El 90% de las empresas asturianas, víctimas de ciberataques
Se trata de un crecimiento del 35% respecto a años atrás y a excepción de daños económicos, la víctima no denuncia
MARIO ÁLVAREZ
Viernes, 9 de abril 2021, 20:03
«Hay que estar alerta». Este es el mensaje que se extrae como conclusión del seminario digital organizado por la Cámara de Comercio de Gijón que advierte de que el 90% de las empresas asturianas han sido víctimas de, al menos, un ciberataque durante el último año. Así lo expone José Ignacio Fernández Álvarez, miembro del equipo de investigaciones de tecnología EDITE de la Guardia Civil que notificó un crecimiento del 35% en 2019 respecto a los años anteriores, sin manejar aun cifras oficiales del último año. «Sabemos que ha aumentado porque la tendencia está al alza», explicó.
Un crecimiento que, según indicó el abogado Alejandro Alvargonzález, está relacionado con la impunidad con la que se siente quien comete esta clase de delitos. «La mayoría de las veces no reciben ninguna denuncia. Por ello, consigan su objetivo o no, tienen poco que perder», puntualizó tras recomendar a cualquiera que sea víctima, que emprendan acciones legales. Este camino solo se escoge en aquellos delitos relacionados con datos bancarios, «en los que se reclama el daño económico». Sin embargo, le preocupa que este mismo cauce no se utilice para el resto de delitos cibernéticos.
En este sentido, Ángel Lousas de Líneas Financieras Aon Centro-Noroeste, comentó la necesidad de contar con unos empleados sensibilizados en «una cuestión capital para la seguridad de las empresas». Así lo demanda el contexto, ya que como se indicó durante la charla, el teletrabajo como consecuencia de la pandemia ha incrementado los problemas de seguridad virtual. A falta de datos oficiales, se estima que se habrán superado los 96.000 ataques en la región, «una cifra que pone de relieve la problemática actual». El pishing, o forma de ganarse la confianza de un usuario para que releve información personal como contraseñas o información bajo secreto profesional, es una de las formas preferidas por los ciberdelincuentes.