La marea morada recorre el centro de Oviedo
Miles de mujeres se concentraron ante los ayuntamientos de toda Asturias
Si ayer hubo un color que brilló sobre el cielo plomizo de Oviedo ese fue el morado. Una marea lila llenó la plaza del Ayuntamiento de la capital asturiana para reivindicar la «lucha por la igualdad real» en la huelga feminista convocada para este 8M. Más de cien colectivos congregados entre asociaciones estudiantiles, sindicatos y grupos políticos, a excepción del Partido Popular que renunció a secundar el paro y las concentraciones al considerarlos, dijeron, unos actos «monopolizados». En un ambiente festivo las proclamas por la igualdad fueron coreadas por miles de mujeres pero también por hombres conscientes de que «esta lucha es cosa de ambos sexos», aseguraba a pie de protesta Raúl Rodríguez, estudiante de la Escuela de Arte de Oviedo.
El alcalde del municipio, Wenceslao López, calificó la huelga feminista como «un día importante» para añadir a renglón seguido que «en pleno siglo XXI tengamos que estar en la calle luchando por la igualdad de las mujeres es realmente para hacernos reflexionar».
Las organizadoras de la concentración destacaron el éxito del paro. «Esto es un paso gigante para lograr medidas reales en aras de la igualdad», reivindicó Xana Ebrecht, coordinadora de la Comisión de Consumo del 8M.
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La marea de protestas corrió como la pólvora por toda Asturias. La más multitudinaria de las protestas matinales fue, junto con la de Oviedo, la de la plaza mayor de Gijón. En Avilés, se repitió el mismo guión, en la plaza de España. Horas antes, los piquetes feministas recorrieron las ciudades en un ambiente festivo. Pero también reivindicativo, lanzando proclamas contra la discriminación, la violencia machista, la justicia patriarcal.
Del oriente al occidente, no hubo ayuntamiento sin su protesta. En Llanes, cerca de trescientas personas marcharon desde el Ayuntamiento hasta el puente de la villa. Representantes municipales y de colectivos políticos y sociales procedieron además a la lectura del manifiesto oficial. Lo mismo ocurrió en Infiesto, donde se sumaron a la convocatoria más de un centenar de personas, que marcharon por la capital piloñesa con camisetas moradas bajo el lema «Nada más y nada menos, valgo todo. Soy mujer». En Ribadesella en torno a ochenta personas reivindicaron el papel de la mujer rural y mecanismos de conciliación como las escuelas de 0 a 3. Las concentraciones del mediodía ante las casas consistoriales llegaron asimismo a Colunga, Arriondas y Cangas de Onís. Ya por la tarde Cabrales se sumó al 8-M con la tercera marcha feminista del concejo, con salida en el parque de Poo y encabezada por niños de la zona.
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Más de un centenar de personas se concentraron también frente al Ayuntamiento de Llanera, en Posada. El concejal de Bienestar Social de Llanera, Gonzalo Bengoa, dio la bienvenida a los asistentes, pero recordó rápidamente que este día la voz era «de las mujeres» y dio paso a la lectura del manifiesto. También Siero llenó la plaza mayor de la Pola.
La cuenca minera, fiel a su carácter reivindicativo, se manifestó en Mieres, con llenazo frente al Ayuntamiento. En Sama, además de concentración hubo pleno especial en el Ayuntamiento de Langreo y San Martín del Rey Aurelio salió a la calle en El Entrego.
Luanco, Villaviciosa, Tineo, Cangas del Narcea, Luarca... En todas partes ocurrió lo mismo. Miles de personas tomaron las plazas consistoriales para aclarar que «todo lo ajeno a la igualdad es de otro siglo». Seguimos en el XXI.