Nemesio Lavilla | Actor

«Voy a celebrar mis 90 años en Gijón, que ahora parece el Mediterráneo»

–Nemesio, ¿cómo encuentras el Gijón de ahora?, ¿echas algo de menos?

–Gijón está muy guapo, pero hay muchísima gente, y me cuesta encontrar un conocido. ¿Qué echo de menos? Si te digo los amigos que me faltan, no tienes espacio en el periódicu pa escribir todos sus nombres, pero sí te voy a decir que también echo de menos las patatas fritas y los calamares de Casa Marcelo, ahí en El Parchís; las viñetas del Gaviotu en el 'Voluntad' y ¡qué te voy a decir! de los versos de Mariano, Mariano, en la calle de Los Moros. El otro día entré a preguntar si tenían un ejemplar del libro que tú escribiste sobre Mariano Nava, y ahora lleva el negocio un nieto, que me dijo que posiblemente lo vuelva a reeditar, porque se lo pide mucha gente.

–Y Cimadevilla, ¿cómo la ves?

–Bueno, sinceramente 'el mi Cimadevilla' ya no existe, solo me queda algún que otro rincón, como esta placina de Jovellanos que siempre tiene mucho ambiente, pero lo demás casi todo son casas nuevas, con más pisos, creo que se convirtió en una zona residencial. Está más moderno, pero aquel Cimadevilla de pescadores y sardineres ya no existe. Ni la rula, ni las lanchas en La Barquera. ¡Vamos! Que este es otro Gijón, muy diferente del que yo disfruté en mi juventud.

–Algún amigo te quedará...

–Bueno, sí. Pedro de Silva, que me dedicó su libro sobre 'Una semana muy negra' con la esperanza que lo llevasen al cine y fuese yo el protagonista. Por suerte, también me encuentro con Aquiles Tuero, gran empresario, con Pelayo el socorrista, con Indalecio 'Puchi' y me acuerdo mucho de Aurelio Cadavieco, siempre vinculado al Sporting. La verdad que del Sporting prefiero no hablar, yo lo sigo con mucha nostalgia; pero ahora ya soy más del Real Madrid y del Atlético. Con sus virtudes y defectos, siguen manteniendo su estilo de juego y la personalidad que siempre tuvieron y tienen como equipos, son distintos; pero siguen encandilando a los seguidores.

–Oye, veo que traes puesta una camiseta muy rara. ¿De qué es?

–Es de la selección del Perú. Me la regaló una mujer que trabaja para nosotros. Para Eric Staob, el hijo de mi mujer Michelle Philitto, que falleció hace unos años, y Eric y yo vivimos juntos en la calle Juanele; nos llevamos muy bien, salimos a pasear, a tomar algo, disfrutar de Madrid, y alguna que otra visita al Centro Asturiano. En Madrid no te aburres nunca, aunque yo siempre echo de menos el mar y el olor a salitre. También cubro alguna quiniela y me la fastidia el Sporting, no se puede hacer caso a la pasión en esto de la lotería. Te voy a decir una cosa, algo que sí echo de menos en Madrid es EL COMERCIO en papel, aunque me entero por lo digital. Yo lo disfruto más aquí en Gijón, lo leo y lo releo. Lo veo por la mañana y al atardecer vuelvo a mirar si se me olvidó algo.

–¿Sigues vinculado al cine o al teatro?

–No, ya no. Cumplo noventa años el 10 de septiembre, y aunque me siento bien, ya nadie me va a llamar con esa edad. Pero mira, los voy a celebrar aquí en Gijón, date por invitado, nada más y nada menos que en la Plaza y Casona de Jovellanos. Luego ya me voy para Madrid. Y ya que me preguntabas por el Gijón de ahora, tengo que decirte que estoy asustado de cómo cambió el clima, tal parece que estamos en el Mediterráneo. ¿Quién iba a pensar que en la playa iba a haber medusas? Y fíjate, por contra, desaparecieron los calderones que se veían saltar a 200 ó 300 metros mar adentro. Está claro que el tiempo cambió, hasta el agua de la playa está más caliente. A ver en qué para esto del cambio climático. Esperemos que sea para bien.

–Nemesio, felicidades anticipadas, que sigas viniendo a Gijón aunque solo sea por el verano, y si quieres decirnos algo más...

–Sí, claro. Un saludo a todos los de Gijón que se acuerdan de mí. Seguro que me cruzo con muchos que con el paso del tiempo ni los conozco; pero les doy un abrazo a todos los gijoneses de siempre. Yo jamás me olvido del mi Gijón y de tiempos de juventud que ya no vuelven. Un abrazo a todos.