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El Principado de Asturias no ha desvelado aún si participará en la consulta pública lanzada por el Gobierno central sobre la opa de BBVA a Banco Sabadell ... , aunque deja entrever la preocupación que le provoca una operación que puede tener implicaciones en la actividad bancaria de la comunidad, en el empleo y también en la relación que mantiene la marca asturiana de la vallesana, Sabadell Herrero, con la región.
«Confiamos en que, tras la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y la consulta pública se tome la mejor decisión», trasladaban ayer fuentes del Ejecutivo autonómico, que detallaban cuáles son sus claves. Entre ellas, subrayan la necesidad de garantizar el buen funcionamiento del sector bancario y financiero. «Ni es buena una excesiva atomización ni es buena una excesiva concentración», argumentaban, para insistir en que se debe «asegurar el mantenimiento de la actividad y el empleo en Asturias».
Asimismo, preocupa en la región que se pierda la relación que existe con la entidad vallesana, que en el año 2001 tomó el control del antiguo Banco Herrero, integrado desde 1995 en La Caixa . «Queremos destacar el arraigo y el compromiso que ha mantenido el Banco Sabadell Herrero con Asturias y que en todo caso debe mantenerse debido a las especiales características de la actividad bancaria», recalcaban desde el Gobierno regional.
Mientras, desde el País Vasco, llegaba un durísimo reproche hacia el BBVA.El nuevo presidente del PNV, Aitor Esteban, rompió su silencio sobre la posición del partido en torno a la opa con una seria recriminación. «A pesar de que tenga su sede aquí, no se puede decir que sea un banco realmente vasco», señaló al ser preguntado sobre el asunto. «Lo que queremos es que haya más unidades estratégicas trabajando en el país, mayor contribución al tejido vasco y también mayor aportación en fiscalidad», explicó. Lamentó, en este sentido, que el banco solo tenga «la sede nominativa y poco más».
También en el plano político, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se mostró ayer en contra de la «excesiva concentración financiera». y aseguró que trabaja para impedir que la operación salga adelante, eso sí, de forma discreta. «Hago más de lo que digo, pero hago», afirmó en la sesión de control al Govern en el Parlament, donde tres formaciones de la izquierda, ERC, comunes y la CUP, le reclamaron que actúe para paralizar la compra. «El Govern ha dejado clara cuál es su posición y sin que nos tiemblen las piernas defenderemos los intereses de Cataluña», recalcó.
Poco después, en la jornada de clausura de la reunión anual del Cercle de Economía, Illa se ratificó y reconoció, con prudencia y midiendo sus palabras: «Preferiría que no salga adelante».
Por otro lado, despachos de asesores de BBVA y de Banco Sabadell trabajan contrarreloj ante la consulta pública.
Fuentes del proceso aseguran que en el seno de la vallesana ya han tomado la decisión de participar en el formulario, mientras que en BBVA aún debaten si hacerlo o no, conscientes de que su participación implicaría validar una iniciativa que no ha sentado nada bien entre sus principales directivos, conscientes de que buena parte de las respuestas a la consulta serán negativas con la opa.
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