Cae la 'banda del Mercedes', que desvalijó más de un centenar de chalés en Gijón y alrededores

Cae la 'banda del Mercedes'. La compleja investigación se ha prolongado más de un año. Fueron cientos de horas de trabajo en una operación conjunta entre la Guardia Civil y la Policía Nacional para dar con los escurridizos delincuentes que dejaron en Gijón y los alrededores casi un centenar de asaltos en chalés y con ellos, una profunda preocupación vecinal que conllevó movilizaciones y la aprobación de cámaras de seguridad en la zona rural.

Las fuerzas de seguridad han detenido en Madrid al menos a tres de los integrantes del grupo criminal altamente especializado en asaltos en viviendas. Según ha podido saber EL COMERCIO, la banda estaba formada por ciudadanos originarios de Europa del Este, quienes se desplazaban entre comunidades autónomas para cometer los asaltos.

Tenían la base de operaciones establecida en Madrid. Contaban con conexiones en el extranjero para sacar rápidamente el botín de joyas del país. Sin embargo, los agentes han podido recuperar objetos robados que los ubicarían en las viviendas asaltadas. En Asturias acumulan más de un centenar de robos, cometidos principalmente en el otoño de 2022 y enero de este mismo año. Habrían dejado su impronta delincuencial en otras provincias.

Los trabajos policiales llevaron a los agentes a revisar horas y horas de grabaciones de las cámaras de seguridad de autovías y establecimientos comerciales. El vehículo en el que desplazaban durante las primeras semanas de los robos en el Principado fue registrado por el circuito de grabación de una estación de servicio del concejo de Nava. Se trataba de un vehículo de la marca Mercedes con las placas de matrícula dobladas, que sirvió para dar nombre a la banda.

Los ladrones tuvieron en jaque a la Guardia Civil, la Policía Nacional y a la Policía Local. Llegaron a protagonizar persecuciones por las parroquias afectadas e incluso a derribar a un motorista de la Policía Local con el que se cruzaron tras perpetrar un asalto en Deva.

Altamente especializados, cometían los robos una vez anochecido, forzando puertas o ventanas. En alguna de las ocasiones se encontraron con los moradores en el interior y salieron huyendo. Se estima que el botín conseguido podría superar el medio millón de euros. La investigación continúa abierta.