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PALOMA LAMADRID
OVIEDO.
Lunes, 27 de noviembre 2023, 02:03
Begoña López (Oviedo, 1980) tiene ante sí el reto de modernizar el Servicio Público de Empleo del Principado (Sepepa) para intentar que se reduzca ... la brecha entre la oferta y la demanda en el mercado laboral asturiano, en el que hay casi 58.000 parados y, a la vez, sectores que adolecen de falta de mano de obra. Para ello, la nueva directora gerente incide en la necesidad de mejorar la comunicación y avanzar en la transformación digital.
-Adrián Barbón manifestó su intención de reorientar el Servicio de Empleo para que sea «más ágil y proactivo». ¿Qué tienen planteado hasta ahora?
-Estamos trabajando en una estrategia de modernización, que espero que podamos tener a lo largo del próximo semestre. Tocamos todos los palos: desde transformación digital hasta revisión de los modelos, tanto de atención a los demandantes de empleo como la relación con la empresa. Creo que va a ser un documento general, ambicioso, pero que va a tener diez líneas maestras para que el Sepepa vaya reorientándose hacia ese objetivo que obviamente no vamos a conseguir en un mes, va a llevar algún tiempo.
-En un primer análisis, ¿cuáles son las prioridades?
-El Sepepa se funda en 2005, con la idea de sacar de la consejería las políticas activas de empleo y recoger todas esas competencias que venían del Estado. Se diseñó para unos determinados volúmenes de trabajo y lo que ha hecho es sobrevivir a un volumen cada vez mayor de personal dependiente y de dinero que nos llega. Ahora toca pararse a reflexionar y tratar de orientarlo para que sea más eficaz y más eficiente.
-¿Cuántos trabajadores tiene el Sepepa?
-El último dato es que hay 393 trabajadores. Tenemos 25 oficinas, cuatro centros propios y dos edificios de servicios centrales. Este año vamos a ejecutar 210 millones de euros.
-Otro de los objetivos es adaptar las enseñanzas a las exigencias profesionales que impone la economía verde. ¿Cuáles serán los primeros pasos en esta dirección?
-Tendremos que hacer un esfuerzo por adaptarnos a la transición verde y también a la transición digital, y, además, la demográfica está detrás de todo lo que tiene que ver con formación. La propia consejería tiene una Dirección General de la Planificación de Formación Profesional y una norma nueva que supone una reforma de calado en toda la formación. Por tanto, la coordinación es total y el Sepepa se ajustará a lo que el director general diga porque toda la formación se unifica bajo un mismo paraguas. Y ya estamos trabajando en ello.
-La tercera finalidad que persigue el Principado es adecuar la formación a la demanda empresarial. ¿Por dónde empezarán esta ardua tarea?
-Hemos hecho esfuerzos muy importantes en programas específicos, como el de formación a la carta, en el que los empresarios nos dicen en qué quieren que formemos y tiene una serie de compromisos de contratación. Contamos con otra línea que es de formación estratégica, en la que ni siquiera tenemos que ir a un certificado profesional, es decir, que tiene más cintura para adaptarse a las necesidades de los empresarios. Los programas están en marcha, están suficientemente dotados, pero tenemos mucho margen de mejora en términos de comunicación. Creo que los programas no son lo bastante conocidos y que el Sepepa tiene que estar más en la calle para conseguir ese 'matching' entre las necesidades del mercado y los puestos que demandan los ciudadanos.
-¿A qué se atribuye este desajuste en el mercado laboral?
-A las administraciones públicas, en algunas ocasiones, nos ha costado seguir el ritmo cambiante de la sociedad. El Sepepa tiene un volumen de recursos importante, pero tenemos que moverlo conforme a la legalidad y al derecho administrativo. En ese sentido, quizá somos un poco más lentos. Tendremos que plantearnos fórmulas para seguir ese ritmo de cambio.
-Los sindicatos señalan que la falta de mano de obra se debe a las malas condiciones laborales y los bajos salarios. ¿Las ofertas no son atractivas?
-El mercado tiene que buscar un ajuste, obviamente. En nuestro ánimo está formar a la gente que quiera incorporarse a un sector lo mejor posible y movilizar las ofertas de empleo que nos comuniquen las empresas para hacer esa selección de personal que pueda nutrir las demandas de los empresarios.
-Un problema añadido es que no todas las empresas envían sus ofertas al Sepepa.
-Una de las cuestiones que tenemos que abordar es cómo nos relacionamos con las empresas. Tenemos un departamento de intermediación que atrae esas ofertas y hace el 'matching' en base de datos con la gente que demanda empleo. Para mí lo ideal es que la gente que trabaje en intermediación no esté en la oficina, sino en los polígonos, dando servicio a las empresas, presentándonos y explicando qué programas tenemos. Eso requiere, al igual que vamos a hacer con los demandantes de empleo, un cambio de modelo.
-El Sepepa ofrece a las empresas financiar formación específica si hay el compromiso de contratar, al menos, al 40% de los alumnos. ¿Hay interés por esta opción o son casos contados?
-Por parte de los alumnos, tenemos que asumir que la demografía asturiana no ha sido todo lo dinámica que se necesitaba y ahora nos enfrentamos a que escasean. Por parte de las empresas, hay sectores que quieren hacer formaciones específicas con compromiso de contratación. Es real que hay sectores que necesitan forma gente: unos en términos cuantitativos porque necesitan mucha mano de obra y otros cualitativos, que esta sea muy especializada.
