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Barbón posa junto a una de las letras de la palabra 'Asturias', en su visita a EL COMERCIO. DANIEL MORA

Adrián Barbón: «Mallada es una aprendiz del 'trumpismo'. Nunca creí que las noticias falsas fueran a llegar a Asturias»

Adrián Barbón | Candidato del PSOE ·

«Queremos desarrollar la oficialidad del asturiano con consenso y acuerdo»

ANDRÉS SUÁREZ

OVIEDO.

Viernes, 24 de mayo 2019, 02:38

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Adrián Barbón parece sentirse cómodo en una campaña que agota sus últimos episodios y cuyo final atisba a lomos de unas encuestas favorables. El aspirante socialista a la Presidencia del Principado es optimista pero no quiere que ningún voto se quede en casa. Si la desmovilización se impone, alerta, la derecha tiene opciones de victoria.

-Las encuestas le sitúan como ganador. ¿Ya lo da por hecho?

-Hay que poner en cuarentena las encuestas y ser prudente. Dos elementos me hacen dudar: hay un nivel de indecisión importante y un voto oculto a favor de la derecha. La gente debe ir a votar porque corremos el riesgo de que la derecha sume.

-¿Le preocupa la desmovilización?

-Sí, porque eso ya pasó en Andalucía. Las encuestas decían que el PSOE iba a ganar, la gente lo dio por hecho y hoy tenemos un gobierno de la derecha y la extrema derecha. Me preocupa que la gente se quede en casa. Frente a la amenaza de involución, movilización.

-El PSOE ha gobernado en Asturias la mayoría del periplo democrático. Ha habido avances, pero, sobre todo en lo económico, Asturias renquea. ¿Por qué habría que seguir votando socialista?

-El PSOE lleva gobernando mucho tiempo porque ha sabido ganarse la confianza de la gente y porque la derecha tuvo dos oportunidades, con Marqués y con Cascos, y fue un desastre. Si no fueron capaces de dar estabilidad cuando eran uno o dos partidos, ¿qué van a hacer cuando son cuatro y uno de ellos es de la extrema derecha?

-¿Me quiere decir que hay que votar al PSOE como mal menor?

-No, no, digo que el PSOE es la respuesta que ofrece estabilidad y que pone la agenda de Asturias en el Consejo de Ministros. ¿Hay indicadores malos? Es verdad que no hemos alcanzado un nivel de crecimiento igual al de España, aunque en ocasiones, como en 2017, sí lo hemos conseguido, y es cierto que crecemos sobre la media europea. El objetivo ahora es definir nuestro eje estratégico de crecimiento: reformar la formación profesional para adaptarla a la demanda laboral y apostar por la investigación.

-¿Si saca un escaño más que Javier Fernández se dará por satisfecho?

-El objetivo es ganar y gobernar.

-Ya, pero se lo planteo en clave interna. Sabe a qué me refiero.

-Trabajamos para ganar y gobernar y frenar a las cuatro derechas. Que PP, Ciudadanos, Foro y la extrema derecha de Vox sumen es algo que me obsesiona. Posiblemente no podemos frenar que Vox acceda a la Junta General, pero tenemos que frenar que acceda al gobierno.

-No me ha respondido. La pregunta sobre Fernández se refería a si se plantea estas elecciones como una reválida interna.

-En clave interna no hay reválidas. El congreso fue cuando fue, hemos dado pasos en positivo, el partido está unido y cohesionado.

-Sabe que hay gente que espera un traspié para...

-Yo no analizo las elecciones en clave de reválida, lo hago en cuanto a mi responsabilidad de secretario general de la FSA. Y el objetivo es salir a ganar y gobernar. Pero también las elecciones generales eran mi responsabilidad, ¿eh? Todas lo son. Y en las generales ganamos por primera vez desde hace once años, con un resultado extraordinario.

Curiosidades de campaña

-Por cierto, ¿dónde han escondido a Javier Fernández?

-Sobre esto lo que me llama la atención es que sorprenda cuando el presidente, ya desde finales del 17, dejó de asistir a los actos y los órganos del partido por una decisión suya, libre y que yo respeto.

-¿Cómo no va a sorprender que el presidente del Principado no participe lo más mínimo en la campaña de su propio partido?

-Lo que ha hecho el presidente, desde que hubo un nuevo liderazgo orgánico, es centrarse en su agenda institucional. Y es respetable. En el PSOE no pasa como en el PP.

-¿Quiere decir que en el PSOE no se atizan en público?

-No, ni en público ni en privado. Tenemos una relación normalizada. Quería decir que en el PP la candidata de Casado le tiene declarada la guerra a la presidenta que eligieron los militantes. En el PSOE eso no pasa.

-Explíqueme por qué eluden hablar de pactos postelectorales porque no lo entiendo.

-Cuando fui candidato a alcalde, en Laviana, en ningún debate nadie se planteaba la política de pactos antes de que los ciudadanos votaran. Es una cuestión de respeto.

-¿No será una cuestión de no querer desvelar sus bazas y así no perder votos por ningún flanco?

