El derribo de la residencia de ingenieros obliga a cortar la calle de González Abarca

Las obras de demolición de la antigua residencia de ingenieros de Ensidesa obligó ayer a cerrar al tráfico el tramo de la calle González Abarca comprendido entre José Manuel Pedregal y la plaza de la Guitarra. El cierre permanecerá hasta que concluya el derribo, según informaron ayer fuentes de la Policía Local.

El cierre de la calle tuvo lugar en torno al mediodía de ayer, cuando agentes municipales procedieron a desviar el tráfico que accedía a González Abarca por otros viales, ante el riesgo que entrañaba la caída de cascotes de la antigua residencia, posteriormente destinada a usos hoteleros y hosteleros. De hecho, algunos de esos desprendimientos alcanzaron la acera contraria a la del antiguo complejo residencial, circunstancia que justificaba el cierre del vial.

De ese modo, el cierre de González Abarca se sumaba ayer al corte parcial de la calle de Jiménez Díaz, también en previsión de los riesgos que la demolición entraña para viandantes y vehículos.

Fuentes policiales consultadas por este diario indicaron que, posiblemente, las obras concluyan entre hoy y mañana, por lo que ambas calles podrían recuperar en pocas horas la normalidad.

Además, González Abarca iba a permanecer abierta al tráfico durante toda la noche pasada, desde el fin de la jornada laboral en la empresa encargada de la demolición, y el comienzo de la misma, a primera hora de esta mañana.

El inicio de la demolición de la antigua residencia de ingenieros de Ensidesa tuvo lugar el mes pasado. El derribo dará paso a la construcción de un conjunto residencial de entre trescientas y cuatrocientas viviendas merced al convenio urbanístico firmado en su día por el Ayuntamiento de Avilés y la empresa entonces propietaria de los terrenos, el Grupo Melca. El proyecto ya aprobado prevé elevar en el solar resultante tres torres de catorce pisos, rodeadas de zonas verdes y con viales interiores.