Feijóo promete reducir el coste de la energía para las electrointensivas y sacar al lobo del Lespre
El presidente del PP acusa a Sánchez de haber «dicho once folios de mentiras» a los españoles en el debate televisivo «que le gané» | Asegura que «tomo nota» del «conflicto de justicia que lleva más de un año activo»
El presidente del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, acaba de expresar en Oviedo que «dentro de diez ... días» el PP ganará las elecciones y que entre las medidas que adoptará se cuentan algunas muy centradas en Asturias, como reducir el coste de la energía para las empresas electrointensivas «porque sé lo que ha pasado en Avilés con Alcoa» y también para que los ganaderos asturianos «puedan ejercer la ganadería sin que haya animales sueltos que ataquen a su ganado». Lo hizo ante alrededor de un millar de militantes y simpatizantes enfervorecidos, que le recibieron entre gritos de «¡presidente, presidente!» pasadas las doce y cuarto del mediodía, tras una espera de casi una hora bajo un sol de justicia, en el Paseo del Bombé del parque de San Francisco de la capital asturiana. Porque sea por convencimiento o por estrategia, los militantes populares muestran estos días un entusiasmo a prueba de las altas temperaturas en las que se está desarrollando la campaña electoral, motivo por el cual también lanzó Feijóo a Sánchez su ya habitual crítica de someter a los votantes a una campaña en el mes más caluroso del año, cuando «en Andalucía hay una ley que prohíbe convocar elecciones en julio y agosto».
Feijóo comenzó su intervención con las manos entrelazadas, en un abrazo simbólico a los presentes, a los que empezó agradeciendo que 'hoy no vayan a la playa para aprovechar la tarde porque el sol ya lo hemos aprovechado esta mañana'. Según llegaba al estrado ubicado ante el remozado quiosco de la música del Paseo del Bombé, varias funcionarias de justicia se le habían acercado para expresarle la situación de paralización del sector tras las huelgas de funcionarios y letrados. Y en sus primeras palabras ante todo el público destacó que «no soy el responsable del conflicto de justicia, y tomo nota de lo que me están expresando cinco compañeras que me lo recuerdan
Por eso digo que tomo buena nota de ese conflicto, que lleva más de un año activo, con problemas con el Gobierno».
Eso sí, llamó la atención que, pese a todas las alusiones que hizo a los «hasta 16 partidos» en los que Pedro Sánchez se apoya para gobernar y a la necesidad de ganar por mayoría absoluta, hoy, en Oviedo, no hizo ni una sola alusión a Vox. Ni para hablar de posibles pactos, ni tampoco para, como en actos anteriores, pedir por pasiva el voto para el PP asegurando que votar a Vox equivaldría a facilitar la gobernabilidad a Sánchez. Hoy no. Ni Vox ni su líder, Santiago Abascal, aparecieron en su discurso ni siquiera por la vía de las insinuaciones.
Hermandad del Cantábrico
Aseveró en vambio el candidato popular que «tenía que venir a Oviedo para rendir homenaje a la capital del Principado. Para mí estar en Asturias es estar en casa, -dijo- porque es una continuidad del Cantábrico y somos pueblos hermanos». Dicho esto, insistió en que «quedan diez días para pasar página, un día menos para empezar una nueva etapa en nuestro país. Es la cuenta atrás para un cambio que nos apasiona». Y aseveró que con la que espera que sea una victoria popular por mayoría «la gente va a volver otra vez a fijarse en lo importante y a olvidar al peor gobierno de la historia de la democracia española y las preocupaciones que nos causa mañana y tarde», mientras que prometió trabajar desde la «humildad, la verdad, y tratando de hacer las cosas bien».
Esto, en contraste con el «Gobierno que hemos padecido, muy distinto de los anteriores y por primera vez con ministros del Partido Comunista y del populismo más frívolo de Europa, y en el que por primera vez, la gobernabilidad depende de los que no quieren estar en España».
