Indra acuerda con Duro Felguera la compra de El Tallerón por 3,6 millones y asume su plantilla
Concentrará en las instalaciones su construcción de vehículos militares, aunque se abre a incorporar otros negocios
Tras meses de negociaciones, Indra ha llegado a un acuerdo preliminar con Duro Felguera para asumir el control de El Tallerón, donde prevé ... centralizar su actividad de construcción de vehículos militares terrestres e incluso incorporar otro tipo de negocios. Según fuentes bien informadas, la operación contempla el pago a la ingeniería asturiana de 3,6 millones de euros por su filial DF Calderería Pesada, un montante superior a la oferta inicial planteada por la compañía semipública.
El acuerdo alcanzado, cuyos primeros contactos adelantó EL COMERCIO, supone el pistoletazo de salida al plan de la multinacional para fabricar blindados en Gijón e implica también que Indra asuma el total de la plantilla, unos 150 trabajadores. De este modo, Duro logra realizar un importante ingreso para sus maltrechas finanzas y consigue desprenderse de alrededor de un 10% de su plantilla. Los trabajadores de El Tallerón se habían quedado fuera del expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado el pasado lunes y que afecta a la matriz y a la mayor parte de filiales.
Del lado de Indra, con esta operación logra hacerse con unas instalaciones con salida al mar y que le permitirán contar con capacidades industriales para entrar de lleno en la producción de vehículos militares, además de tener una plantilla experta, no en este negocio, pero sí en el trabajo del metal. Se prevé que el contrato se firme en los próximos días, aunque aún debe ser aprobado por la Autoridad Portuaria de Gijón, ya que las instalaciones se sitúan en terrenos portuarios bajo un régimen de concesión.
En ese escenario, los trabajadores de la planta recibieron la noticia con «alivio», según señaló el presidente del comité de empresa, Javier Rodil, que lanzó un mensaje para los compañeros afectados por el ERE: «Por fin parece ser que se culmina el proceso y podemos respirar, pero no queremos olvidarnos del resto de trabajadores de Duro Felguera, porque tiene pinta de que una vez más serán ellos quienes paguen la mala gestión». Precisamente desde CSI emitieron ayer un comunicado en el que muestran su «rotundo rechazo» al ajuste de empleo planteado y piden información sobre la hoja de ruta que plantea la dirección a corto y medio plazo.
Respecto al acuerdo por El Tallerón y al traspaso de la plantilla a Indra, Rodil explica que los empleados están «ilusionados» con las oportunidades que se abren: «Es una empresa en la que Duro Felguera no invirtió nada en los últimos 15 años, que nos iban dejando de lado, probablemente esperando a que cerrara por su propio peso. Que de repente llegue una empresa como Indra, punta de lanza de las inversiones públicas en tecnología de defensa, nos parece una buena noticia».
En esa misma línea, el presidente del comité de empresa de la planta confía no solo en el mantenimiento de los puestos de trabajo actuales, sino en que se produzca una «subida exponencial» para el empleo en Gijón y en Asturias a raíz de la llegada de la multinacional española.
Desde el Principado consideran también que se trata de una «muy buena noticia» y que «Asturias gana» con la operación. En palabras del consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez, «es una alegría porque hay más de 150 familias que ven garantizado su futuro y se van a salvar de cualquier ERE», pero es que además, añadió, «la intención de Indra es instalar una fábrica muy moderna». Además, valoró el impacto para Duro Felguera: «Creemos que con este paso se avanza en la continuidad de una ingeniería clave para nuestro futuro, que también va a ser importante en la transición hacia contextos más tecnológicos e innovadores».
La operación forma parte del plan del Gobierno de convertir a Indra en el ‘campeón nacional’ de la defensa. Para ello, la compañía semipública necesita dar un salto en la fabricación de blindados en solitario (con ese objetivo ha creado su nueva filial, Indra Land Vehicles). En España, esa tarea recae por ahora en Santa Bárbara Sistemas y Tess Defence, el consorcio que lidera Indra y en el que participan, además de la compañía que gestiona la fábrica de armas de Trubia, Sapa Plasencia y EM&E (Escribano). Esta unión de empresas también busca ubicación en Asturias para levantar un centro de producción.
El Ayuntamiento de Gijón celebra la apuesta de Indra por la ciudad
El Ayuntamiento de Gijón celebró ayer la apuesta de la multinacional española por la ciudad" y destacó el "impulso estratégico" que esta inversión supone para el futuro polo económico de Naval Azul: “Sumar un vecino como Indra aumenta exponencialmente el valor de los terrenos que adquirió el Ayuntamiento y confirma lo acertado de la apuesta", afirmó la alcaldesa, Carmen Moriyón.
En ese sentido, la regidora gijonesa que la elección de Gijón por parte de una empresa de este tipo "confirma, en primer lugar, que en esta ciudad se están haciendo bien las cosas y, en segundo lugar, que el polo industrial centrado en la economía azul sobre el que estamos trabajando sigue la línea correcta”.
Desde el Ayuntamiento se considera que la llegada de Indra a Gijón generará una suerte de "efecto llamada" y favorecerá la llegada de nuevas empresas al proyecto que el Consistorio ya tiene en marcha en los terrenos aledaños. “Es un estímulo mayúsculo a la hora de que las empresas se sientan atraídas por Naval Azul; Gijón da un paso de gigante hacia un nuevo futuro industrial”, remarcó Moriyón.
En la actualidad, y tras la compra de los terrenos de los antiguos astilleros, el Ayuntamiento ha sacado a licitación la redacción del Plan Especial que ordenará el ámbito urbanístico y facilitará la salida a licitación de las diferentes parcelas. “Naval Azul era la joya de la corona y ahora lo es todavía más. Un proyecto esperanzador para Gijón que no tiene vuelta atrás”, zanjó la alcaldesa.
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