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Asturias vio paralizada su actividad productiva como consecuencia del apagón. Hasta más de seis horas después del inicio del corte de suministro no comenzó a ... restablecerse la red en el Principado, de modo que la inmensa mayoría del tejido económico se vio obligado a pausar su trabajo, al no poder operar sin energía ni telecomunicaciones. Así lo confirmó ayer la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), que señaló que el corte de energías «ha tenido un gran impacto en nuestro tejido empresarial, provocando una parada generalizada de la actividad», apuntó la presidenta de la patronal, María Calvo.
La información de la que disponía la organización empresarial a última hora de la tarde era, hasta ese momento, «muy escasa», pero por los contactos que pudieron tener sus responsables con las empresas constataron que estaban gestionando la situación «con responsabilidad». «Ahora toca observar cómo se recupera la normalidad y hacer balance del impacto del incidente en nuestra economía y nuestros procesos industriales», indicó Calvo.
El presidente de la Cámara de Comercio de Avilés, Daniel González, confirmó que la jornada había sido «caótica en las empresas de la comarca». Sobre el impacto económico, lamentó que las «pérdidas en la industria irán mucho más allá de la pérdida de un día de producción». En este sentido, González incidió en que los sectores agroalimentario, logístico y hostelero soportarán «grandes» mermas económicas por el desperdicio de productos causado por «las paradas de las cámaras de frío y congelación o por la falta de combustible».
Por fortuna, dentro de la adversidad, la caída de la red eléctrica se produjo durante el día y en una jornada sin lluvia. «Sin electricidad para el funcionamiento de bombas, los daños hubieran sido incalculables», añadió.
En el caso de la industria electrointensiva, de la que Arcelor y Asturiana de Zinc son sus máximos representantes en la región y también ocupan un lugar destacado en el ámbito nacional, cuentan con un mecanismo por el que se desconectan de la red eléctrica en momentos en los que se producen picos de demanda o alteraciones de algún tipo que obligan a restringir el flujo. Es habitual que varias veces al año tengan que recurrir a este servicio por petición del operador del sistema, pero en este ocasión la situación fue distinta, ya que no fue una desconexión voluntaria.
Ambas empresas cuentan con medios técnicos para hacer frente a un corte de suministro para poder parar las instalaciones en condiciones de seguridad. En el caso de Arcelor, las partes más críticas en esta situación son los hornos altos, las baterías de cok y las acerías. Por ello, «se activaron los sistemas de emergencia y las instalaciones productivas quedaron en condición de seguridad, aislándose de la red de gas», explicó la siderúrgica. El comité de crisis decidió que el turno de la tarde finalizase su jornada permaneciendo en la fábrica por si volvía la energía, como así fue.
También se detuvo la actividad en Asturiana de Zinc. «Desde el apagón estamos trabajando para asegurar la seguridad de todas las personas y los equipos», apuntó la empresa cuando comenzó a restablecerse la red. Al producirse el corte de manera abrupta se temían problemas al regresar el suministro en instalaciones como las de electrólisis, de ahí que la compañía quisiera primar el bienestar de la plantilla.
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