El Gobierno plantea una acería eléctrica en Arcelor como el gran proyecto tractor para Asturias

La acería eléctrica se contempla como una inversión relevante para la industria española y una tabla de salvación para la siderurgia y la economía asturiana, que no solo aseguraría el futuro de la división de largos de Gijón, sino que sería la llave de entrada para la modernización del emplazamiento siderúrgico del Principado para cumplir con todos los estándares medioambientales que obligarán las nuevas disposiciones de la Unión Europea ligadas al proceso de descarbonización y la producción del acero verde.

Tras la decepción surgida tras conocerse el estatuto del consumidor electrointensivo presentado la semana pasada por el Ministerio de Industria, que de nuevo daba la espalda a los intereses de las grandes multinacionales industriales asentadas en Asturias, ha vuelto a ponerse encima de la mesa un proyecto que lleva meses estudiándose y que ahora podría llevarse a cabo con la nueva estrategia del Gobierno de cara a rentabilizar y aprovechar los fondos europeos. El Consejo de Ministros de hoy tiene previsto aprobar un nuevo modelo para trabajar con las grandes empresas y el fomento de sociedades de economía mixta con el fin de aprovechar al máximo todas las opciones de los fondos europeos. El Gobierno de Sánchez quiere dejar en manos de las empresas la propuesta y ejecución de proyectos, los llamados PERTE (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica). Para ello está dispuesto a formar parte de nuevas sociedades, detentando el 51% público y dejando la ejecución y la gestión en la parte privada. Hay 34.634 millones de euros a disposición de España y de ellos 8.000 para las comunidades autónomas a través del Fondo Social Europeo y Fondos FEDER.

La idea de una nueva acería eléctrica para Gijón no es nueva para ArcelorMittal. La actual lleva funcionando hace cincuenta años y se sabe que las nuevas exigencias medioambientales le han puesto fecha de caducidad. Los estudios realizados por sus centros tecnológicos de I+D+i de Avilés hace tiempo que han visto factible un proyecto de esta envergadura, que por otro lado la propia multinacional ya ha puesto en marcha en varios de sus emplazamientos a nivel mundial. Sabe de sobra de lo que se habla.

Otra cosa bien distinta es el 'ánimo' con el que la compañía que preside Lakshmi Mittal pueda acoger esta iniciativa. La decepción del estatuto electrointensivo ha sido tan grande que internamente hay una sensación de desánimo tras constatar que las «promesas de Sánchez a Lakshmi Mittal no se han cumplido nunca». Todo lo contrario de lo que la multinacional se encuentra en Francia, Bélgica y Alemania, más allá de una energía eléctrica más barata.

A partir de este momento, será el Gobierno central y el regional los que deban convencer a ArcelorMittal de que ésta es una buena propuesta, factible y hasta ventajosa económicamente gracias a los fondos europeos, y que significaría el arranque de la 'nueva' siderurgia verde en Asturias.