Arcelor ya no ve «argumento comercial» para las plantas de DRI y urge medidas a la nueva Comisión
El grupo insiste en que no hay aún una decisión tomada, pero trasladó al comité de Gante que «a corto plazo» no se ejecutarán los proyectos
El temor al cierre de los hornos altos sin una alternativa para mantener la producción siderúrgica integral no es exclusivo de Asturias. Arcelor tiene bloqueados ... todos sus proyectos para construir plantas de reducción directa del mineral de hierro (DRI) en Europa. Con ellas pretendía abastecer las acerías y, de este modo, prescindir del arrabio y reducir las emisiones. A pesar de las millonarias ayudas con las que cuenta en los países en los que ha presentado estas iniciativas, entre ellas 450 millones de euros en España, «actualmente, no existe argumento comercial» para seguir adelante con estos planes, según reconoció el consejero delegado de la siderúrgica en Europa, Geert van Poelvoorde, al periódico belga De Tijd.
Lo hizo después de que el sindicato ABVV-Metaal trasladara el contenido de la reunión mantenida entre la multinacional y el comité de empresa de la factoría de Gante, en la que sus directivos habrían asegurado que «no habrá ni una sola instalación de DRI en Europa», según explicó el secretario de la organización, Frank van Dorsselaer. Según sus palabras, la multinacional también suspende, por el momento, nuevos proyectos relacionados con el almacenamiento y la reutilización de CO2 y solo plantea la construcción de tres hornos eléctricos híbridos en Europa, uno de ellos sería el que ya se está ejecutando en Gijón.
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Frente a estos pronósticos tan negros para el futuro de la siderurgia en Europa, Van Poelvoorde, que es precisamente belga, no fue tan drástico y negó que ya se hayan tomado decisiones formales sobre las inversiones. «La investigación sobre la descarbonización de nuestra producción continúa», recalcó, para apuntar que la compañía está esperando qué decisiones toma la nueva Comisión Europea sobre los aspectos que implican a la siderurgia, entre otras, las relacionadas con los derechos de emisión. No obstante, de momento, los proyectos no son viables. En este sentido, el consejero delegado de Arcelor en Europa puso el balón en el tejado del Ejecutivo comunitario y recordó que este «ha prometido elaborar un plan de acción para la siderurgia en sus primeros cien días, es decir, antes de marzo». «Europa debe decidir cuánta industria siderúrgica quiere», afirmó.
La situación no es sencilla en ninguno de los países en los que se presentaron los planes verdes allá por 2021. En la planta de Gante, considerada la joya de la corona de la multinacional en el Viejo Continente por su productividad, se teme que ni siquiera vaya a salir adelanta la inversión del horno eléctrico híbrido. Se recela, además, de la cercana factoría de Dunkerque, ya en suelo francés, que tiene más ayudas de Estado y ha logrado un compromiso de la energética estatal EDF para conseguir electricidad a bajo coste. Sin embargo, en el país galo tampoco marchan las cosas bien y los planes de descarbonización están también bloqueados. Además, Arcelor ha anunciado el posible cierre de sus instalaciones de Reims y Denain, ligadas a la industria del automóvil y con 130 empleos en juego. Están previstos dos días de huelga la próxima semana.
Problemas en Alemania
Mientras, en Alemania, la situación de su industria es crítica, sin que el Gobierno tenga demasiado margen de maniobra. La coalición tripartita del Ejecutivo de Scholz está rota, lo que aboca al país a nuevas elecciones, y además, desde 2009, la Constitución prohíbe al Estado endeudarse por encima del 0,35% del PIB, lo que lo ata de manos para invertir en la modernización de las infraestructuras que necesitaría e inyectar en el sector más dinero.
En este contexto, aunque la situación de las plantas asturianas no es buena, al menos se ha garantizado la inversión en el horno eléctrico híbrido en la acería de Gijón. No es suficiente para salvar la producción y minimizar el recorte de empleo, para ello sería necesario un segundo horno en Avilés y la planta de DRI, y aún así habría un recorte de alrededor de un millar de puestos. Sin embargo, este proyecto es el único que hasta ahora ha puesto en marcha Arcelor de todos los que anunció en Europa y da oxígeno a la división de largos, para la que se destinará el acero del nuevo horno, que lleva años amenazada de cierre por sus pobres resultados.
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