, aunque poco a poco fue convirtiéndose en un acompañante intermitente durante el desarrollo de la competición. Esa circunstancia no deslució en absoluto el torneo ya que apenas deslució el juego y no alteró en demasía el estado de los greens.
No faltaron las tradicionales fotos de cada equipo y antes de las nueve de la mañana, los primeros golfistas estaban preparados en el 'tee' del hoyo uno para entrar en juego. La motivación y el buen golf hicieron el resto para que fuese una jornada perfecta. Se disputó en modalidad de 'fourball', por lo que las catorce parejas de cada equipo entraron en juego, aunque en esa edición no estaban agrupadas por hándicap, ya que este curso no existe la limitación alguna a ese respecto.
Las primeras parejas finalizaban los 18 hoyos poco después de la una de la tarde y, aunque los resultados del torneo podía seguirse de forma virtual, los primeros puntos comenzaban a ser definitivos en los casilleros de cada equipo. La formación de Oviedo igualaba el marcador al término de la sexta partida y el torneo prometía igualdad.
Sin embargo, desde ese momento los jugadores del equipo de la capital asturiana se vieron incapaces de sumar una nueva victoria parcial en sus respectivos enfrentamientos, en los que el buen juego de los golfistas locales, con el aval que supone conocer mejor el recorrido, les situaban más cerca de revalidar su dominio en la competición.
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