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En lo más alto del podio por obra y gracia de Toyota

D. S. DE CASTRO

LE MANS.

Lunes, 17 de junio 2019, 01:04

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El piloto asturiano puso la rúbrica perfecta a su título con una victoria en las 24 Horas de Le Mans de la manera más inesperada, aunque como advertía en las jornadas anteriores, lo tenía en su mano.

Aunque la importancia de este galardón en comparación de una nueva victoria en Le Mans podría dar para mucho debate, lo cierto es que oficialmente Fernando Alonso ya puede presumir de tener un título mundial fuera de la Fórmula 1 y posterior a haber disputado ese campeonato. Él mismo se encargó de recordar días antes que en su historia deportiva ya se glosaba un Mundial previo al 'gran circo', el que levantó en 1996 como piloto de karting, con lo que este del WEC, obtenido 23 años después de aquel y 13 después del último de Fórmula 1 le sirve como un buen final para su historia con Toyota.

Sin desmerecer la labor de Alonso, sería negar una evidencia de que ha caído en el momento perfecto en el mundo de la resistencia para ser el más firme candidato al título. La retirada progresiva de Audi y posteriormente de Porsche, y el gran trabajo realizado por los hombres de Toyota han hecho que el TS050 sea el bólido de mayor superioridad frente a sus rivales que jamás ha pilotado Alonso. Lejos de hablar mal de su trabajo, ha sido todo lo contrario: ha tenido que batallar muy duro contra un coche exactamente igual que el suyo, con pilotos mucho más formados que él en los prototipos.

Alonso, como siempre que afronta un reto, lo asumió con gusto y ganas de mejoría. Los números hablan: cinco victorias, dos segundos puestos y una descalificación en una carrera que había ganado en pista.

Los próximos retos

Finalizada su etapa como piloto de Resistencia, o al menos aparcada porque ha dicho que volverá en un futuro a correr en Le Mans, ¿qué hará? Hay una palabra que está sobrevolando su cabeza desde principios de este año: Dakar. No es su primer objetivo, ya que el agrio sabor de boca que le dejó la última edición de las 500 Millas de Indianápolis le obliga a volver para quitárselo, pero no descarta dar un salto al vacío como supone semejante reto. Tendrá buenos profesores, y su vinculación con Toyota no se perderá, pero el Dakar no hace prisioneros y por muy buen coche que lleve aquí, las múltiples dificultades de esta prueba convierten el reto en mayúsculo. Y tampoco habría que descartar una vuelta a la Fórmula 1. Más un deseo que un proyecto, esa puerta nunca se cerró del todo, y no faltan candidatos a llamarle para que regrese al 'gran circo'.

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