Arcelor producirá en Asturias a partir de enero polvo de acero para fábricas 3D de todo el mundo
Está finalizando en Avilés la construcción de un atomizador a escala industrial, único en el grupo, para suministrar 1.000 toneladas anuales
Arcelor quiere ser un actor relevante en la incipiente industria de la fabricación aditiva. La compañía anunció ayer que, a partir de enero, producirá desde ... Avilés polvo de acero destinado a este sector y que podrá ser utilizado con diferentes tecnologías, como la fusión por láser en lecho de polvo, la inyección de aglutinante o la deposición de energía directa. Para este fin está finalizando la construcción de un atomizador a escala industrial con atmósfera de gas inerte que le permitirá producir lotes de gran tamaño, de entre 200 kilogramos y tres toneladas. De este modo, garantizará una calidad constante y dará respuesta a uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los industriales que utilizan este tipo de material: las variaciones del polvo, que afectan a la fiabilidad de las máquinas de fabricación 3D.
Como ya había avanzado EL COMERCIO el pasado mes de febrero, la siderúrgica ha creado una nueva empresa, ArcelorMittal Powders, que nace de los desarrollos que está logrando el centro de I+D de la multinacional en Avilés en materia de fabricación aditiva, en el que es una referencia a nivel mundial. De hecho, el grupo lleva produciendo polvos de acero en un atomizador piloto en su laboratorio asturiano desde 2018, donde cuenta con un equipo de más de 50 investigadores dedicados exclusivamente a estas tecnologías. En la nueva empresa, ubicada en la nave de Arcelor destinada a recursos sostenibles y minería, trabajarán alrededor de 30 personas.
Está previsto que, en un principio, se produzcan en Avilés 1.000 toneladas de polvo de acero anuales para abastecer a clientes de todo el mundo. De hecho, esta instalación será, de momento, la única de estas características de todas las plantas de la multinacional. La siderúrgica está ultimando los trabajos para la puesta en marcha del atomizador, con el que ha hecho pruebas, y ya acepta pedidos del nuevo material.
La filial ArcelorMittal Powders contará con 30 trabajadores y se ubicará en la nave de recursos sostenibles y minería
El polvo de acero se producirá a partir de chatarras siderúrgicas de alta calidad y ferroaleaciones, como pudieran ser algunas de las piezas que se fabrican en las propias plantas de la multinacional y que salen con fallos por algún motivo, pero también procedentes de otros lugares. En el proceso, la compañía utilizará electricidad de origen renovable y los gases industriales que se empleen en la atomización también serán producidos mediante este tipo de energía. Además, las soluciones de embalaje serán recicladas y reciclables. La compañía espera contar con certificaciones de sostenibilidad en poco tiempo.
Esta nueva unidad de negocio «refleja nuestra visión de situarnos a la vanguardia de la innovación y la sostenibilidad en la industria siderúrgica», aseguró Gregory Ludkovsky, vicepresidente de ArcelorMittal y responsable de I+D mundial del grupo, que se mostró convencido «de que el acero tiene un gran potencial para convertirse en el material de referencia para la fabricación aditiva, gracias a su versatilidad, sus prestaciones y su sostenibilidad».
Distintos usos
Este sector ha crecido de forma espectacular en la última década y se prevé que siga registrando tasas de desarrollo de dos dígitos durante los próximos diez años. Entre sus ventajas destaca que permite la producción de piezas complejas con diseños adaptados y con propiedades mejoradas, a la vez que reduce las pérdidas de material en sus procesos.
ArcelorMittal Powders, según el Registro Mercantil, se encargará de la gestión, manipulación, transformación, tratamiento y reciclaje de materias primas, subproductos y residuos siderúrgicos y metalúrgicos, así como de su comercialización. El polvo de acero estará disponible en distintos rangos de granulometría, adaptados a sectores como el aeroespacial, la defensa, la automoción, el equipamiento médico o la energía. También podrán utilizarse en los más recientes avances tecnológicos, como los recubrimientos de discos de freno que se están desarrollando y que ayudan a los fabricantes del automóvil a adaptarse a la norma Euro 7 relativa a emisiones de partículas.
A través de su Centro de Investigación Digital y de Fabricación Aditiva, ArcelorMittal ya ha colaborado con socios y clientes en diversos proyectos. El más conocido hasta ahora es el que comparte con la Universidad de Nebrija, con la que se imprimió un chasis de moto que, según explicaron, podría «revolucionar» su industria. Además, la siderúrgica ha trabajado en la optimización de la productividad en procesos de fabricación aditiva mediante el uso de algoritmos de software y en la producción de más de 1.600 piezas de repuesto diferentes para sus propias plantas, con un peso de alrededor de diez toneladas.
Otra colaboración que mantiene la compañía relacionada con la fabricación aditiva es la derivada del protocolo de actuaciones que suscribió en 2021 con el Ejército del Aire y que ha fructificado en un contrato por 1,4 millones de euros con la compañía TheNextPangea, creada por la multinacional, para introducir en los trabajos de mantenimiento de su flota de aviones de combate F-18 nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la fabricación aditiva o materiales innovadores como el grafeno.
«La fabricación aditiva es un área en la que venimos investigando y desarrollando nuestras capacidades desde hace varios años. Ahora estamos en disposición de ampliar nuestra producción a mayor escala y ofrecer a nuestros socios y clientes un suministro fiable y competitivo de polvos de acero de alta calidad», apuntó Colin Hautz, consejero delegado de ArcelorMittal Powders, que subrayó además cómo este proyecto permite «aprovechar una de las propiedades inherentemente sostenibles del acero: su reciclabilidad».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión