Ciudad contra ciudad

El nombramiento de un empresario gijonés para gestionar la plaza ovetense de Buenavista levantó roces localistas en la prensa

Lunes, 26 de septiembre 2022, 00:09

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Ocurría hace ya más de un siglo que muchos enfrentaban a las ciudades de Gijón y Oviedo por medio de rivalidades y antagonismos. Hasta dentro de las filas de los periódicos rivales, a la sazón, de EL COMERCIO. Semejante cosa ocurrió tales días como estos que hoy vivimos, pero de 1897, hasta el punto de tener que salir nuestro diario a negar la mayor. «Ni a Gijón puede negársele su grandísima importancia comercial», afirmábamos, «su pasmoso desarrollo y su envidiable progreso, ni a Oviedo puede disputársele la importancia que tiene como capital de la provincia y de Obispado y por la Universidad, Audiencia, etcétera». Una igualdad de condiciones que no estaba exenta de polémica, aunque sobre esta, decían unos y otros, imperase la fraternidad. «Y por si no lo fuera» -fraternal nuestro trato 'inter civitas'- «con no llevarnos mal nos conformamos, y si nos llevamos bien, mejor que mejor».

El problemilla, con todo, venía de un periódico de la capital que había criticado que la plaza de Buenavista fuera a estar gestionada por el gijonés Dindurra. Lo que es fraternidad se entresacaba poca de las líneas del 'enemigo', que había dicho no querer, para nada, «tener empresario de Gijón, empleados de Gijón, cantina de Gijón, dueño de Gijón y todo de Gijón». Pero ¿era solo eso, o la rivalidad entre ciudades escondía algo más? Eso preferimos pensar. «No creo que los cargos que la prensa de la capital hace a Dindurra tengan su origen en que este señor es de Gijón. Al fin y al cabo el señor Dindurra ha ejercido en Oviedo su industria de empresario de toros, y allí, mejor que aquí, podrán juzgar del bien o mal cumplimiento de su cometido». Las razones reales del ataque se escapaban a la comprensión del pueblo (gijonés). «Y, por consiguiente», escribía nuestro redactor, 'playu' de pies a cabeza, «no puedo dar mi opinión sobre el asunto; lo único que sé es que gracias a Dindurra tuvieron en Oviedo toros... y buen tiempo. Si había algún otro empresario para la plaza de toros de Oviedo y se la dieron a Dindurra por ser de Gijón, ¡gracias por la parte que nos toca!». Rivalidad quizás no... pero ironía, toda.

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