A río revuelto... pececillos para todos

Un lío terrible, interesantísimo, hasta arriba de tripas muy pulcramente ordenadas, con un ritmo y una precisión perfectos. Primer capítulo: hechizo-introducción y recopilació́n de antecedentes. Calentando motores. Sí, ello, el TEMA. Rocío Carrasco versus Antonio David Flores.

Una invitación, en horario de prime time, con máxima audiencia, el share por la estratosfera con más de tres millones de espectadores ansiosos y una fiesta pública con extra de sangría y arrabales.

Esto puede ser el resumen de la televisión que ¿triunfa? en este nuestro país.

Ahora quedan varias entregas y una cadena devota dedicada en exclusiva a expandir el drama. Mercantilizar con temas tan graves como el que ocupa, con personajes satélites que buscan la carroña más pestilente, no es bueno para la salud mental. No hace bien para las miles de mujeres que sufren esta lacra. No pongo en duda el testimonio, o sí, no sé, me perturba que 'vayamos a publicidad' y luego, si eso, después de la promo de la novela turca, seguimos con el testimonio. Crudo, crudísimo.

Juzguen ustedes mismos, pero por favor, sin dictar sentencia. Aquí, no.