Los debates y las mentiras
Habló Feijóo de los debates televisivos, tanto del cara a cara que mantuvo con Pedro Sánchez como del debate de portavoces, en el que «Bildu y ERC recordaron a Sánchez que lo que hizo fue porque ellos quisieron», dándose pie a sí mismo para recordar que el actual presidente «ha derogado y modificado algunos delitos porque se lo exigieron los propios delincuentes» y es «un presidente que se ha saltado todos los consensos en política exterior, con el que no sabemos cuáles son los compromisos con otros países».
Todo ello, solo como antesala a una definición, larga y aplaudida, y hasta reída por la concurrencia, de lo que es el sanchismo: «El sanchismo es todo lo anterior; tener ministros comunistas
cambiar el código penal a conveniencia de los delincuentes, rebajar las penas de malversación. Sanchismo es pactar lo que sea con quien sea para llegar al poder como sea y mantenerse; es
mentir en los temas importantes, en que nunca gobernaría con Bildu, en que no dormiría con Podemos», recordando la famosa frase del inicio de la legislatura que ahora termina, y remantando de paso a algunos de los altos cargos de Podemos: «Hay algunos cuyo primer trabajo ha sido ser ministro».
Y también acusó a Sánchez y su equipo de tergiversar las instituciones, con un ejemplo: «El consejo de Estado es el órgano que ha de decirle al Gobierno si las leyes están bien armadas, pero si pongo en él a dos exministras lo que hago es invadir las instituciones para ponerlas a disposición del gobierno». En resumen, «España está cansada y no merece este sanchismo», indicó.
Campaña bajo el sol
Sí que dedicó un buen rato Feijóo a criticar, como en todos los actos anteriores, que Pedro Sánchez haya elegido el 23 de julio como fecha de las elecciones. Feijóo propone una «campaña muy distinta: No se somete a los ciudadanos a 40 grados, salvo que no quieras que vayan a votar. Vengo de Murcia, que antesdeayer tenía 45 grados. Imagináos, decía el presidente murciano que se podían freir huevos fritos sobre el asfalto. Pensad en todo el sur y el levante cómo lo estarán pasando ahora». Fue ahí donde recordó Feijóo que «en Andalucía hay una ley que prohibe elecciones en julio y agosto, y el sanchismo las pone en julio, no sea que en agosto haga menos calor».
¿Por qué lo hace Sánchez? Segun el candidato popular, «se trata de que se pueda hacer todo, pero él ha elegido este modelo porque no tiene ni partido, ni propuestas, ni nada en el partido que sea sensato».
En cambio, presentó a Sánchez como un «presentador de sus ministros, a los que presenta y tienen una charleta. Hace entrevistas con gente a la que puede cesar», ironizó, pero con carga de profundidad, porque «lo que no ha hecho es traernos la charla entre Irene Montero y Sánchez, que esa la querríamos ver todos».
Dicho esto, lanzó otro ataque de calado, por la imagen exterior de España que proyecta Sánchez: «No hay representación institucional fuera, porque cuando va a Europa se dedica a crititar al PP y le expedienta la Junta Electoral Central. Y sigue usando las instituciones para hacer campañas», dijo, para rematar: «Ha deshecho el PSOE y está empeñado en usar la campaña en convencer a los españoles de que no miente. De que no pacta con Bildu, sino que coinciden en las votaciones».
Insistiendo en el argumento de las falacias, subrayó Feijóo que sus asesores han repasado el cara a cara con Sánchez y han elaborado un «dossier de las mentiras que dijo: son once folios de mentiras y no sé si estarán todas las del debate». Y aprovechó el anuncio que hizo ayer el director de la DGT, Pere Navarro, de que habrá peajes en las autovías en 2024: «Hay una que me negó a la cara, el plan del gobierno para meter peaje a todas las autovías. Le enseñé el mapa, y le pregunté el lunes y me lo negó. Y ayer el director de la DGT lo dijo, que se pagarán peajes en todas las autovías».
