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Los amigos del actor gijonés Arturo Fernández le rindieron este viernes dos homenajes, coincidiendo con el aniversario de su nacimiento, en 1929. Por un lado, los promotores de su escultura en el paseo de Begoña –el grupo 'Chatín' de Gijón Participa– se reunieron ante la tumba del artista, cerca de la puerta tres del cementerio de Ceares, en Gijón. Eran Janel Cuesta, José Luis Villar, Juan García Peón, Alberto Estrada y Manuel Machargo. Colocaron un ramo de flores, rezaron un 'Padre Nuestro' y conectaron por videollamada con la familia del actor para que pudiesen estar presentes, desde la distancia, en el homenaje que le dedican todos los años por su cumpleaños desde su fallecimiento en 2019.
También hablaron de la escultura del actor que el Ayuntamiento de Gijón instalará este mismo año en el entorno del Teatro Jovellanos y que a partir de marzo contará con una comisión mixta de seguimiento del proyecto formada por miembros de Gijón Participa, las hijas de Arturo Fernández y personal de la Concejalía de Cultura. «Estamos a la espera de que se constituya la comisión», indicó Janel Cuesta. Asimismo, plantearon la posibilidad de renovar el entorno de la tumba de Arturo Fernández y acordaron «pedir permiso para realizar alguna mejora porque es un lugar al que va mucha gente a verlo», añadió.
El segundo reconocimiento partió de los integrantes del grupo Gijón Puerta de la Villa, con Sergio Puente a la cabeza. Se juntaron una veintena a los pies de la estatua de Jovellanos, en la plaza del Seis de Agosto, y a continuación se desplazaron hasta del cementerio de Ceares, donde rezaron un 'Ave María'.
Según explicó Sergio Puente, la idea de reunirse con sus amigos para rendir homenaje cada año a Arturo Fernández es «porque era amigo mío, porque esta camisa –señalando la prenda que llevaba puesta– era de él, me la regaló en 1997, y tenía mucha relación con él». Siempre inician el acto en la plaza del Seis de Agosto porque el popular actor «nació en la Puerta de la Villa», a escasos metros de la plaza que preside la estatua de Gaspar Melchor de Jovellanos, y «lo hacemos aquí 'de ilustre a ilustre'», remarcó.
Sobre la estatua, celebraron que finalmente se vaya a instalar, pero a ellos que les gustaría «que se pusiera de pie». «A Arturo le gustaba hasta ponerse los calcetines de pie. Muchas veces me decía: 'Sergio, ¿cómo no harán más restaurantes para comer de pie?'. Era un hombre al que gustaba estar de pie, la camisa, la raya del pantalón y el zapato de charol», recordó Puente, convencido de que se identificaría mucho más con un hombre que «vivió Gijón en el alma».
Arturo Fernández falleció en Madrid el 4 de julio de 2019 a los 90 años. Hijo predilecto de Gijón, tras su muerte la Corporación gijonesa decidió dedicarle un palco en el Teatro Jovellanos, donde había hecho su última representación en 2017. Ya tiene una escultura en una glorieta de Oviedo, pero Gijón también quiere tener un recuerdo para uno de los ciudadanos más conocido y querido.
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