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Un hombre llora mientras corta cebolla.
La cebolla ya no te hará llorar

La cebolla ya no te hará llorar

Científicos japoneses logran cultivar cebollas libres de la enzima responsable de su efecto lacrimógeno

Julián Méndez

Jueves, 23 de abril 2015, 16:49

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Dicen nuestros detractores que España huele a ajo. ¡Qué remedio! Esta tierra de sofritos seguro que olería a cebolla si no fuera porque partirlas es un drama. Lagrimones como puños corren por las mejillas de quienes se dedican a la noble tarea de trocear esta planta. Los hay que se colocan gafas de bucear cada vez que toman el cuchillo cebollero entre las manos, veteranas amas de casa se colocan un casco de cebolla en la cabeza a modo de conjuro para detener el maleficio de las lágrimas y hay también quienes trabajan la cebolla (y aciertan bastante) al lado de un grifo abierto.

Pues bien, la cebolla no nos hará llorar más. Investigadores de la compañía de alimentación japonesa House Foods han logrado, tras diez años de experimentación, eliminar de raíz las lacrimógenas emanaciones de nuestra doméstica 'Allium cepa'.

Gas muy volátil

Como suele suceder en cuestiones científicas, a los investigadores japoneses se les encendió la bombilla por casualidad: trabajaban para precisar por qué algunas mezclas de cebolla y ajo preparadas para cocinar se teñían de un molesto color azul verdoso. De paso, descubrieron la enzima causante de nuestros lloros, un compuesto irritante y volátil que se produce al aplastar las capas de cebolla. "Lloramos por los vapores, por lo que respiramos al cortarla... ésa es la auténtica razón", ilustra el cocinero vizcaíno Hung Fai.

Los investigadores nipones del House Foods Group han logrado crear una variedad de cebolla antilágrimas. Bombardean los bulbos con iones y, de esta forma, bloquean la producción de la enzima precursora de los compuestos responsables del lacrimeo.

Lo mejor es que la enzima no está asociada ni con el sabor ni con el olor de la cebolla por lo que las plantas que llegarán a nuestras cocinas mantendrán sus colores y sabores tradicionales, sostiene Shinsuke Imai, el científico de esta empresa especializada en curry instantáneo que ha liderado las investigaciones. Imai recibió hace años un "IgNobel" por sus descubrimientos. Solo le falta ahora tratar de evitar el aliento inherente a la ingesta de cebolla.

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