Calderetas de don Calixto
Aplausos a tesoros culinariosEL COMERCIO entrega sus premios de gastronomía en una ceremonia marcada por la puesta en valor del campo y al cuidado al medioambiente
«En Asturias cualquier casa puede esconder un tesoro culinario», decía este lunes el presidente de Vocento Gastronomía, Benjamín Lana, en el restaurante Deloya Latores. Estas palabras suyas eran el abrigo perfecto para le entrega de las Calderetas de don Calixto, los premios gastronómicos que entrega Yantar, el suplemento de EL COMERCIO que aplaude cada sábado el valor de la cocina asturiana.
Y ayer tocaba apreciar con más fuerza que nunca nuestros fogones, con el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo, El Gaitero, Real Agrado, Alhambra, Ternera Asturiana y Coca-Cola. Todos ellos miraban hacia referentes como el Bar Blanco, de Cangas del Narcea, desde donde Pepe y Quique Ron junto a su madre, Engracia, hacen felices los paladares de todos los que los visitan. «Ir hasta allí es un día de fiesta», decía convencido Nacho Cuesta, el segundo teniente alcalde de Oviedo, pocos minutos antes de que este establecimiento recibiera el premio en la categoría de Maestro Asturiano.
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Ese talento es el mismo que se saborea cuando uno se acerca hasta Los Llaureles (galardón a la Proyección), «un restaurante que está en un entorno maravilloso». Un lugar espectacular que nada tiene que ver con el que rodea a Atrio, en el corazón de Cáceres y distinguidos como Maestro Nacional. Este restaurante «no se va a ir nunca de esa ciudad, aunque tenga espíritu de universalismo», destacaba Lana. «Ellos tienen el talento suficiente para triunfar en cualquier urbe del mundo», los ensalzaba.
Porque, rodeados de historia, ellos son uno de los principales reclamos de Extremadura. Mientras que Casa Bartuelo (reconocidos a la Innovación) atrae visitantes a Manzaneda, Gozón, ese rincón lleno de «productos extraordinarios», en el que cuidan el campo y a los animales con mimo generación tras generación.
Por eso era imposible para su alma máter, Cecilia Fernández, esquivar la emoción. Ella presumía con orgullo de ser «una mujer de aldea y de casería», que estaba segura de que «a pesar de la imagen que muchos tienen del mundo rural, nosotros mantenemos siempre la inquietud por mejorar y por avanzar en las técnicas de cultivo». Además, ella quería aprovechar la ocasión para recordar que «nadie quiere más a sus animales que quienes los criamos y nadie quiere más esta tierra que quienes vivimos en ella». Con esas, ella agradecía a este diario su empeño por «enseñar nuestra forma de ser y de vivir de la que tan poco se sabe y de la que tanto se necesita».
Porque, sin el campo, no tendrían sentido las ciudades y eso lo sabe bien Carlos Gallego, de Los Llaureles. Él extendía su premio a todos sus «compañeros de profesión, que son un ejemplo y que crecemos juntos. Es un orgullo aprender unos de otros», decía, sintiéndose «muy orgulloso» de sumar un nuevo galardón a un palmarés que poco a poco va ensanchándose.
Igual que el del Bar Blanco. Pepe Ron, su actual capitán, fue el encargado de recoger un trofeo que calificaba de «muy importante para la familia Blanco», prometía. «Esta Caldereta es gracias al esfuerzo y sacrificio de esta gran familia, de mi hermano, Quique, de mi madre, Engrancia, y del tremendo equipo humano que tenemos en mi casa». Un hogar en el que también está su mujer, esa persona que «me aguanta, me soporta y me sufre», contaba, convencido de que «sin todos ellos, esto no hubiera sido posible».
Porque los grandes proyectos son gracias a grandes equipos como el del restaurante Atrio de Cáceres, con tres estrellas Michelin. Toño Pérez, su responsable, fue el encargo de recoger el premio y de dar «mil y mil gracias». Las daba porque han pasado cuarenta años desde que empezó la historia de Atrio y, desde entonces, los éxitos se han ido encadenando.
Rodeada de estos cuatro premiados, la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, quien quiso destacar que proyectos como estos «aumentan el valor de todo lo que tocan». Los lugares no serían lo mismo sin esas casas que esconden inmensos tesoros culinarios.