Arcelor reactiva el ERE en España ante la fuerte competencia del acero chino

ArcelorMittal comunicó ayer a los sindicatos la inmediata puesta en marcha de un plan de contingencia en sus plantas españolas para afrontar la inesperada bajada de pedidos y por la previsión de debilidad del mercado para los próximos meses, a causa de la fuerte competencia del acero chino. El anuncio, que prevé la reactivación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), aprobado hace dos años y en vigor hasta el 31 de diciembre, desconcertó a los sindicatos, que la pasada semana, en una reunión del Comité Europeo celebrada en Luxemburgo, recibieron información muy positiva sobre la marcha de las plantas europeas de la multinacional, que en el primer semestre del año generaron el 50% de los beneficios mundiales del grupo.

El plan de contingencia prevé la aplicación del ERE a 1.800 trabajadores de la plantilla en las fábricas asturianas, así como a los de las empresas auxiliares, durante cinco jornadas. Será el próximo viernes, así como los días 13, 20 y 27 de noviembre y el 18 de diciembre. La empresa pidió también a los trabajadores que adelanten las vacaciones que tienen pendientes.

Por el momento, la multinacional no prevé poner en marcha un plan de parada de instalaciones, pero ayer no descartó hacerlo si se mantiene o empeora la actual situación de pedidos, en un contexto que considera «muy difícil» por la competencia china de precios.

Los sindicatos se mostraron sorprendidos y preocupados por las nuevas perspectivas y pidieron a la empresa más información sobre resultados y previsiones del segundo semestre del ejercicio. Además, otro elemento preocupante, según informó el sindicato Comisiones Obreras, está relacionado con las paradas del Tren de Bandas en Caliente (TBC) de Avilés por la falta de pedidos. Ya paró dos días la pasada semana y lo hará los próximos miércoles y jueves.

Pese a que la empresa aseguró que, por el momento, no habrá recorte de producción, sino que «se trata solo de rebajar los costes», las paradas en el TBC preocupan mucho a los trabajadores porque se trata de instalaciones que fabrican productos no solo para abastecer a las líneas acabadoras de las plantas asturianas, sino también para la venta directa de bobina caliente. En el lado contrario se sitúan las instalaciones de cabecera, hornos altos y acerías, que están trabajando al máximo para adelantar la producción por la previsión de paradas de plantas a causa de las obras previstas.

Los trabajadores no se esperaban un giro tan radical en las previsiones como el que ahora pone sobre la mesa la multinacional, máxime cuando los buenos resultados llevaron al anuncio de importantes inversiones en las plantas asturianas. Con gran preocupación, los sindicatos están ahora a la espera de recibir información sobre los resultados del tercer trimestre del ejercicio, así como de las previsiones hasta diciembre. Esperan que la medida sea coyuntural, pero reconocen que el anuncio vuelve a generar importantes dudas.

Crisis en Europa

La multinacional explicó que la decisión está motivada por «la situación de debilidad del mercado a causa de las exportaciones chinas de acero con precios bajos». La empresa detectó que los clientes no compran o están retrasando las adquisiciones y para ello tiran de los stocks existentes. Tradicionalmente, los últimos meses del año suelen ser bajos para las ventas de acero, pero el problema se agudiza ahora por la irrupción de China en el mercado europeo.

La empresa y el sindicato CC OO descartaron que esta medida tenga relación con el próximo inicio de la negociación de un nuevo convenio. La multinacional explicó que el planteamiento «es muy serio, porque en otras plantas europeas de la empresa está sucediendo lo mismo y en Europa hay una clara crisis, como lo demuestra el proceso que vive el gigante británico del acero Tata Still, que hace una semana anunció el despido de 1.200 trabajadores en sus factorías de Inglaterra y Escocia».