-No, no, en el PSOE la política de pactos es clara. Primero, esperar el resultado. Segundo, los órganos lo analizarán. Y tercero, cualquier pacto de gobierno debe ser sometido al voto de la militancia.

-Pero si todo el mundo da por hecho que, si suman, van a gobernar con la izquierda, con Podemos e IU.

-Insisto, en el PSOE estamos a ganar y hasta que la ciudadanía no vote no vamos a pronunciarnos. Me sorprende que haya otros candidatos hablando de pactos. No lo entiendo.

-¿No cree que su silencio alienta hipótesis como la que promueve la popular Teresa Mallada sobre un pacto ya casi escrito entre el PSOE y Ciudadanos?

-No pensé que las noticias falsas, el 'trumpismo', fuera a llegar a la política asturiana. Hay que ser serios. La señora Mallada es una aprendiz del 'trumpismo'. La única que habló de pactos en Asturias fue la señora Inés Arrimadas, para decir que en Asturias, con el PSOE, nada, que con el PP. Pero el problema en realidad no está aquí.

-¿Y dónde está?

-En la competición que tiene la señora Mallada con el señor Vázquez.

-El candidato de Ciudadanos.

-Sí. El bloque de las derechas está celebrando sus primarias. Y, visto lo visto, no descarto que el candidato de la extrema derecha, de Vox, compita con ambos por el liderazgo. También está la señora Moriyón, en el debate de candidatos se vio su experiencia como alcaldesa.

-Constato que disfruta elogiando a la candidata de Foro para meter el dedo en el ojo a Mallada.

-Sé que eso la pone nerviosa, pero es que Moriyón sí ha gestionado un ayuntamiento y Mallada nunca ganó las elecciones en Aller.

-Menuda pelea se traen usted y Mallada con Vázquez, como si fuera una pelota de ping pong: que si Ciudadanos es de derechas, que si es de izquierdas...

-Ciudadanos, a ojos de la gente, en Asturias y en España, es una formación de derechas. Y le reitero lo que la señora Arrimadas dijo de los pactos. Si Ciudadanos suma 23 con el resto de las derechas, habrá un gobierno de la derecha.

-Tener buena relación con el Gobierno central, como usted presume, puede significar dos cosas. Una, la que usted esgrime, es cercanía e influencia. La otra, nunca decir que no al jefe y, por tanto, sumisión.

-Si yo aceptara siempre lo que dicen desde Madrid, ¿por qué conseguimos elevar las compensaciones de emisiones de CO2 de 91 millones, que era lo que decía Madrid, a 200 millones?

-¿Y por qué esa decisión no se tomó antes, sin esperar a la retirada del estatuto de la industria?

-Insisto, la propuesta del Gobierno eran 91 millones y tras una negociación de la FSA conseguimos que llegaran a 200. Mire, cada uno tiene su trayectoria. Fui alcalde de Laviana nueve años y siempre que tuve que marcar el territorio en defensa de la institución a la que representaba, lo hice. Y ahora, lo mismo. Ahora bien, la suerte que tenemos hoy es que el peso de la FSA se ha incrementado de forma sustancial tanto en el PSOE como en el Gobierno, y la agenda asturiana, después de siete años desaparecida, está sobre la mesa del Consejo de Ministros. Somos el único partido que puede ofertar eso.

Cinco grandes claves

-Dígame, a grandes rasgos, qué Asturias quiere construir.

-El proyecto político de Asturias no se crea de un día para otro. El nuestro nace, aunque la preautonomía la creó Rafael Fernández, de las elecciones del 83 con Pedro de Silva. Ahora queremos actualizar ese proyecto en torno a cinco ejes estratégicos: empleo, industria, estado social, igualdad y reto demográfico.

-De sus discursos ha quedado claro que no van a bajar los impuestos. Ahora bien, ¿y subirlos?

-Tiene que haber los impuestos necesarios, con un carácter justo y progresivo, para sostener el estado social y garantizar la inversión. A partir de ahí, y dependiendo de la situación económica y de la financiación autonómica, se puede actualizar la política fiscal. Lo que no haremos es engañar a los ciudadanos y poner en riesgo los servicios y la inversión prometiendo rebajas como hace la derecha. No vamos a entrar en esa subasta.

-Que no los van a bajar está claro. Pero, le pregunto de nuevo, ¿habrá subidas?

-Insisto, la política fiscal irá de acuerdo a las necesidades del momento. Veamos qué pasa con la financiación autonómica y cómo evoluciona la recaudación con el ciclo económico. No engañamos a nadie.

-¿Al PSOE no le ha salido una propuesta sobre la oficialidad del asturiano demasiado suave?

-No lo creo. El PSOE aprobó en su congreso lo que aprobó y queremos desarrollarlo, fruto del consenso y el acuerdo, en la próxima legislatura. Aquí la preocupación es otra.

-¿Cuál?

-La obsesión del PP con el asturiano. El asturiano está en riesgo de desaparición y quien diga lo contrario miente. Sin embargo, el PP se pone nerviosísimo con el tema, cuando curiosamente en sitios donde gobierna, como en Galicia, el gallego sí es oficial. Me sorprende.

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