Más de 7.000 asturianos manejan criptomonedas
La falta de regulación trae consigo riesgos en el uso del dinero virtual, que se utiliza tanto para comprar, como para invertir
SANDRA S. FERRERÍA
Sábado, 15 de mayo 2021
La digitalización y el mundo virtual cada vez están más presentes en el día a día de la sociedad. Tanto es así que desde ... hace unos años han ganado peso las conocidas como criptomonedas o dinero virtual, que principalmente se utilizan para realizar transacciones y para invertir. En Asturias se estima que entre 7.000 y 10.000 personas interactúan con este dinero virtual.
Así lo señala Herminio Fernández, CEO y fundador de Eurocoinpay, una empresa leonesa que permite pagar servicios o productos a través de las criptomonedas. A su juicio, el 80% de las personas que adquieren este dinero virtual lo hacen como reserva de valor. «Las compran, las llevan a un monedero virtual y las dejan ahí. Es como si compraran oro esperando que suba su valor. Como no para de subir, la gente las guarda como oro en paño», explica.
Así, cada vez más usuarios se apuntan a mantenerlas, sin gastarlas ni venderlas, «porque creen que es una inversión que les traerá un gran retorno, como así está siendo». Esta es una nueva tendencia, ya que, según explica Fernández, hace apenas dos años lo usual era comprar criptomonedas para venderlas y volver a adquirirlas continuamente con el objetivo de sacarles rendimiento, algo que hacía el 70% de los usuarios. «Hoy en día la gente se ha dado cuenta de que no merece la pena, y prefieren guardarlas para el futuro», señala.
Como ejemplo, apunta hacia la revalorización del 'bitcoin' –la principal criptomoneda del mercado–, que ha llegado a un 400%. Esto se ha debido a varios factores, entre los que se encuentra que es un recurso finito. «Sabemos que de los 18 millones de monedas que hay creadas, solo el 80% está en monederos y en circulación solo se encuentran 1,5 millones, con lo que si hay escasez, el precio sube». A ello hay que añadir que fondos tradicionales están ofreciendo a sus inversores la posibilidad de invertir en criptomonedas. «Nosotros estamos recibiendo comunicados de fondos institucionales como ayuntamientos, diputaciones... Está habiendo una gran demanda, y eso hace que el precio suba», señala.
Falta de regulación
Sin embargo, una de las patas cojas del dinero virtual es su falta de regulación. El profesor de la Universidad de Oviedo Fernando Gascón recuerda que siempre ha habido monedas reguladas y otras que no lo están. Así, se remonta a la Guerra Fría, cuando Rusia poseía dólares que eran bloqueados por los americanos. «Los rusos trasladaron esos dólares a bancos europeos y los llamaron eurodólares. Su característica es que estaban muy poco regulados porque Estados Unidos no podía tener control sobre ellos», explica.
Lo mismo ocurre con las criptomonedas. A la hora de hacer una transferencia entre dos entidades bancarias, esta se ve sometida a una regularización europea o internacional, lo que da seguridad al cliente. Sin embargo, esa normativa no existe aún en el mercado de criptomonedas. No obstante, la Unión Europea se encuentra ahora desarrollando una regulación que se espera vea la luz en 2024.
Otra característica es su «volatilidad», destaca el vicedecano del colegio de Economistas de Asturias, Abel Fernández. «Hoy puede tener un valor de 1.000 euros y dentro de dos días el valor es de uno, o a la inversa», afirma. Se ha podido ver esta semana, cuando el anuncio de Elon Musk de que Tesla no aceptaría más 'bitcoins' como forma de pago desplomó su cotización. Desde el miércoles su valor ha caído más de un 14%, aunque en las últimas semanas la pérdida llega al 20%.
Tanto Fernández como Gascón coinciden en señalar el riesgo que asumen quienes interactúan con las criptomonedas. «Cuando voy a invertir a un banco en algún tipo de activo financiero regulado, la entidad está obligada a hacer una evaluación de mi persona. Analiza cuánto sé de finanzas, si soy un inversor capaz de asumir riesgo o no y se supone que si soy un inversor muy sofisticado me dejará invertir en activos muy volátiles», explica. Sin embargo, en el cajero de bitcoin «yo cambio mi dinero por esas monedas y asumo que es seguro. Nadie me hace un test en el que se me avisa de en qué estoy invirtiendo».
No obstante, parece que las criptomonedas han venido para quedarse, aunque sea «delicado» por correr el riesgo de perder todo lo invertido, advierte Abel Fernández. El hecho de tener mercados financieros tradicionales con estos nuevos procedimientos «lleva a pensar que por ahí puede ir el futuro, pero es un cambio que lleva tiempo, aunque creo que no muy largo».
Nigeria, líder
Según una encuesta 'online' realizada por Statista Global Consumer Survey, el 9% de los españoles afirmaron usar o poseer criptomonedas. Muy lejos aún del porcentaje donde más usuarios se detectaron, que fue en Nigeria: el 32%. Le siguió Filipinas, con el 20%; Turquía y Perú, con el 16%; Argentina, con el 14% y Chile, con el 12%. En el otro extremo, entre los países con menos usuarios de criptomonedas, se encuentra China, con un 7% y Estados Unidos, con el 6%.
El perfil de los inversores en criptomonedas
Aunque cada vez son más las personas que se animan a invertir en criptomonedas, su uso aún no es generalizado. Para Herminio Fernández destacan las personas de entre 30 y 40 años, aunque reconoce que en los últimos meses se está incorporando la generación de entre 20 y 25 años «con gran fuerza». Por su parte, Abel Fernández apunta que los usuarios de las criptomonedas son personas muy relacionadas con las nuevas tecnologías y con un perfil inversor «poco conservador» porque el mundo de las criptomonedas «conlleva mucha adrenalina». Para Fernando Gascón, con la instalación de cajeros de dinero virtual se está democratizando este uso, «algo que está muy bien porque toda innovación conlleva una mejora», aunque reconoce que en su mayoría son inversores sofisticados.
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