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Una de las nietas de Tino 'el Roxu', su mujer María Emilia, Pedro Morán (Casa Gerardo), su hija Leticia, José Manuel Piñera (Sidra Piñera), el empresario Luis Mitre y su hija Noelia, conversan durante su velatorio en la sala 2 del Tanatorio de Cabueñes. José Simal

Adiós a Tino 'el Roxu': «Era una gran persona, ayudaba a todo el que podía y trataba la sidra como nadie»

Familiares, hosteleros y amigos se despiden del chigrero Tino 'el Roxu', cuyo funeral será el sábado, a las 13 horas, en la capilla del Tanatorio de Cabueñes

María Agra

Gijón

Viernes, 27 de junio 2025, 19:28

Fue un ir y venir de hosteleros, amigos y allegados durante todo el día. Desde Pedro Morán, responsable de Casa Gerardo, hasta Juan Manuel Caso, dueño de Casa Yoli, pasando por amigos y vecinos como José Manuel Piñera, de Sidra Piñera, o el empresario Luis Mitre. Nadie quiso faltar en el momento de transmitir a la familia de Tino 'el Roxu' lo que ya sabían de su padre, marido o abuelo: «Que era una muy buena persona, ayudaba a todo el que podía y era muy sociable, cariñoso y agradable», resumió su hija Leticia, tratando de contener la emoción por todas las muestras de cariño que han venido recibiendo desde el jueves, cuando falleció a los 76 años.

Y es que Florentino Mañana García –ese era su nombre de pila– dejó huella allá donde fue. Nacido en la Comarca de la Sidra, enseguida se trasladó a Gijón y con 17 años empezó a trabajar en el sector que llevaba en la sangre: el mundo sidrero. Una pasión que años más tarde le inculcó a su hija Leticia, mucho más interesada por la profesión de su padre que su hermana Noelia. «Yo siempre fui como el niño que no pudo tener y desde muy chiquitina me enseñó a escanciar con una botella de agua», recordaba este viernes. Se iban al trastero que tenían en su primera sidrería, en la calle Hermanos Felgueroso, y allí le enseñó todos los secretos de un arte que él dominaba como nadie.

Pero, sobre todo, fue para ella y su hermana Noelia «un padre divertido, muy generoso y cariñoso, que siempre jugaba con nosotras y nos gastaba bromas». «Era muy simpático», aseguró, sonriente, como si aún lo estuviese viendo. Sin él nada habría sido lo mismo. Ni su predisposición, ni su iniciativa, ni su garra para sortear la vida, puesto que siempre estuvo pendiente de ellas y «todo lo que tenemos hoy es gracias a él y nuestra madre». Especialmente que ahora sean dos «currantes natas», porque «siempre nos inculcó que las cosas en la vida había que ganarlas, y para eso hay que currarlas y trabajarlas duramente», afirmó Leticia, evocando las palabras de su padre. 

«Dinámico y emprendedor»

No en vano consiguió el reconocimiento del que goza hoy en el mundo y la cultura sidrera. En el plano más personal, «era una persona fabulosa y teníamos mucha relación», señaló José Manuel Piñera, de Sidra Piñera, que empezó a forjar un vínculo con él «a raíz de ir mucho por el restaurante» que tuvo en Hermanos Felgueroso. Tal fue su relación, que sus familias llegaron a irse juntas de vacaciones hasta en tres ocasiones.

En el plano profesional fue «una persona muy dinámica y emprendedora» que, durante 17 años, formó parte de la junta directiva de la Asociación de Hosteleros de Gijón junto al entonces presidente Arturo Muñiz, de Casa Arturo, amigo íntimo suyo. «Trataba la sidra como nadie», rememoró. Conoció su noble corazón al realizar varios viajes con él, convencido de que «la gente fuera de casa muestra quién vale y quién no». Por eso lo considera «buen amigo, buen profesional y muy buena persona».

Para Ataulfo Blanco, de Casa Ataulfo, tiene el respeto de la profesión porque fue muy importante dentro del mundo de la sidra». Su despedida será este sábado, a las 13 horas, en la capilla del Tanatorio de Cabueñes.

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