Trabanco presenta su primera sidra natural sin alcohol
El llagar saca al mercado su alternativa para los que no quieran o puedan asumir su graduación, una botella «con las calorías de un tomate»
El nicho de mercado está hecho y a él se suma ahora el llagar gijonés sacando Sidra Trabanco Sin Alcohol. Lo presenta como una «alternativa», no para cambiar los hábitos de consumo de sidra natural, sino como opción 'sidrera' y solución cuando no se pueda o no se quiera beber alcohol. «Quienes realmente la van a agradecer son los consumidores de toda la vida que necesiten prescindir de la ingesta de alcohol y a los que se les ofrece la oportunidad de poder seguir escanciando y vivir la experiencia alrededor de la sidra», inciden los responsables del llagar acerca de un producto que sacan al mercado con 12 veces menos alcohol que su homóloga estándar.
Sidra Trabanco Sin Alcohol también va enfocada a ese público, «cada vez más numeroso», recalcan, que busca cuidar su salud y su aspecto físico prescindiendo de las calorías que aportan las bebidas alcohólicas, sin tener que optar por otro tipo de tragos. Este nuevo producto presenta 42 kilocalorías por botella, lo que la equipara con un tomate, frente a las 358 de una botella de sidra natural con alcohol. Por todo ello se refiere a la nueva referencia como la sidra «sin remordimientos».
Para elaborarla, explican, el alcohol se elimina por un medio físico de calentamiento que produce su evaporación de forma totalmente natural. ¿Cómo? Empleando bajas temperaturas y de forma muy lenta. Este procedimiento «garantiza que en el resultado final se conserven casi intactas las propiedades de la sidra natural original», señalan.
De sus características organolépticas, el llagarero Samuel Trabanco, tercera generación al frente del llagar, destaca «aromas que recuerdan a frutos secos tostados, buen comportamiento en vaso, con cierto rosario de espuma y pegue persistente». En boca la define como «afrutada, fresca, muy ligera y con retrogusto cítrico», e incide en que a simple trago puede pasar perfectamente por una sidra natural clásica, esto es, con alcohol. La principal diferencia de esta sidra desalcoholizada es que «resulta más ligera y refrescante y genera menor sensación de saciedad», asegura. Esta frescura la ha trasladado el equipo también a su etiqueta, de color verde, sencilla y en la línea tradicional del llagar.
