El Ayuntamiento defiende la nueva pintura decorativa del Muro porque «da vida» al asfalto

El equipo municipal de gobierno defendió ayer el nuevo diseño de la parte de la calzada del Muro que ha quedado reservada para uso peatonal y sobre la que estos días se están pintando, con un material antideslizante, franjas transversales -unas continuas y otras discontinuas- de color verde y azul. Su objetivo, remarcan desde el Consistorio, es meramente decorativo, con la finalidad de «dar vida» a este espacio y hacerlo más atractivo para pasear que si se mantuviera, como hasta ahora, el color original de asfalto. Y ponen como ejemplo actuaciones similares desarrolladas en otras ciudades, como Valladolid, Barcelona y Bruselas, que también han pintado con motivos decorativos el pavimento de calles cerradas al tráfico motorizado, e incluso Pola de Laviana, que dentro de su proyecto 'Arcadia 2030' prevé hacer lo propio en su principal arteria, la calle Libertad (AS-17).

El diseño para pintar el Muro fue definido por técnicos de Obras Públicas, sin otro criterio que el estético. Para elegirlo se han tenido en cuenta cuestiones como el propio color verde de las baldosas del paseo marítimo. En el caso de las líneas continuas longitudinales blancas y rojas -que se prolongan a lo largo de toda la calle desde el Piles hasta Capua-, su finalidad era cubrir las marcas viales preexistentes, utilizando para ello los colores identificativos de la ciudad.

El Ayuntamiento niega por otra parte que la franja verde más próxima al paseo tenga una finalidad particular, como pudiera dar preferencia en esa parte de la calzada a unos usuarios sobre otros. E indican que en esta parte se optó por un pintado mas homogéneo para ocultar por completo el asfalto rojo del antiguo carril bici, una vez inutilizado como tal. En los próximos días también se empezará a pintar parte del asfalto de las calles Caridad y Ruiz Gómez, dentro del proyecto para convertirlas en vías semipeatonales, con espacios más anchos para los peatones, y crear así un «corredor seguro» desde Begoña hasta el Muro.

Pero si la reordenación de espacios del Muro ya no convenció a la oposición, el resultado estético final lo hace aún menos. Ciudadanos, de hecho, advierte de «un nuevo incumplimiento» del Plan Especial de Muro, ya que este obliga a buscar «homogeneidad» en el diseño de las pavimentaciones. «Sin entrar a realizar una valoración subjetiva de si gusta o no gusta, parece claro que pintar unos rectángulos de colores en medio de una carretera cortada además de no tener ningún sentido provoca un importante impacto visual sobre el actual diseño arquitectónico y urbanístico del Muro», apuntó el concejal Rubén Pérez Carcedo, quien remarcó los «enormes condicionantes» que se imponen para cualquier actuación en esta parte de la ciudad, ya sea para instalar mobiliario urbano o rehabilitar fachadas. «Y ahora el equipo de gobierno degrada uno de los principales símbolos de la ciudad con una intervención más que cuestionable desde el punto de vista funcional y estético».

Eladio de la Concha, de Vox, también consideró que el diseño «no es el más adecuado», llegando a calificarlo de «engendro». Lamentó «que se haya dilapidado dinero público en unas medidas que se hubieran solucionado a coste cero con las que ya existían antes de agosto. PP y Foro hicieron hincapié en sus dudas sobre las posibilidad real de revertir la obra de forma inmediata, en caso de considerarse necesario.

Laura Tuero, de Podemos-Equo, defiende «la reapropiación de espacios públicos para las personas, para ganar en salud y calidad de vida», aunque critica «la falta de información y de planificación», así como la fecha elegida para acometer estas obras.