El alarmante futuro que la patronal de la siderurgia dibuja para las factorías asturianas
Eurofer publica un comunicado en el que advierte de que «el sector se enfrenta a un declive irreversible» a menos que Europa y EE UU tomen medidas
E. C.
Miércoles, 27 de noviembre 2024, 13:14
La patronal siderúrgica europea, Eurofer, lleva años alertando del declive del sector poniendo datos sobre la mesa. Entre los últimos, la pérdida de casi 100. ... 000 puestos de trabajo en el acero en los últimos 15 años. Sin embargo, ahora su advertencia ya es de vida o muerte para las factorías del Viejo Continente. «El reloj ya ha dado la medianoche. ¿Cuántos cierres de plantas, pérdidas de empleo y proyectos de descarbonización paralizados tendrán que producirse antes de que la UE y los Estados miembros despierten?», se preguntaba su director general, Axel Eggert. En un comunicado, esta organización, en la que se integra Arcelor, avisaba del «abismo» ante el que se encuentran las empresas, «una coyuntura crítica», con la que coincide también la federación de sindicatos IndustriAll.
Eurofer avisa de que la siderurgia se enfrenta «a un declive irreversible a menos que la UE y los Estados miembros tomen medidas inmediatas para asegurar su futuro y la transición ecológica». Lo hace después de que Arcelor informara el martes de que suspende sus proyectos de reducción directa del mineral de hierro (DRI) previstos en Europa, entre ellos el asturiano, y cierra dos factorías en Francia. Y también tras el anuncio de ThyssenKrupp de que disminuirá la plantilla de su división del acero en 11.000 empleos, un 40%.
«Los recientes recortes masivos de la producción y los anuncios de cierre de las siderúrgicas europeas demuestran que el tiempo se ha acabado», señala la Asociación Europea del Acero, que censura que no se hayan tomado medidas para preservar la producción local. En este sentido, urge un sólido Plan de Acción Europeo del Acero en el marco de un Pacto Industrial Limpio de la UE o, de lo contrario, «las cadenas de valor de la fabricación en toda Europa simplemente desaparecerán».
Eggert lamenta que la desindustrialización se vaya acelerando e insta a la nueva Comisión Europea y a los gobiernos de la UE «a que detengan este derramamiento de sangre y adopten medidas rápidas en materia de comercio, CBAM (Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono), energía y chatarra, al tiempo que trabajan en una solución estructural para preservar la competitividad de nuestra industria».
Para argumentar estas peticiones, Eurofer recuerda otros datos, como que el exceso de capacidad mundial de acero alcanzó los 551 millones de toneladas en 2023 (cuatro veces la producción anual de la UE) y que sigue creciendo. Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que para 2026 se sumen otros 157 millones de toneladas, sobre todo, en Asia. Mientras esto sucede, la producción de la UE se ha desplomado en 34 millones de toneladas desde 2018, hasta situarse en tan solo 126 el año pasado y buena parte de la demanda del Viejo Continente la cubren crecientes importaciones, que ahora representan el 27% del mercado de la UE, lo que socava aún más la producción nacional.
Todo ello está provocando paradas de instalaciones o que muchas funcionen a medio gas, como está sucediendo con las plantas asturianas que, no obstante, se mantienen por encima de la media de la UE. Según Eurofer, la utilización de la capacidad en los Veintisiete se ha hundido «a un insostenible 60%».
«No se trata solo del acero; se trata de todas las cadenas de valor, desde la automoción hasta las energías renovables, que dependen de él. Se trata de la resiliencia, la prosperidad y el liderazgo climático de Europa», advierte Eggert, que reclama medidas urgentes, como la aplicación de sistemas efectivos de defensa comercial para detener la destrucción del mercado del acero de la UE por el impacto indirecto del exceso de capacidad mundial, un CBAM que funcione en la práctica y que evite la elusión, energía limpia asequible y retener la chatarra de acero en Europa para el funcionamiento de los hornos eléctricos.
«Sin una intervención urgente de la UE, nos enfrentaremos a una dependencia total de China, Estados Unidos y otros competidores globales donde las industrias prosperan en condiciones favorables», avisa también el director de Eurofer, que apunta que son necesarias «medidas de impacto ahora, en lugar de mejoras graduales que no abordan los problemas de fondo».
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