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Inés García y Arturo López, en el comedor del establecimiento. E. C.
Oviedo

Restaurante El Acebo

Eso dicen: espanta el mal de ojo y cura dolencias. Y éste, además, lleva casi medio siglo restaurando cuerpos y espíritus a tiempo completo

Sábado, 11 de enero 2025, 01:00

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El restaurante, bar y cafetería da los tres servicios que anuncia, imprescindibles antes, cuando los hospitales elegían estas arboladas y aireadas afueras ya casi céntricas donde era permanente el ir y venir de pacientes y familiares, e imprescindibles ahora, por formarse justo al lado los futuros médicos, biólogos, economistas y demás juventud estudiosa que deberá bregar con el futuro. Cuéntense además unos cuantos colegios mayores, el Carlos Tartiere o –presencia esencial– el Cristo de las Cadenas, con su leyenda de soldado cautivo, enamorada suplicante y rosal de mal presagio, y comprobaremos que pocas clientelas superan por variadas y fieles a las del Acebo.

Restaurante El Acebo

  • Dirección: Av. Julián Clavería, 7, en Oviedo

  • Teléfono: 985 25 25 81

  • Equipo: Inés García y Arturo López

Juanjo y Rosa abrieron en 1978 y lo mantuvieron siempre exigente y detallista, con sus desayunos desde primera hora de la mañana, sus vermús y pinchos del mediodía, sus comidas de menús electivos y carta clásica, sus meriendas saladas y dulces, y sus cenas desde la anochecida hasta la espuela tardía. Amor por el trabajo y trabajo cariñoso que persevera en Inés, canguesa de una aldea próxima a Llamas del Mouro y cocinera formada al lado de Rosa, y en Arturo, venezolano de Puerto Ordás, asturiano de padres, gerente y jefe de sala, cuya amistad con Juanjo, Cofradía del Desarme mediante, aseguró la continuidad del Acebo.

Los fundadores disfrutan de una bien ganada jubilación, pero su obra permanece y avanza gracias –y perdonen la redundancia– a las gracias de la laureada fabada, el laureado pote, el laureado bacalao con pisto, de los callos (pequeñinos, picantinos y pegañosos), de las carnes rigurosamente gobernadas, de las tortillas de patata babosas, de las varias hamburguesas, y por si alguien abandonó el vicio de la carne, las alternativas veganas entran en juego: hamburguesas de soja y tofu, arroces de la huerta, legumbres estofadas, ensaladas hortelanas...

El toque setentero de mesón, hórreo, pipas, bodega, mobiliario tallado y camaradería bulliciosa sigue igual de moderno y atractivo en el segundo cuarto del siglo XXI: lógico que el Acebo esté protegido.

Carne gobernada

Para 4 comensales:

-Un kilo de carne de ternera (aguja, falda, morcillo o chamón).

-4 dientes de ajo.

-2 cebollas grandes.

-1 pimiento morrón rojo.

-1 chorrín de sidra natural.

-Aceite de oliva.

-Sal.

1. Limpiamos el trozo de carne para guisar de pieles y nervios manejando con precisión cuchillo y tijeras.

2. Cortamos trozos regulares (raciones de tenedor).

3. Los sazonamos con abundante ajo y prudente sal.

4. Dejamos que reposen media hora.

5. Rehogamos en una potina o cazuela, bien picadino todo, el ajo, la cebolla y el pimiento.

6. Cuando alcancen un primer punto doradín, echamos el chorrín de sidra y bajamos el fuego al mínimo.

7. Revolvemos, y dejamos que se haga muy lentamente durante hora y media, gobernándola hasta que quede tiernísima, mentras el jugo espesa y se amelosa.

8. Se sirve de la potina al plato y por compañía ponemos patatas fritas peladas y cortadas al momento y piquillos o arbeyos si estamos en temporada.

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