Lleno para despedir el autocine de Gijón: «Lo vamos a echar mucho en falta»
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El 'remake' de 'Agárralo como puedas' pone fin a más de tres décadas de cine al aire libreDecía el teniente Frank Drebin, interpretado por el icónico Leslie Nielsen, en el 'Agárralo como puedas' original que «a nadie le importa un comino, pero es nuestro comino». Ese debió ser uno de los sentimientos compartidos por los más fieles del Autocine de Gijón que este jueves echó el cierre tras proyectar el 'remake' del desternillante filme ochentero protagonizado por Liam Neeson. Su 'comino', ese disfrutar el cine desde el coche en medio de la oscuridad de la noche al más puro estilo americano, no volverá a repetirse. Trataron de impedirlo hasta 5.227 firmas contra el cierre que la plataforma change.org había registrado ayer por la noche, al tiempo que arrancaba la última sesión.
El Autocine Gijón ya es historia después de 32 años ofreciendo cine al aire libre en una finca de La Providencia. En su pantallona de 250 metros cuadrados ayer proyectaron un vídeo de despedida y agradecimiento antes del último pase, agradecido por los cláxones de los coches que llenaron el autocine para vivir esta última jornada en primera persona. Desde hacía ya una semana que no quedaban entradas para una fecha marcada en el calendario de muchos de los gijoneses que siempre tuvieron esta opción de ocio entre sus preferidas.
Es el caso de Rosa María García Iglesias y María García Mori, que esperaban el arranque de la peli, sentadas en un palé reconvertido en sofá, en primera fila. Para coger esa posición tan privilegiada tuvieron que apostarse en la puerta del recinco dos horas antes del inicio de la proyección. La ocasión lo merecía, porque «es el mejor plan de siempre». «Ahora habrá que buscar una alternativa y será difícil sustituirlo», lamenta Ros María García. «Es una despedida un poco triste porque es algo muy emblemático de Gijón y lo vamos a echar mucho en falta».
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Rubén López y Tania Álvarez apuraban un picoteo sentados en su sillas de camping, también con la pena de saber que no se volverá a repetir. «Llevo viniendo desde el 97, en cuanto me saqué el carnet de conducir prácticamente lo primero que hice fue venir al autocine y llevo aparcando en el mismo sitio desde entonces, con la misma gana», rememora Rubén, que reconoce, entre risas, que lo que sí ha ido cambiando fue la pareja.
Reconoce que el autocine para él es «una institución». «A los que nos gusta el cine estar al aire libre, en tu coche, a tu aire, con tu intimidad, esto no tiene precio, es la libertad», argumenta. Aunque también le gusta el cine en sala, Rubén López no lo cambia. «El autocine tiene una esencia brutal y siento una pena tremenda de que esto, un espacio de ocio tan importante como este, se termine», concluye.
La despedida es asimismo especial para Sergio Bernardo y Lidia Rodríguez. Para ella, porque le viene de familia. «Mi padre ya venía de joven, yo vine mucho de niña con él y esto significa cerrar un ciclo», expone. «Aunque me hubiera encantado haberlo podido enseñar al resto de familia, pero esto se acaba aquí», lamenta. Aunque Sergio comenzó a ir al autocine «ya más crecido», también reconoce que «hemos venido tantas veces que es un pena no poder seguir disfrutando de todo esto».
Grandes aficionados al cine, «de ir cinco o seis veces al mes», reconoce ella, el autocine era el plan perfecto para el verano, «cuando no te apetece nada meterte en una sala». «Haces un plan de playa y luego vuelves a Gijón, vienes al autocine, cenas a gusto y ves una 'peli' de estreno», cuenta. Lamentablemente, el plan no se volverá a repetir.