Entre mentiras y el «insulto permanente», Feijóo dibujó la caricatura de un presidente del Gobierno que quiere cambiar por sí mismo, porque «el presidnete no puede ser quien más insulte», y en contraste «cambiar es poder confiar en el presidente del Gobierno, puedes no compartir lo que piensa, pero saber que no te viene a mentir», sino a hablar del «precio de los alimentos, de las 42 subidas de impuestos, del incremento de las cotizaciones. A hablar de eso, y no a dividir y fracturar a la sociedad», porque «tiene un gobierno dividido y necesita una España que no funcione», en la que pueda comprar «la voluntad de los jóvenes tratándoles como niños, pagándoles el interrail o subvencionado el cine a los mayores los martes». E ironizó: «¿A quien tiene un barco de nueve metros en Gijón le vamos a pagar el interrail con el dinero de los pensionistas?». Y todo ello, o con ese dinero de las pensiones, o, peor, según planteó, «con deuda pública, a razón de 200 millones cada día de deuda pública durante los últimos cinco años?»
La propuesta
En ese momento comenzó la parte propositiva del acto político. Feijóo lo resumió en «interrumpir el sanchismo e iniciar una nueva senda política. Solo hay un candidato que se ha comprometido a gobernar si gana, el vuestro». «Yo quiero ganar, no lo escondo. Por muchos motivos, le he dedicado mi vida a los intereses generales. Porque me importa mi país».
Y quiere una España Feijóo en la que dice creer que «es mucho mejor que su gobierno, y las políticas que podemos implementar son mucho mejores».
¿Para qué? «Para mejorar la vida a la gente», dijo, y comenzó por una sanidad que «es manifiestamente mejorable, no tenemos médicos en los centros de salud, hay listas de espera en pediatría», indicó, entre otras críticas. Propuso en segundo lugar una mejora sustancial de la educación y, ante un auditorio claramente crítico con la actual formulación legal de la educación, subrayó su convencimiento de que es necesario que en la educación de los jóvenes «sea diametralmente distinto aprobar que suspender», recibiendo por ello una salva de aplausos.
Entró también en lo que se ha venido en llamar reto demográfico, y propuso medidas «para que la atención social esté también en los pueblos, con casas del mayor, con atención a los niños ¿Proponemos que se marchen sus padres de los pueblos o creamos casas nido para que sean atendidos por una profesional?», preguntó, mientras propuso también «ganar para que los mayores solos puedan tener viviendas comunitarias en el mismo pueblo en el que viven, sin tener que acudir a una resideencia en la cabecera de comarca y desarraigarme para siempre».
Y avanzar en políticas de empleo, porque «el empleo es la llave de la libertad y la dignidad, más que quien vive de un subsidio».
Dijo Feijoo que «quiero ganar porque quiero que la gente gane, para que los autónomos salgan adelante», refieriéndose a Esther Llamazares, autónoma y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Avilés como «alcaldesa». Es lider de la oposición, pero ante alguna que otra sonrisa, Feijóo reaccionó rápido: «Vas a ser alcaldesa, no te preocupes», le dijo a su cabeza de lista al Congreso por Asturias, coleccionando un nuevo arranque de aplausos.
Sabe Feijóo a quiénes dirige sus mensajes. Por eso, en el contexto socioeconómico actual propuso medidas «para ayudar a las familias que han perdido poder adquisitivo, hoy somos más pobres que hace un par de años, y nos cuesta llegar a fin de mes, los alimentos básicos han subido un 30%
¿Cómo no se baja el iva de los productos básicos?», propuso.
Y en esa línea lanzó su mensaje directo a la industria asturiana, prometiendo «bajar el precio de la energía para las electrointensivas, porque sé lo que ha pasado en Alcoa en Avilés». Y a los ganaderos, para «decirles que no podemos tener animales sueltos que impidan la ganadería. El lobo es un animal a proteger,pero no sagrado, tiene que convivir en un equilibrio» con la ganadería.
