Abrir Doctor Fleming al tráfico en doble sentido exige eliminar más de 20 plazas de aparcamiento

El Ayuntamiento reformará el paseo del doctor Fleming para dar una alternativa más a los tráficos afectados con el cierre de la avenida de El Molinón y que han incrementado la presión sobre la avenida de Torcuato Fernández Miranda. La actuación se madura en dos etapas: Una de 'movilidad táctica' y ejecución más rápida, otra más ambiciosa y que exige de más tiempo y fondos para su materialización.

La primera permitirá el uso de la vía en ambos sentidos, y lo hará con una intervención mínima en costes y plazos, pues en esencia supone poco más que modificar carteles y marcas viales. La segunda fase se abordará con más calma, teniendo en cuenta el resultado que produzca el cambio anterior y supondrá una remodelación más integral de toda la zona. En esta etapa se actuaría ya sobre las rotondas y se reajustarían los tráficos de la zona; además de ganar fluidez el objetivo pasa por generar nuevos espacios de aparcamiento, más allá del que se recuperará en Hermanos Castro cuando terminen las obras del pozo de tormentas.

Los cálculos que maneja el área de Medio Ambiente y Movilidad indican que para la primera fase es necesario sacrificar entre 20 y 30 plazas de aparcamiento en la desembocadura del Piles, entre el NH y el acceso a Hermanos Castro, ahora cerrado por los trabajos del pozo de tormentas. El objetivo es garantizar la seguridad de los conductores cuando circulen en los dos sentidos.

En su geometría actual, la calzada sufre un cierto estrechamiento que se hace más evidente en el cruce con la calle Rocafort: es fruto del escoramiento de la vía para acercarse al lado del hotel y alejarse del río. Con dos carriles para el mismo sentido de la marcha el espacio es seguro para los conductores, aunque poco holgado cuando coinciden en paralelo un camión y un turismo. Al poner, en cambio, un carril en sentido contrario el margen de seguridad se reduce. De ahí la conveniencia de ensanchar los carriles, cosa que se hará tomando el espacio ahora utilizado para aparcar en ese punto.

El diseño de esta primera fase se madura apoyándose en los avances que ha ido remitiendo la coruñesa Iceacsa Consultores. En respuesta a un acuerdo plenario de febrero, la Concejalía de Medio Ambiente Movilidad le confió en junio la redacción del 'Estudio de pacificación y movilidad sostenible en el entorno del estadio de El Molinón', trabajo que va más allá de esta solución de doble sentido, al profundizar en las dinámicas de tráfico y necesidades de aparcamiento en la zona comprendida entre la avenida de Castilla, Torcuato Fernández-Miranda, Luis Adaro Ruiz-Falcó, la avenida de Enrique Castro 'Quini', la glorieta de La Guía y la calle Doctor Fleming.

En el equipo de gobierno local defienden la rentabilidad que ofrece iniciar los cambios con actuaciones de 'movilidad táctica', esto es, de poco presupuesto y que pintura y nuevas señales den soluciones de urgencia. Más allá de las dificultades que la crisis económica impone para sacar adelante proyectos más ambiciosos, su filosofía entronca con una reflexión crítica que se empieza a imponer sobre cómo se han gestionado las infraestructuras en este país.

Para impulsar la ZALIA, la ampliación de El Musel, el metrotrén o el tercer carril de la 'Y' las administraciones aprobaban la operación y luego, en algún momento, calculaban los usuarios que aprovecharían esa inversión. La realidad siempre ha terminado alejándose de unas previsiones hechas más para justificar la decisión política que para prever con rigor su resultado, como acaba de reconocer el Ministerio de Transportes en su nueva Estrategia de movilidad sostenible. En la concejalía defienden que iniciar los proyectos con actuaciones provisionales permite vislumbrar mejor su resultado e ir haciendo reajustes para preparar mejor posteriores grandes actuaciones.