El Ayuntamiento trabaja desde el sábado en traer a Gijón el Open ATP 250 de Tel Aviv

Gijón, que el pasado mes de marzo perdió la puja con la ciudad israelí para hacerse con la licencia de la suspendida Kremlin Cup de Moscú, ha vuelto a llamar a las puertas de la ATP con el objetivo de que el torneo se pueda celebrar en la ciudad entre los próximos 5 y 11 de noviembre. El máximo organismo rector del circuito profesional masculino decidirá mañana si acepta el ofrecimiento gijonés.

El éxito organizativo, tanto en el plano deportivo, como en el económico y de asistencia de público del primer Open celebrado en la ciudad en octubre de 2022 convierten a Gijón en una firme candidata. Con esta carta de presentación, Gijón quiere que la ATP opte 'in extremis' por trasladar la celebración del torneo en lugar de suspenderlo, a menos de un mes para su disputa. Fuentes conocedoras de las gestiones realizadas aseguran que de no haberse ofrecido la posibilidad de mover el torneo a Gijón, la ATP ya habría optado por la suspensión de esta cita del calendario.

Cabe recordar que la puesta en marcha del primer Open en Gijón el año pasado ya se produjo con unos plazos muy cortos. La ATP anunció a finales de julio la concesión y el torneo se celebró entre el 8 y el 16 de octubre, con poco menos de tres meses de plazo para una primera organización, cuyos buenos resultados son ahora la mejor garantía para volver a intentarlo en una situación de más urgencia.

El Ayuntamiento de Gijón ya ha trasladado a la ATP el compromiso municipal de destinar una partida de 1,2 millones de euros para la organización del Open, la misma cantidad que en la ocasión anterior, cuando el torneo gijonés dispuso una bolsa de premios de 650.000 euros y contó con un cuadro de jugadores que superó todas las expectativas iniciales, con tenistas de la talla de Andy Murray, Dominic Thiem, Sebastian Korda, Tommy Paul, Andrey Rublev, Roberto Bautista, Feliciano López y el gijonés Pablo Carreño.

En esta ocasión, si el ATP 250 vuelve a celebrarse en Gijón lo hará un mes más tarde que entonces, con el inconveniente de que coincidirá con el Moselle Open de Metz (Francia). Esto puede dificultar la participación de los jugadores de mayor nivel. Sin embargo, al estar enmarcado entre el Master 1000 de París (del 30 de octubre al 5 de noviembre) y las ATP Finals de Turín (del 12 al 19 de noviembre) y ser uno de los últimos torneos del calendario también puede ser una buena ocasión para aquellos que quieran sumar puntos de cara a entrar en las finales.

De hecho, la primera edición del Tel Aviv Open, celebrado en las mismas fechas del año pasado, contó con el concurso del actual número uno mundial Novak Djokovic. El serbio se proclamó campeón de una cita a la que acudió en una temporada atípica en la que no pudo participar en varias citas, como los abiertos de Estados Unidos y Australia por no estar vacunado contra el covid.

Se da la circunstancia de que Tel Aviv y Gijón fueron dos de las ciudades que en 2022 disfrutaron de las seis licencias por un año que la ATP otorgó de manera excepcional para cubrir el hueco dejado en el calendario por la suspensión de la gira asiática ese año por el coronavirus. Recuperadas para 2023 los torneos en Asia, la ATP abrió la puja para cubrir la vacante que dejaba la Kremlin Cup de Moscú, suspendida tras la invasión de Ucrania por Rusia, con una nueva licencia anual.

Gijón fue una de las opciones que manejó la ATP ya que la Federación Española, después del éxito organizativo del Gijón Open celebrado en el Palacio de los Deportes, presentó su candidatura. Sin embargo, la ATP optó por Tel Aviv, con una oferta económica muy superior a la que podía optar la RFET.

Ante la nueva oportunidad que se ha abierto por el conflicto en Israel, Ayuntamiento y federaciones vuelven a ir de la mano para situar a Gijón de nuevo en el mapa del tenis profesional.