AINDACE impulsa la autonomía de personas con daño cerebral en Asturias

Hoy hablamos con Mara Méndez, Pedagoga de la Fundación AINDACE, para conocer de primera mano en qué consiste el proyecto que ha recibido el impulso de Fundación »la Caixa» a través de las Convocatorias de Proyectos Sociales y cuál es la realidad de las personas con daño cerebral en nuestro entorno.

- ¿En qué consiste el proyecto «Apoyo psicosocial, acompañamiento e integración de las personas con Daño Cerebral y sus Familias»?

-El proyecto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de personas con daño cerebral y de sus familias, promoviendo su autonomía personal e inclusión en el entorno social. Para ello, se ofrece un punto de atención especializado en el que se brinda asesoramiento, valoración y orientación, además de intervenciones individualizadas que faciliten el acceso a recursos y ayudas sociales. También se presta un servicio de acompañamiento para gestiones diarias, lo que ayuda a reducir la carga que recae sobre las familias.

- ¿Qué tipo de actividades o servicios concretos se están desarrollando dentro del proyecto para mejorar la autonomía y la inclusión de las personas con daño cerebral?

-Se ofrecen intervenciones individualizadas, asesoramiento, orientación y un servicio de acompañamiento en gestiones diarias. Además, se organizan actividades grupales accesibles, sesiones mensuales de apoyo psicosocial, y se promueve la conexión de los beneficiarios con otros recursos comunitarios. Todo esto está orientado a fortalecer la autoestima, la autonomía personal y las habilidades sociales de los participantes.

- ¿Qué papel juegan las familias en este proceso de acompañamiento e integración?

-Las familias son una parte fundamental del proceso. El proyecto no solo les ofrece orientación y asesoramiento, sino también acompañamiento y actividades que buscan aliviar su carga y promover su implicación activa. La intervención está diseñada para apoyar tanto al entorno familiar como a la persona afectada.

- ¿Cómo se está organizando la colaboración con voluntariado y otros recursos comunitarios en el desarrollo del proyecto?

- Está previsto que el proyecto beneficie directamente a 77 personas. El impacto esperado incluye una mejora de su calidad de vida, mayor autonomía, mejor acceso a recursos comunitarios y una reducción del aislamiento social. Para ello, la iniciativa cuenta con la colaboración activa de voluntarios, que participan en las distintas actividades del proyecto y refuerzan su alcance. Asimismo, se trabaja en red con otros recursos comunitarios y se impulsa la agrupación de familias con necesidades similares para crear una red de apoyo más sólida. Parte de la labor también incluye la difusión de material divulgativo para dar visibilidad a la causa.

- ¿Qué ha supuesto para AINDACE recibir el apoyo de la Fundación »la Caixa»?

-Pues ha supuesto un impulso imprescindible para poder desarrollar el proyecto. Nuestra entidad, como el resto, requiere de financiación para poder llevar a cabo las diferentes iniciativas pensadas por y para mejorar la calidad de vida de las personas con Daño Cerebral, así como sus familias. Sin la colaboración de La Caixa sería muy difícil poder sostener nuestro proyecto un año más y poder dar cobertura a tanta gente que lo necesita.

-Desde vuestra experiencia directa, ¿cuáles son actualmente las principales necesidades o desafíos a los que se enfrentan las personas con daño cerebral y sus familias?

-Nos encontramos generalmente una gran dificultad a la hora de poder acceder a una orientación de calidad, con un profesional, que les explique en profundidad las diferentes ayudas y/o prestaciones a las que tienen derecho en nuestro territorio, así como las gestiones pertinentes para iniciar los trámites necesarios. Igualmente, presentan dificultades a la hora de acceder a actividades psicosociales y/o de rehabilitación cognitiva, debido al coste que estas conllevan de forma externa. Por otro lado, en el caso de las personas con DC, suelen presentar dificultades notorias a la hora de socializar y tener un espacio para las actividades sociales y lúdicas. En el caso de sus familiares y/o cuidadores habituales, les cuesta encontrar un espacio donde poder abrirse y poder trasladar sus necesidades también, al igual que tiempo de calidad y descanso.

- ¿Qué barreras encontráis más habitualmente en el proceso de inclusión social de las personas con daño cerebral, y cómo intenta el proyecto contribuir a superarlas?

-La principal barrera que nos encontramos en el proceso de inclusión social de las personas con DC es poder llegar a dar cobertura a todas las peticiones y demandas que nos llegan a la entidad. Por ese mismo motivo, dedicamos una gran parte de nuestra labor a atender, tanto de forma telefónica como presencial, a todas las personas que necesitan de nuestros servicios. Así mismo, nuestro equipo multidisciplinar trabaja sin descanso para poder ofrecer toda la atención necesaria. Igualmente, nos encontramos aún por desgracia, con muchas personas que, por falta de información, siguen teniendo actitudes condescendientes o excluyentes con las personas que pertenecen a este colectivo. Por ese mismo motivo, desde nuestra entidad, tratamos de realizar numerosas iniciativas y actividades centradas en formar y sensibilizar a la población asturiana en materia de discapacidad.

-¿Cómo valoráis la colaboración entre entidades sociales, voluntariado y redes comunitarias en este tipo de proyectos? ¿Qué importancia tiene para vosotros esa sinergia?

-La colaboración entre entidades, voluntariado y redes comunitarias es fundamental para poder realizar nuestra labor. Sin esta sinergia, no podríamos realizar ni la mitad de las iniciativas y actividades que se llegan a desarrollar a través de este proyecto. Queremos hacer una mención especial a los voluntarios y voluntarias tanto de nuestra entidad como los de otras, ya que son una parte imprescindible de nuestro equipo. Ofrecen su colaboración de manera desinteresada y nos dan un soporte en las actividades, desplazamientos, acompañamientos…imprescindible e impagable. Sin duda, Asturias es una tierra tremenda solidaria donde impera un clima de colaboración comunitaria extraordinario que, a su vez, facilita enormemente la labor de las entidades como la nuestra.