San Mateo también entra en campaña

La polisemia no ayuda pero los chiringuitos se llenan de ovetenses cada San Mateo. Quizás por llamarse así, chiringuitos, los partidos conservadores y liberales que se presentan a las elecciones municipales han cargado con dureza por la presencia de dos, vinculados a La Guinda y a El Rincón Cubano, PSOE y Partido Comunista, frente a la pervivencia de todos los demás, sostén de asociaciones, clubes deportivos o federaciones de peñas.

La propuesta viene acompañada de otra: dotar de más espacios a los hosteleros de la ciudad para que saquen sus negocios a la calle durante las fiestas. La experiencia del San Mateo de 2018 en el que el paseo del Bombé se abarrotó -ayudado también por el inusual buen tiempo a lo largo de los diez días-, hace que desde Otea vean con mejores ojos el limitar la presencia de chiringuitos frente a sus casetas.

Así, Alfredo Canteli, candidato del PP, propone renovar las fiestas con un modelo de chiringuitos «actualizado y sin la participación de partidos políticos» en el que entrarían con mayor presencia los hosteleros.

No difiere en demasía la proposición de Ciudadanos que apuesta por eliminar los que financien a partidos políticos y mantener, en cambio, los que ayuden a asociaciones y clubes deportivos puesto que lo recaudado durante San Mateo salva el presupuesto anual. Nacho Cuesta, además, dice que los chiringuitos necesitan una revisión estética «a la altura de la ciudad» para que sean atractivos.

Cristina Coto asegura que «después de tres décadas», San Mateo necesita «innovación» sin «eliminar lo que hay», pero apostando por «nuevas apuestas y menos ideologización». «Nosotros no compartimos el modelo de chiringuitos políticos porque son un ejemplo de competencia desleal», precisa la candidata a la Alcaldía por Vox.

Frente a todo lo anterior, Concha Masa defiende «el desarrollo de las fiestas durante los últimos cuatro años». No se cierra la candidata de Izquierda Unida a «incorporar nuevos proyectos que sumen y confluyan en el modelo actual», del que defiende que «los chiringuitos son parte del alma de San Mateo, son parte de su esencia».

Quizás la mayor renovación haya llegado de la mano de los tinglados instalados en La Corrada del Obispo. El año pasado, tanto La Folixaria como La Mateína, ambos en la órbita de Somos u organizaciones estudiantiles de izquierda, presentaron una programación que abarrotó la plaza durante las fiestas. La otra innovación también llegó de la mano de la Concejalía de Participación al recuperar la romería a El Cristo como cierre de la semana mateína.

San Mateo, Oviedo por extensión, tiene un problema de espacios para conciertos al aire libre. El aforo de la plaza de la Catedral no supera las 3.000 personas por evidentes problemas de evacuación. Como añadido, que el escenario principal de las fiestas se ubique frente al templó, agrió las relaciones del equipo de gobierno saliente con la Iglesia. Ciudadanos pretende trasladarlos. La solución encontrada fue el intentar llevar los conciertos a San Lázaro. Las obras de adecuación de los accesos comenzaron recientemente con un plazo de ejecución de cuatro meses, el margen para que este septiembre el escenario se instale allí es estrecho.

Como propuestas a recuperar, el PP también ve con buenos ojos la carpa de La Ería con la anuencia de parte del sector de la hostelería. Hay más carencias en San Mateo, los más pequeños siguen sin poder disfrutar de atracciones. Pero no votan.