-¿Qué otros recursos tienen las empresas para formar a trabajadores?
-Tenemos un programa que se llama 'Formación dual' que ya financia a los alumnos que se incorporen a este modelo. Y va a tener una partida sustancial en el próximo presupuesto, por lo que todas las empresas que quieran colaborar y empezar a formar a gente van a tener recursos para ello.
-La FP dual se impulsará el próximo curso con la nueva ley. ¿Ve factible casar el interés de alumnos y empresas?
-Tendremos que ir todos alineándonos. Hay un mandato nacional y hay que cumplirlo. El Sepepa tiene los recursos posicionados, la coordinación con la Dirección General de la Planificación de FP es continua y también hablamos con la Consejería de Educación. El Sepepa va a estar allí donde se necesite. Hace falta comunicación, la nueva ley de FP es un cambio muy radical del sistema y va a necesitar un tiempo para que se vaya aposentando.
-¿Cómo van a intentar atajar la elevada tasa de paro juvenil?
-Hay dos cosas que son importantes. Por un lado, la nueva Ley de Empleo habla ya de trabajar con perfiles, y el Sepepa va a hacer campañas específicas para colectivos que consideramos que tienen barreras en el acceso al mercado laboral y obviamente los jóvenes van a ser parte de esos programas. Por otro, hay que tener en cuenta que la gente joven está en la redes sociales, en otras fórmulas de comunicación. Tenemos muchas ofertas de formación que les podrían interesar, hay profesiones que realmente demandan chicos jóvenes que quieran formarse en sectores muy específicos, como el metal, las TIC, defensa... Estamos intentando poner en marcha canales de comunicación con ellos y espero que en los próximos meses podamos tener algunos operativos.
-¿Percibe una desconexión de los jóvenes con el Sepepa?
-Sí. La forma en que nos comunicábamos con generaciones anteriores no sirve para los nacidos a partir del año 2000. En mi opinión, hay muchos programas en marcha y bien dotados económicamente, es una cuestión de comunicación, de hacerles llegar que si no quieres ir a la Universidad o hacer una FP de determinado grado te queda todavía una vía, que es nuestra formación para el empleo, que realmente abre puertas en el mercado laboral porque la demandan las empresas.
-No solo hay un problema de desempleo juvenil, sino que Asturias también lidera la tasa de paro de larga duración, con predominio de los mayores de 45 años. ¿Cómo se puede mejorar su empleabilidad?
-Vamos a tener programas específicos para perfiles determinados y los pondremos en marcha en cuanto tengamos nuestra propia estrategia, canales y demás. En la población de más de 40 o 50 años hay de todo, y lo que toca es colaborar con otros departamentos: ayuntamientos, Servicios Sociales, Educación... En esa bolsa de población desempleada de larga duración tenemos un maremágnum, incluidos perceptores de rentas mínimas. Habrá que buscar la fórmula para tratar con cada unidad familiar. Probablemente, no todos pueden trabajar, tendremos que discriminar a la gente que está muy alejada del mercado de trabajo y la que está mucho más próxima. Nosotros no podemos tratar un problema de salud mental o de dependencia, para eso la Administración tiene apoyos en otros sistemas y tendremos que coordinarnos con ellos. Y, de la mejor manera posible, ir acercando a las personas al mercado de trabajo. Probablemente no todos los inscritos en el Sepepa están en condiciones de incorporarse a una oferta de empleo mañana.
-Aunque cada caso es un mundo, ¿cuáles son las principales causas por las que los perceptores de rentas mínimas no llegan a acceder al mercado laboral?
-Va a ser fundamental que hagamos itinerarios personalizados. Necesitamos que nuestros profesionales se sienten con las personas, pero tienen que pasar por unos filtros porque pueden tener problemas de salud mental o conciliación o gente que simplemente se ha cronificado sin tener problemas mayores. Tenemos que ir viendo caso por caso y coordinarnos para dar soluciones que sean efectivas.
-El paro encadena tres meses de subidas, aunque es un 7,5% menor que hace un año. ¿Qué perspectivas maneja para los próximos meses?
-Con la campaña de Navidad suelen aumentar las contrataciones, la dinámica del mercado es la habitual. Antes nuestra economía era más dependiente de la industria y sentíamos menos el frenazo del final del verano. En general, en términos interanuales, los datos han venido siendo mejores todo el año. Realmente, estamos en niveles de empleo buenos para la comunidad. Hemos ganado algún parado, pero es que tenemos muchos más activos. Quiero pensar que el mercado de trabajo es más dinámico y las familias tienen perspectivas positivas, por lo que salen a buscar empleo. Con lo cual, que repunte un poco el paro registrado, siempre que venga acompañado de una subida significativa de la tasa de actividad, no es tan mala noticia.
-El Gobierno quiere volver a subir el salario mínimo, ¿cómo han influido los sucesivos aumentos en el mercado laboral?
-Creo que las subidas del salario mínimo pueden ser un incentivo al empleo. Tiene que haber un debate sobre qué distancia tiene que existir entre las rentas mínimas y el SMI porque cuando esa distancia es pequeña lo que tenemos son desincentivos al empleo. Quiero pensar que mejores condiciones laborales tiran de la tasa de actividad. Para Asturias esa es una buena noticia, sin duda.
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