Las bajas baten récords en Asturias por la pandemia y retrasos en la diagnosis
El Principado se sitúa como una de las comunidades con más casos, mientras que la duración media de los procesos aumenta un 45% en solo dos años
NOELIA A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Miércoles, 28 de julio 2021, 02:01
La pandemia ha supuesto un impacto directo en la actividad de muchas empresas, que han visto cómo se desplomaba su negocio debido a las restricciones y a la contención del consumo. Pero, además, la covid ha traído consigo otro golpe importantísimo para la productividad de las compañías y la organización del trabajo, ya que las bajas se han disparado. Las ausencias por contagio o cuarentena han elevado enormemente el número de procesos de incapacidad temporal por enfermedad común, pero además también han afectado al diagnóstico de otro tipo de patologías. Todo ello ha alargado la duración media de las bajas. Existe, por tanto, un efecto doble de la pandemia: se producen más pérdidas de jornadas laborales y estas se prolongan en el tiempo.
La Federación Asturiana de Empresarios (Fade) no duda en asegurar que Asturias «está batiendo récords en ausencias derivadas de incapacidad por contingencias comunes». Sobre todo, hay mucha preocupación por el aumento de la duración de los procesos. Según las últimas referencias que maneja, que pertenecen al mes de abril, el tiempo medio se ha elevado a 79,6 días, el tercero más alto de España después de Galicia y Extremadura y 29 días más que la media española. «No se suele entrar a fondo sobre por qué se produce esto, pero cuando hay desviaciones así hay que analizarlas, debatirlas y buscar soluciones», apunta Ignacio García, director de Apoyo Corporativo de la patronal.
El crecimiento es muy intenso desde los 55 días de promedio de 2019. En 2008 se rondaban los 48 o 49. La gran escalada es reciente. De hecho, el Principado es la tercera región del país que ha experimentado un incremento mayor de la duración de estas bajas durante la pandemia, solo por detrás de las turísticas e insulares Baleares (+76%) y Canarias (+60%).
El problema de las incapacidades temporales siempre ha sido importante en el Principado. La región suele estar entre las comunidades con más porcentaje de bajas sobre el total de trabajadores, algo más habitual en aquellas que cuentan con mayor empleo industrial y público, por tanto más estable, aunque ahora se suman también algunas turísticas, como las islas. Al final de abril había 12.856 procesos en vigor -en todo el mes se iniciaron 21.615-. La prevalencia sobre el total de afiliados -sin contar a los autónomos- indica que el 4,2% de los trabajadores estaban de baja. Las comunidades del norte de España (Galicia, País Vasco, Cantabria y Asturias), junto con Canarias, son las que cuentan con esos porcentajes mayores.
En el Principado se une, así, un mayor número de casos -aunque en este apartado la preocupación es algo menor- y sobre todo una duración más larga de los procesos, un cóctel muy negativo para la competitividad empresarial. «Es muy difícil determinar los motivos», insiste García, que alerta del desvío que se produce en la región en relación con las comunidades vecinas en cuanto al tiempo que duran las bajas. En el País Vasco, por ejemplo, se dan más casos que aquí, seguramente impulsados también por más contagios de covid, pero se trata de bajas de menor duración. Al final el impacto es muy similar.
Entre las causas a las que apunta, más allá de la propia pandemia, están las dificultades para atender otros tipos de patologías o, incluso, lograr el propio diagnóstico de estas. De ahí que demande más colaboración para que, por ejemplo, las mutuas puedan ayudar en esos procesos de detección. «A veces por una resonancia magnética hay que esperar tres meses», se lamenta. Y esto implica demorar los tratamientos y el retorno del trabajador a su puesto. «La prueba se amortizaría rápido, a lo mejor con seis días de la baja», señala, a la vez que insiste en poner sobre la mesa este debate con Administración y sindicatos, ya que está en juego la salud de los empleados y también la competitividad de las empresas.
Aunque no hay datos de las últimas semanas, debido directamente al coronavirus se está dando otra circunstancia: un aumento de bajas entre los trabajadores más jóvenes, precisamente, los más afectados por esta quinta ola, aún sin vacunar y entre los que se están disparando los contagios.