La Cámara de Comercio propondrá una subida de las tarifas para el próximo año

«Pretendemos que sean unos presupuestos realistas», señalan desde la Cámara de Comercio. A nadie escapa que las números están condicionados por el contexto internacional y el escenario de inflación. Aunque los niveles de ejecución no se conocerán hasta marzo -una vez que cierre el ejercicio el 31 de diciembre-, la Cámara de Comercio ha venido moviéndose bajo la dirección de Félix Baragaño, en niveles de cumplimiento superiores al 95%. Las mismas fuentes avanzan que esto se espera que vuelva a ser de la misma forma para 2020.

El otro asunto que figura en el orden del día del jueves es informar sobre la modificación de la ley de Cámaras. Este no es un asunto menor dado que, tras meses de polémica, se ha llegado a un consenso entre las partes implicadas: el Gobierno asturiano y las tres cámaras. Según se informará a los vocales del plenario, se ha conseguido que se introduzcan las tres demandas que se reclamaban. Cabe recordar que fue precisamente el presidente de la Cámara de Comercio de Gijón el primero en alzar la voz contra el texto que pretendía sacar adelante el ejecutivo autonómico. «No respeta la independencia de cada entidad», señaló Baragaño a finales de junio. Ahora se ha vuelto al texto que las tres entidades habían trasladado conjuntamente en diciembre por el que se mantenía «su capilaridad, funcionando de manera independiente en lo local, pero donde nos uníamos y coordinábamos para ir a lo global en el ámbito de Asturias y fuera de ella». En cambio, el documento que propuso el Principado modificaba el sistema de equilibrios, pasando de un régimen de consenso a un sistema por mayorías, es decir, que la toma de decisiones podría llevarse a cabo aunque alguna de las cámaras no estuviera de acuerdo.

Con todo aparentemente encarrilado, la pelota vuelve a estar en el tejado del gobierno asturiano. La cuestión no es menor, principalmente pensando en los plazos para que salga adelante. En un primer momento hay que realizar los trámites administrativos necesarios dado que hay puntos en las que se ve implicada más de una consejería. Después, y antes de que llegue al Consejo de Gobierno, tiene que pasar a un periodo de consulta pública.

Ya con todo aprobado del lado del Ejecutivo llegará al Parlamento asturiano, donde seguirá los plazos que sigue la tramitación de cualquier ley.