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Foto: Marlén Fueyo. Vídeo: Cortexiphan

Un Joker contra el pin parental

Igor Paskual convierte el vídeo 'Cansado de la vida' en un grito contra los estereotipos. Dando forma a una familia Junto a Jorge Alonso y sus tres hijos, el músico retrata la cotidianidad de un rock alejado del sexo y las drogas, con mensaje para la ultraderecha

:: m. f. antuña

Jueves, 23 de enero 2020, 03:16

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Es el Joker contra el pin parental en versión rockera, es un grito contra los esteorotipos, un canto a la diferencia, a la vida, a la belleza, a la música de la mano de Igor Paskual. Estrena el tercer single de su disco 'La pasión según Igor Paskual', 'Cansado de la vida', y lo hace mirando en estos tiempos de ultraderecha hacia un mundo sin fronteras en los sexual, lo musical, lo familiar y todo lo demás.

«Hay dos cosas distintas: por una parte está la cancion y por otra el videoclip, que pueden comprenderse juntas o por separado», anota el músico afincado en Gijón que es también guitarrista y compositor de Loquillo y productor de bandas como Staytons. Y la canción es una forma de celebrar la vida, de decir «aporta o aparta» a los cenizos, a los amargados, a todos aquellos que no son conscientes de que hay mucho que celebrar. Luego está el videoclip: «Es una visión irónica sobre el rock'n'roll», explica. Lo protagoniza el propio Paskual, que vestido con un modelón Sergeant Pepper Lonely Hearts Club Band pela y corta patatas y fríe huevos para sus hijos, que llegan a casa acompañados de Jorge Alonso, escritor y colaborador de este periódico, como Paskual, que se convierte en su feliz pareja de vinos y mimos. Los niños, por cierto, Iker, Mario y Alejandro, son los hijos de Paskual. «Quería decir que el rock está en todas las edades, que se pueden tener hijos, que nos sigue acompañando cuando crecemos, en la vida cotidiana», anota. Vende una vida familiar común y corriente alejada del glamur, del 'sexo y drogas'. Y ahí busca romper el estereotipo con la colaboración de Alonso, «una de las mentes más lúcidas de este país», que se prestó encantado de la vida al juego que le propuso Paskual, que más adelante se planta una bata de andar por casa para bajar la escalera que comunica Cimavilla con el Puerto Deportivo de Gijón al estilo del Joker, en otro intento de romper tópicos de espacios públicos y privados.

Y tras todo eso, una reivindicación, una llamada de atención en tiempos de Vox. «El pin parental es solo la punta del iceberg de todo lo que está ahí, ya ha habido un aumento de las agresiones hacia parejas del mismo sexo, porque el mensaje de la ultraderecha lo legitima, es como en Inglaterra, donde las agresiones a la personas extranjeras se legitiman por el Brexit», reflexiona el músico. Y en ese clima conservador, que le recuerda aquellos finales de los noventa de la era Aznar en los que lideraba Babylon Chat y les atacaban simplemente por ir maquillados sin que ninguno de ellos fuera homosexual. «Los símbolos son importantes y el rock cumple esa función de batalla y salvador».

Pues continúa la batalla. Igor Paskual lo tiene clarísimo: «El que esté cansado de la vida que la devuelva»; «quien no vaya buscando la belleza, que se vaya al infierno»; «y si hay alguien que viene a joder, que se joda, que se joda él».

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