Contra la eurofia
Llegados aquí, Feijóo advirtió contra la euforia: «En la calle, los votantes del PP están contentos y eso no está mal. Pero os digo algo, ganamos un debate, pero aún no las elecciones. No nos perdonaríamos nunca, los que nos dedicamos a la actividad política, dejar escapar al sanchismo simplemente porque hace calor, porque quiero ir a la piscina. Os propongo ganar al sanchismo«.
Quienes no quieren que gobierne Sánchez con Bildu, con lo que queda de Podemos y hasta los 16 partidos que son, tienen que ir a votar», dijo, recordando que «unescaño en cada provincia pueden ser 20 escaños, y es lo que nos hace falta. No deis un balón ni una papeleta por perdida. Estas elecciones las tiene que ganar España.
Una España más azul
Esther Llamazares, que abrió el acto, recordó que se hablaba en Oviedo, »donde gobernamos». Y empezó con una serie de agradecimientos, el primero porque «hace poco más de un año» llegó Feijóo al poder en el partido con la promesa de que «lo haremos bien», y «eso es lo que hemos hecho», al punto de que «tenemos a Feijóo con el partido más unido más que nunca», con un «bagage importante este año», en referencia a las elecciones autonómicas, en las que «lo hicimos bien» y «dejamos una España preparada. Muchísimo más azul, moderada y sensata».
También aludió Llamazares a que el eslogan de las elecciones autonómcias era 'entre todos'. Y lo es así, según dijo, para estar «a la altura de un gran país».
Dijo también de Feijóo que «ha hecho un gran sacrificio» por salir de Galicia, donde encadenó «cuatro mayorías absolutas». «Eso es lo que queremos», añadió, «para Asturias y para España».
Canga y la unidad del centro derecha
Por su parte, el portavoz del PP en la Junta General, Diego Canga, había antecedido a Feijóo en el uso de la palabra para dar paso a algunas de las ideas que luego desarrolló el candidato a la Presidencia. Así, agradeció sin nombrar a Foro su ausencia en las elecciones, indicando que en Asturias el «centro derecha va afortunadamente unido, no dividido en tres», en un recuerdo de paso a Ciudadanos, pero también obviando a Vox, como hizo Feijóo.
Pidió Canga que «no nos confiemos, si las encuestas dicen tres, vayamos a por cuatro diputados, porque necesitamos que Alberto gobierne en solitario. Asturias corre el riesgo de quedarse como una isla sanchista, y cuanto más amplia sea nuestra victoria, más sola estará esa isla sanchista», indicó, y aprovechó para lanzar un ataque directo a la cabeza de lista del PSOE: «si hubiera un campeonato de sanchismo, Adriana Lastra sería la campeona nacional. Eso nos tiene que dar un plus. Esther, eres justo lo contrario a Adriana Lastra», dijo. Alguien gritó «¡Grande Esther!», y Canga lo repitió.
También dio pie Canga a alguno de los mensajes de Feijóo aseverando que «los asturianos miramos con mucho respeto la gran transformación de Galicia. Necesitamos vuestro apoyo para solucionar el reto demográfico y el paro», y subrayó que el PP es «el partido de los agricultores y ganaderos, que necesitan que el lobo salga del lespre y tener asegurado el relevo generacional». Del mismo modo, recordó que «Asturias es industrial, pero necesitamos un precio de energía mucho más competitivo. Los fondos europeos no están llegando a las pymes», criticó, y subrayó que «conozco bien las presidencias del consejo de la UE y es una suerte que lo vayas a presidir. Necesitamos muchos éxitos a partir de ahora. Ahora nos hemos enterado de que las autovías van a ser de peaje, y necesitamos un gobierno fuerte».
Por último, Canga dio paso a Feijóo asegurando por dos veces que España «somos un gran país, hemos hecho grandes contribuciones a la historia y el arte. Ahora tenemos la oportunidad de tener un gran gobierno, llegó tu momento. Viva Asturias y viva España», concluyó.
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